CRÍTICA: CAVALERA – Schizophrenia
Esta regrabación de “Schizophrenia”, el mítico segundo álbum full-length de Sepultura, viene a completar lo que Max Cavalera denomina la “trilogía del tercer mundo”, precedida por el EP “Bestial Devastation” y el álbum “MorbidVisions”, cuyas regrabaciones por parte de Cavalera (denominación actual de la banda de los hermanos Max e Iggor) vieron la luz hace casi un año, con buena repercusión en el ambiente metálico internacional.
Por un lado, resulta lógico concluir la saga de regrabaciones con “Schizophrenia”, ya que se trata del álbum previo al gran impacto global de Sepultura, la última placa 100% brasileña del grupo mineiro. Porque si bien su sucesor “BeneaththeRemains” fue grabado en un estudio de Rio de Janeiro, el mismo fue mezclado en Florida, en los míticos estudios Morrisound de Scott Burns, con miras a su edición internacional por Roadracer/Roadrunner Records.
Por otro lado, esta revisión implica jugarse a grabar de nuevo un material icónico sin uno de sus principales protagonistas. Habiendo ingresado a la banda en ese mismo año 1987, en “Schizophrenia” Andreas Kisser tuvo una participación muy activa en la composición y grabación. Y justamente Kisseraunpermanece en Sepultura, en plena gira despedida del cuarteto thrasher.
Antes de repasar las canciones que integran la placa, debo decir que “Schizophrenia” es uno de mis discos fundamentales, el primer álbum que escuché de Sepultura y gracias al cual comencé a apreciar el metal extremo. Aclaración necesaria para que comprendan la mirada crítica y por momentos subjetiva con la que me acerqué a esta regrabación.
Ahora sí, vamos a darle play (o a poner la púa sobre el disco).
La placa abre con la Introtenebrosa, bastante similar a la original, aunque aquí lo que antes eran violines ahora parecen ser sintetizadores. Al final del track se oye la pista invertida con la voz de Max pronunciando el título del álbum.
Enseguida FromthePast Comes theStorms desata toda su furia, enun potente y filoso arranque a puro riff y machaque. La voz retocada y con reverb de Max marca la primera diferencia notoria: se nota el sonido pulido y una producción más moderna, perdiendo crudeza. El solo de guitarra, a cargo de Travis “Eviscerator” Stone (PigDestroyer, Noiser, Desolus) es correcto, pero queda un poco enterrado en la mezcla. Se extraña el carácter de los arreglosen la batería de Iggor, que en 1987 sonaban frescos y orgánicos y acá se perciben como algo agregado al pasar. Así y todo, prevalece un enfoque oldschool que preserva la identidad de esta composición y las subsiguientes.
En tercer lugar, To the Wall sostiene la energía,pero, a la vez, Cavalera suena como un grupo más del género. No es una banda que está dispuesta a comerse el mundo. Y se nota. Esto último afecta a la obra, que pierde sorpresa y sólo entretiene a quienes ya la conocemos. Cuando Max grita “Oh God!” uno no obtiene ni por asomo la carga dramática de la versión original. Aquí, la guitarra funciona mejor en los machaques. Además, el cierre del tema posee un aura envolvente que le sienta bien, donde el bajista Igor Amadeus “Sorcerer” Cavalera (hijo de Max) tiene la oportunidad de lucirse con su destreza.
En Escape to theVoid,la guitarra cobra mayor notoriedad desde el inicio y el machaque logra contagiar, o al menos ya nos vamos olvidando del álbum original y estamos más inmersos en el mundo que nos depara esta recreación. La intensidad está presente, hay pasajes filosos con atmósfera asfixiante y logrados cambios de ritmo.
InquisitionSymphony cierra el lado A.Se trata de una pieza bastante similar a la original, aunque un poco más endurecida en su despliegue de riffs y machaques. Arreglos de sintetizadores en algunos pasajes le aportan un aura musical oscura, al estilo MercyfulFate, que proporciona muy buenos resultados para el oyente.
ScreamsBehindtheShadows da comienzo al lado B ostentando su característico riff dinámico. La voz aprisionada de Max apaga un poco la experiencia. Aunque, para un joven que quizás nunca escuchó el “Schizophrenia” de Sepultura, escuchar un tema así navegando por la web puede resultar un impacto total y la puerta de entrada a un nuevo mundo. Como un viejo zorro, Max aun despliega algunos trucos vocales aquí y allá que despabilan nuestra capacidad de sorpresa; y eso es destacable.
Por su parte, el de SepticSchizo es uno de mis estribillos preferidos de todos los tiempos, el cual aparece tras un intenso machaque. No obstante, me sigue invadiendo esa sensación de que algo le falta. Tiene fuerza, intenta tener furia, pero no logra generarme lo mismo que aquel de 1987. Cuando de regrabaciones se trata, la comparación es inevitable.
El interludio TheAbyss ahora es completamente diferente. Ya no es un instrumental basadoen la guitarra acústica, sino que se oye una melodía de sintetizador sobre lo que parece ser el sonido crujiente de una fogata encendida.
R.I.P. (Rest in Pain) sigue siendo el gran cierre que todo gran álbum necesita. Intenso, rápido, machacante, sin respiro, acá todo funciona de la mejor manera, con Cavalera funcionando como una banda perfectamente ensamblada.Más allá de que, a esta altura, resulte redundante afirmar que es imposible suplir la guitarra de Andreas Kisser.
Al igual que las regrabaciones previas, todo concluye con un nuevo track: Nightmares of Delirium es violento, oscuro e intenso, funciona bien para clausurar esta nueva versión del álbum y abre la puerta a una continuidad compositiva que sería interesante que los hermanos Cavalera pudieran seguir: ofrecer material fresco, inspirado en sus raíces, pero con la impronta vital del presente. Ojalá se animen, ya que a juzgar por los bonustracks incluidos en las tres regrabaciones, tienen material efectivo para seguir explorando. Como dato extra, para este tema final Igor Amadeus Cavalera aportó las letras y también una participación vocal.
A modo de conclusión, puedo decir que el “Schizophrenia” original de Sepultura es uno mis álbumes favoritos de todos los tiempos y vuelvo a él varias veces por año. El “Schizophrenia” de Cavalera es un disco para recordar de manera anecdótica y bien logrado desde el punto de vista de preservar su esencia. Pero el hecho de que su regrabación haya acontecido, no parece tener demasiado sustento. Es un buen producto, eso sí.
Nuclear Blast Records (2024)
Puntuación: 7/10