Debido a unos problemas (nunca deseados y felizmente solucionados gracias a la amabilidad de la tourmanager de Pure Reason Revolution) no llegamos a tiempo de ver a la banda británica de rock progresivo, Pure Reason Revolution. Fue una lástima porque venían precedidos de una buena fama en directo pero nos quedamos con las ganas de comprobarlo.

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Porcupine Tree – Sala Apolo 11/10/2008

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Debido a unos problemas (nunca deseados y felizmente solucionados gracias a la amabilidad de la tourmanager de Pure Reason Revolution) no llegamos a tiempo de ver a la banda británica de rock progresivo, Pure Reason Revolution. Fue una lástima porque venían precedidos de una buena fama en directo pero nos quedamos con las ganas de comprobarlo.

Debido a unos problemas (nunca deseados y felizmente solucionados gracias a la amabilidad de la tourmanager de Pure Reason Revolution) no llegamos a tiempo de ver a la banda británica de rock progresivo, Pure Reason Revolution. Fue una lástima porque venían precedidos de una buena fama en directo pero nos quedamos con las ganas de comprobarlo.

Así que tras ellos, saltaron entre una luz blanca Steve Wilson y compañía para deleitarnos con su maravillosa puesta en escena y sus inolvidables canciones. La primera en sonar fue «Normal» y ya con ella, hicieron ver la comunión entre la banda y sus fans que corearon la mayoría de las canciones. La gente podría achacarles lo difícil que puede ser su directo ya que estamos hablando de una banda que no es de las denominadas «easy listening», sino una banda dotada de una gran complejidad en sus creaciones y con unos músicos que no son propensos a «animar el cotarro». Pero esa noche dejaron claro que eso es claramente discutible y con canciones como «Blackest Eyes», «Cheating the Polygraph» o «Dark Matter», lo único que se puede hacer es ovacionarlos una y otra vez ante tal maestría compositiva y musical.

El sonido que tuvieron esa noche podríamos calificarlo de perfecto y si entre la perfección de Steve, los teclados de Richard con sus diferentes atmósferas, los finos solos de guitarra de John Wesley y el golpeo de Gavin, le sumamos lo antes reseñado solo podemos encontrar como resultado un equilibrio tan sumamente perfecto que es fácil de siquiera acercarse a él. El setlist se compuso de numerosas canciones que iban tocando cada uno de sus discos y fases de su carrera. En la recta final sonaron canciones como «Prodigal», «Half Light», «Sleep Together», «Trains» y por último «Halo», que dejó con un gran sabor de boca a la gente que abarrotaba a más no poder la sala Apolo de Barcelona. Fueron unas 2 horas más o menos de perfección y que aunque como es normal, se dejaran en el tintero muchos temas y grandiosos discos por tocar, podríamos calificar su show como ENORME de pies a cabeza.

Podríamos concluir diciendo que esta banda británica es de las pocas que hace que 2 horas se te pasen como 5 minutos de nada y que su líder y frontman Steve Wilson es un superdotado de la música contemporánea.

Sergio F.

Fotos por Vic A. Granell

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