Seguramente lo primero que pensamos, cuando vimos la actuación en directo de Sabïre, durante el pasado Keep It True XXII alemán de 2019 fue lo siguiente: su vocalista Scarlett Monastyrski recuerda a un joven Blackie Lawless en apariencia, con una propuesta sonora a caballo entre W.A.S.P. y Tank. Es evidente que los australianos nos pillaron desprevenidos en 2018, cuando debutaron con Gates Ajar, su gran EP debut. Resultaron altamente pegadizos y la espera de seis años se nos ha hecho demasiado larga, para poder escuchar por fin su estreno de larga duración, Jätt, publicado el pasado 28 de junio por Listenable Records (mismo sello que lleva a Redshark, banda de nuestro compañero Philip Graves).

Si bien cuentan con una formación completa para los directos, Paul Corben se encarga de la percusión y Scarlett del resto de instrumentos: guitarra, bajo y teclados. ¿Han sido capaces de mantener la esencia de acid metal que generó grandes expectativas en ellos? Lo descubriremos a continuación.

Nos da la bienvenida The Doorway (Entry), con esa lúgubre atmosfera que ya presentaba el inicio de su primerizo EP, como si nos encontráramos en la antesala del infierno. Pure Fucking Hell empieza cañera como era de esperar, con una furiosa percusión. Marca la tónica de lo que estará presente en toda esta joyita: riffs de guitarra eléctricos y chorus hechizantes. A eso contribuye enormemente la duración de las composiciones ya que, excepto en un par de casos que veremos en la segunda cara del álbum, no superan de media los cuatro minutos. Llega la hora del primer sencillo promocional, lanzado ya en 2021: Ice Cold Lust. Por momentos el bajo parece transmitir esa lujuria congelada del protagonista, que quiere desatarse físicamente. El lanzamiento de este LP ha tenido que postergarse hasta ahora, hecho que seguramente haya implicado que tantas canciones se encuentren agrupadas en un mismo disco. Quizás incluso podrían haberlo dividido en dos partes.

I’m a Rock es un medio tiempo que destila puro aroma glam. El ya tópico sexo, drogas y rock and roll, que tanto popularizaron en su día bandas como Mötley Crüe. Just a Touch of Acid es de lo mejorcito del disco, recuperando ese tinte speed. Después de unos gritos de Scarlett muy BDSM, se marca otro solazo a las seis cuerdas. En la hard rockera Alone Again, nuestro narrador expresa que, si bien siente anhelo amoroso, nadie puede cambiar su manera de ser y necesita su espacio para brillar. La totalmente macarra Call me Bastard pone fin a la cara A de esta gloriosa grabación. Seguramente se vuelva de las favoritas de los seguidores en directo, ya que transmite una energía contagiosa.

En The River vamos a dar la bienvenida a la segunda parte de este disco entre sonidos del agua, la acústica de la guitarra y unos susurros. Evocando pura tranquilidad, ciertamente se siente como un giro brutal después de Call me Bastard

Justo inmediatamente después abrimos con una balada que desprende un sentimiento increíble gracias a la voz Scarlett Monastyrski (que, os debo confesar, se ha vuelto una de mis obsesiones de este álbum), el tema en cuestión se titula The Last Day y es simplemente preciosa con ese rollazo ochentero que destila todo el disco con un toque bastante más lento acompañada de cerca por el teclado. No puedes evitar transportarte de golpe al videoclip con ese aire súper retro y esos tintes melancólicos que emanan de toda la canción. No podía ser de otra manera, el tema termina con un fade out al más puro estilo de la década de los 80, sé que hay gente que odia este efecto pero yo personalmente lo adoro con toda mi alma.  

Después de la calma volvemos a la caña y comienza Toxic Man, en la que hacen referencia a esos conceptos masculinos de ser el salvador de la chica y no dejarla escapar nunca, todo ello por amor. Es un tema súper pegadizo con unos riff muy melódicos y justo en el minuto 2:20 el tempo se ralentiza dando paso a un solo de guitarra. El siguiente tema, Your Rending Hands, es una de esas canciones que son la seña de identidad de Sabïre, con un ritmo más veloz que las dos canciones anteriores acompañada de una batería muy potente. El tema dura sus buenos 6 minutos, pero puedo confirmaros que es una de mis canciones top del disco. 

Chained Down comienza con el sonido de unas cadenas chocando contra lo que podemos intuir es una puerta. Es un tema a medio tiempo que funciona bastante bien y no pierde el toque en ningún momento con unas guitarras destacando a tope a lo largo de la canción. Para seguir, volvemos a bajar revoluciones con The Shadow in my Heart, otra balada. Se nota bastante la diferencia con respecto a The Last Day, porque la primera está completamente en acústico hasta llegar al minuto 2:42, que entra la batería en todo su esplendor para después marcarse un solo de guitarra que derrocha pasión. La tranquilidad ha durado poco. 

Esto se va terminando y antes de marcharnos toca hablar de Rip, Rip, KILL! Comienza con unos gritos ensordecedores y acto seguido entran a plena velocidad guitarras, batería y bajo todo al completo. Esta canción es poderío en su máxima expresión con un batiburrillo de voces, coros, riffs de guitarra y la batería con un bombo bastante potente. Para finalizar tenemos The Stairs, la última pista y muy en el estilo del inicio tenemos una mezcla de sintetizadores junto a las voces con aires robóticos y por momentos susurrantes. Es un tema perfecto para cerrar este viaje en el que nos hemos embarcado. 

Como conclusiones, se trata de un pedazo de álbum. Si queréis hard rock ochentero este es vuestro disco al 100% porque os va a enamorar del todo, no en vano a unos servidores les ha flipado. Tiene un estilo muy personal que aunque recuerda a otros grupos saben distinguirse bastante bien, una de sus señas son las voces que parece hayan sido grabadas en una habitación sin ningún mueble alrededor dándole de esta forma un eco muy característico. La única pega que le podríamos poner al álbum es su larga duración, casi se siente como si fuesen dos discos, pero aún así, nos ha encantado y esperamos verlos muy pronto en directo porque estamos seguros que no nos van a defraudar. 

Autores: Jacqueline y Pere Guiteras.

Listenable Records (2024)

Puntuación: 8/10.

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