CRÓNICAS: LEYENDAS DEL ROCK, VIERNES – En la variedad está el buen el gusto

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Damos los buenos días otro día más en la zona de camping, donde en la noche el respeto por el descanso de los compañeros fue un poco escaso, y grupitos de campistas se dedicaron a charlar, reir, poner música, todo esto a voz bastante alta como para no dejar dormir a nadie. Por suerte tengo mi abono a la piscina de la que puedo disfrutar toda la mañana y sorprendentemente el ambiente es muy tranquilo y relajado y muchos de los usuarios aprovechan para seguir durmiendo bajo la sombra de los árboles y con las pruebas de sonido de música de ambiente.

DYNAZTY

La banda de power metal de Nils Molin, también cantante de Amaranthe) sería quien diera el pistoletazo de salida a la tarde del viernes, a las 16:40 sin poder ser más puntuales de lo que son, y con la ola de calor azotando el secarral de Villena.

Esta banda tiene ocho discos en su poder que como un calendario bien ajustado han ido sacando cada dos años, siendo el último Final Advent, salido en el 2022 y que mejor ocasión para presentar un poquito de él que en una gira y sus actuaciones en los festivales veraniegos, y así fue que de este disco tocaron Natural Born Killer, Yours y Power of Will.

Su actuación fue impecable para ser los primeros cincuenta minutos de la tarde, y animaron al público que se notaba que ya tenía ganas de fiesta.

BLEED FROM WITHIN

Este grupo fue el descubrimiento total del festival. Cuando la gente que te conoce te dice que has de ver tal banda que te va a molar, no dudes de ello.

Ellos son una banda escocesa, provenientes de Glasgow, se formaron en 2005 y su género es el metalcore.

Su cantante Scott Kennedy bromea con el tópico de que a los escoceses nadie les entiende cuando hablan por su pronunciación pero todos en el Leyendas le vitorean cuando pregunta si nosotros le entendemos.

Empiezan su show con Stand Down y es difícil pararse quieto sin mover la cabeza desde el primer segundo de actuación.

Pese a tener varios álbumes, la gran mayoría de los temas que presentaron fueron de su último disco del 2022, Shrine, a excepción de Into the Nothing, Pathfinder y The End of All We Know, que son de su anterior disco del 2020, Fracture.

Pese a ser la segunda banda de la tarde, donde el sol aún apretaba, y no paraban de rociar al público con la carcher para mantenernos frescos, el público ya empezó a hacer los primeros mospits y a disfrutar como locos saltando y agitando las cabezas.

Una gran actuación de una hora de duración que ya nos estaba poniendo a todo para lo que vendría.

NAPALM DEATH

Napalm Death era la primera vez que los veía en directo y pese a ser una banda que desde pequeña me ha gustado mucho en lata, reconozco que me llevé una pequeña desilusión allí. No se si el comportamiento lunático de su cantante, que no hacía mas que pedir continuamente que no pusieron humo en el escenario (cuando no había humo, sino que quizás lo que veía era el rocío de la carcher) o la actitud de un público algo más agresivo, o el que yo no estuviera preparada para verlos a esta hora de la tarde. Fuera lo que fuere, ellos hicieron un bolo impresionante que yo no pude llegar a apreciar con gusto.

Scum, Suffer the Children o Nazis Punks Fuck Off, fueron varios de los temas escogidos para la jornada del viernes y la actuación de la banda que comprendió sus buenos sesenta minutos.

KORPIKLAANI

Empezaba a entrar la noche y el cambio de tercio lo marcaba la banda finlandesa de folk Korpiklaani.

Desde que se fundaron el 2003 ha sido una banda que no ha parado pero de la que no había tenido ocasión de poder verla aún en directo.

El festival se revolucionó con sus temas más festivos y bailongos, Happy Little Boozer, Vodka, Levan Polkka… todo el concierto fue un desfile de gente surfeando sobre el público, unos tras otros, empezaban desde atras de ambos lados del escenario hasta llegar al foso. No fueron pocas las ganas que me dieron de unirme pero se perdía en inicio de la cola entre la multitud.

Casi se podría decir que este fue uno de los conciertos más buenos de toda la tarde del viernes y eso que aún quedaban muchas mas bandas por llegar.

Sesenta minutos después y un pequeño viaje por toda su discografía despedían a los finlandeses desde el escenario Azucena y dejaban a un público más que satisfecho.

BULLET FOR MY VALENTINE

Aunque Bullet For My Valentine tenía que ser el pelotazo de la noche del viernes, parece que pinchó un poquito y pese a que el recinto estaba muy muy lleno, no tenía ni punto en comparación con el día anterior durante el directo de Megadeth, claro que Bullet cuentan con un público que se vió menos enfocado en lo que al festival al completo se refiere.

La banda galesa de base Nu Metal y Metalcore dieron un excelente show abriendo la noche con Knives, del álbum sin nombre, editado en 2021, y recorrieron su discografía con otras canciones como Your Betrayal(2010), Scream Aim Fire (2008), o con la que dieron fin a su concierto, Walking the Demon, también de su disco Scream Aim Fire. El concierto más largo de la noche, con noventa minutos, que a estar horas del día ya se empezaban a hacer eternos y aprovechas para ir a buscarte algo de cenar antes de que todo el recinto se movilice a hacer lo mismo.

