Heretic Festival – Sala Apolo 2 27/06/2009

Llega el verano y con él todo simula ritmos alegres y calientes, pero no, para los que estábamos el Sábado 27 de Junio en la barcelonesa sala [2] Apolo, nos daban igual todas esas tonterías, lo que queríamos era una larga noche de desolación a ritmo de Doom con sus variantes más diversas.

Abrieron los barceloneses LORDS OF BUKKAKE, ¡con ese nombre te puedes esperar de todo! Nos ofrecieron 40 minutos de doom-stoner del primitivo, muy bien ejecutado, con un buen enlace entre los temas gracias a los efectos sampleados. Era la primera vez que les veía y, al no presentar sus canciones, no podría decir cual fue su set-list, supongo que tocaron íntegramente su EP debut de nombre homónimo, eso sí, nos recordaron, por si nadie lo sabía a estas alturas, que MICHAEL JACKSON había pasado a mejor vida. El sonido les acompañó, por lo general, bastante bien, exceptuando al cantante que tubo algún que otro problema.

Les siguieron los también barceloneses WARCHETYPE, que cuentan con gran renombre en la escena nacional. Descargan un sludge muy bien elaborado, con dos guitarristas y contrastes muy acertados entre partes lentas y rápidas. Su directo es impresionante, por no decir una palabra malsonante. Es un grupo con muchísimas tablas, entregados al 100%, finalizando por todo lo alto cuando el cantante tiró su guitarra al suelo y se puso a cantar con el público.

Después de haber dejado el listón muy alto y con la sala hasta los topes, los madrileños MOHO salieron a escena. A estas alturas no hace falta presentarles, con tres impresionantes discos editados, nos ofrecen música sin efectismos, cruda, tocada de manera totalmente salvaje. Son un grupo con muchas tablas, lo dan todo en directo, mucha complicidad con el público y muchísimos fans en las primeras filas. El batería tubo algún que otro problema con el propio instrumento, después de haberlo roto tres veces, pero era algo normal después de ver la forma un tanto curiosa que tiene de seguir el ritmo pesado que transmiten. El set-list se basó, básicamente, en repasar su último disco editado llamado ‘Chotacabra’, entre ellas: “San Mamés”, Demacronch” y la que da nombre el disco.

Y ya, cuando el ambiente estaba colapsado, olía a humanidad y no había oxígeno suficiente para todos, aparecieron los británicos ELECTRIC WIZARD. Era su primera visita a la península en toda su historia musical y se notaba que la gente les tenía ganas. Antes de empezar el concierto, pudimos entretenernos con el sacrificio de Shaun Rutten para poder montar la batería, y es que con lo bien que se lo había pasado en un bar cercano a la sala calentando motores para el concierto, normal que precisase de ayuda. Aún así, ofrecieron 45 minutos de Doom-Stooner ruidoso, sucio, pesado,… vamos, calificativos que describen a la perfección su música. El set-list, si mal no recuerdo y en orden, fue: un increíble inicio con “Witchcult Today”, le siguieron “Satanic Rites of Drugula”, “Return Trip”, “The Chosen Few”, el gran momento con “We Hate You” y, para finalizar, la famosísima “Funeralopolis”. Bien es cierto que su actuación fue algo corta, el sonido no fue perfecto, y la fiesta pre-concierto que disfrutaron les pasó factura, pero aún así disfrutamos de uno de los grandes del Doom. Lo malo es que, teniendo seis joyas de discos, solo recuperaron tres. Tampoco la despedida y trato con el público cuando estaban encima del escenario fue para tirar cohetes, pero bueno, todo queda dentro del ambiente denso disfrutado esa noche.

Como conclusión decir que la primera edición de este festival aprueba con sobresaliente, esperemos que no se quede en un intento y cada año podamos disfrutar de este tipo de música, que no es de las más mayoritarias y es difícil ver por nuestras tierras giras encabezadas por grupos del género. Añadir, también, el detalle de los organizadores que promocionaron su discográfica regalando un CD recopilación con todos los grupos que tienen en sus filas, muchos muy interesantes y desconocidos. Y ya, como punto y final, da orgullo decir que los triunfadores de la noche fueron las bandas de casa ofreciéndonos una profesionalidad que se sobresalía en todos los aspectos.

Xènia Senserrich