DRAGONFORCE

Dicen que en la variedad está el buen gusto, y la organización del Leyendas nos lo dejó claro dando cabida a todos los subgeneros del metal para que nadie del variopinto público quedase insatisfecho durante toda la tarde del día de hoy. Y es que ahora pasábamos al Power Metal, de la mano de la banda británica de Herman Li.

Ya os hablamos de ellos en su paso por Barcelona junto con Warkings y Powerwolf (puedes leer la crónica aquí) y tras el pedazo de directo que ofrecieron, no podíamos quedarnos sin asistir a este gran formato.

Aunque todo parecía algo más frío con el escenario tan grande, y el aire que se levantó de nuevo durante la noche, ya se encargó la banda de caldear el ambiente, con un montón de fuegos artificiales, llamaradas, incluso una plataforma central que se elevaba mientras hacían sus solos Alicia, Herman y Sam.

De nuevo hacían su entrada con Highway to Oblivion, siguiendo Fury of the Storm, The Last Dragonborn, Ashes of the Down, y uno por uno todos los temas que han estado haciendo en su repertorio durante la gira, aunque esta vez, reduciendo su tiempo, para dar cabida los mejores temas dentro de sus setenta minutos de concierto.

No faltaron sus máquinas recreativas a los lados del escenario, pese a que una de ellas ya tenía la pantalla rota y no reproducía imágenes, pero aún así, la funcionalidad de poder subirse a ella para tocar, seguía estando.

El maravilloso cover de My Heart Will Go One puso al público del revés y fue aún mejor cuando acabaron su concierto con Angus McSix, que apareció ataviado con su atuendo para cantar junto a Mark, Through the Fire and Flames.

ANGELUS APATRIDA

Si algún grupo puede cerrar el cartel del día más largo por todo lo alto, estos son los de albacete, Angelus Apatrida, que pese a haber concluido su gira Indoctrinate, no han parado ni un solo momento en hacer conciertos, acompañándolos de la grabación de su nuevo disco Afltermath.

De nuevo el humo y las luces super tenues en rojos, azules o verdes predominaron en la noche, haciendo también nuevamente, que el intentar tomar una buena fotografía, fuera una tarea bien difícil, así que el disfrute del concierto y de sus grandes temas fueron la bandera de la noche en lugar del saber que pasaba sobre el escenario.

Bleed the crown, Indoctrinate, One of Us y Vomitive, fueron bloque principal de su setlist, donde como era de esperar, el público se abrió camino y empezó a rodar sin parar, aunque en un ambiente bastante distinto al año pasado, menos respetuoso y menos divertido.

Aún así, la actividad que había sobre el escenario y la calidad musical hacían que disfrutaras de cada nota y cada acorde que sonaba.

Guillermo que sobre las tablas, daba instrucciones al público para que formaran un gran circle pitt rodeando a David, que a su vez había bajado a la arena con su guitarra, mientras daba la tonadilla introductoria del siguiente tema, fue lo más costoso de hacer de la noche. El público se acercaba a él, le saludaba, le tocaba la guitarra o se querían hacer fotos, mientras el pobre no tenía forma de que le hicieran caso. Aún así siguieron con su concierto, y tocaron para acabar el segundo bloque de la noche Violent Dawn, We Stand Alone y para acabar Give’ Em War. Los mejores setenta minutos de la noche que harían que el público quedara ya agotado y se fuera retirando, dejando muchísima menos asistencia a las bandas que iban a dar el punto y final.

EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO

Y mientras Dry River empezaban a sonar en el Jesús de la Rosa, donde desgraciadamente tuvimos que elegir que ver, aunque la elección fue clara, ya que a esta banda la cubriríamos en adelante en el Ripollet Rock, nosotros asistimos al tan ansiado concierto del festival, ya que hacía más de un año de la última y la primera vez que los pude ver, fue El Altar del Holocausto.

Que mejor manera de acabar esta pedazo de noche de variar infinita que con una de las mejores bandas de post-rock del momento. Los encapuchados salmantinos que nos piden por sus redes que acudamos siempre a sus homilías, y que basan toda su música en la religiosidad cristiana, con tres discos ya a las espaldas y el reciente sencillo «De Euforia y Nostalgia» nos dieron los mejores cincuenta minutos de la noche y los que se hicieron desgraciadamente más cortos, dado que con siete de sus temas de larga duración abarcaron toda la duración del concierto.

No faltaron entre su elección de temas, los Actos I y II, su nuevo De Euforia, o para terminar, con un mini wall of death incluido, Lucas I 26-38.

El público se dividía en gente que ya los conocía y otros que aún no sabían de su existencia, pero por rumores o comentarios habían sentido la curiosidad de acercarse a poder comprobar por sí mismos, que esta banda es sumamente especial, que su música te llega a cada centímetro y milímetro del cerebro y que se cuela por los poros de la piel instalándose dentro de ti para no poder dejar de escucharlos nunca más.

Con ellos y las emociones a flor de piel abandonábamos pasadas las cuatro de la madrugada el recinto de Villena en el día más intenso de todos.

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