HIM – Sala Razzmatazz, 04/03/2008

Esta vez me tocaba asistir a la afamada sala barcelonesa Razzmatazz para ver a los fineses de HIM teloneados por unos grandes PARADISE LOST. Algo extraño debido a la gran trayectoría y calidad de los ingleses de Nick Holmes que tienen en su haber joyas como «Draconian Times», aunque últimamente no se encuentren en su mejor momento, abriendo a una banda de superventas para quinceañeras con una carrera un tanto irregular y un estilo completamente distinto al de sus teloneros. Era la primera vez que me acercaba a un concierto de tal índole, y lo cierto es que pocas veces había visto una sala Razzmatazz 1 tan llena como con estos fineses. En general y en el centro de la sala, un público muy joven, incluso algunos que no pudieron entrar por no llegar a la edad legal para entrar a la sala.

Nick Holmes y su banda no se hicieron de esperar, subieron puntuales al escenario en compañía del single de su último álbum «In Requiem», llamada «The Enemy». El sonido desde un primer momento fue excelente, pero no lo fue la luz, ya que en ocasiones escaseaba de gran manera. Estaba claro que PARADISE LOST tocarían poco tiempo ya que una banda telonera tiene que recortar un poco su setlist, el cual esperábamos repleto de temas de su último trabajo y, siendo conscientes del público que tenían aquella noche, lo más seguro es que su setlist se centrara en la segunda parte de su discografía, mucho más accesible y acorde con el tipo de concierto en el que participaban. Con un público como el que se congregaba en la sala aquella noche no sería fácil meterse a los seguidores (principalmente seguidoras) de HIM en el bolsillo, pero a los fans de PARADIE LOST se les distinguía a la legua.

Ya una vez sobre las tablas abrieron el concierto con su single «The Enemy» de su último redondo, «In Requiem», bien acogida por la parte del público (la minoría) que se reunió alli para verles o asistió al concierto únicamente para ver a la banda de Nick Holmes. A partir de ahí siguieron tocando temas de su época peor acogida por los seguidores de discos como «Draconian Times» o «Shades of God». El público seguidores de los ingleses se animó cuando tocaron «Mystify», de su disco «Symbol of Life», seguidos de una comercial «No Celebration» y otro tema que gran parte del público de Razzmatazz coreó aquella noche, uno de los clásicos de la banda, «Erased». A pesar de que su setlist se centrara, principalmente, en su último CD «In Requiem», volvimos la vista atrás y nos deleitaron con temas como «One Second», una de las más coreadas de la noche, «So Much is Lost», «The Last Time» y un tema que no puede faltar en ninguno de sus directos y lo cierto es que no había mejor forma de cerrar aquel concierto, «Say Just Words».

La banda dio un concierto muy correcto, sabiendo en cada momento qué papel les toca realizar en esta gira, y un Nick Holmes más animado de lo habitual, ya se sabe que esta banda no suele ser un torpedo sobre el escenario precisamente. Un concierto muy correcto aunque a todos los seguidores de este grupo nos hubieran gustado más temas clásicos, supongo que eso tocará cuando hagan una gira como cabezas de cartel, ya que en un tour con HIM esos temas no tienen demasiada cabida y, mucho menos, una buena acogida por parte del público.

Con 20 minutos de retraso aparecieron su majestad infernal, los esperados HIM y creo que nunca, en 20 minutos, había escuchado tantos gritos enloquecidos en un concierto.

El concierto comenzó con «Dexter» como intro seguida del tema «Passion Killing Floor», de su último disco «Venus Doom», todo hay que reconocerlo, con unos riffs de guitarra al inicio de quitarse el sombrero. Después de este nuevo tema llegaba la primera sorpresa y regalo para los seguidores de siempre de esta banda, le tocó el turno a la mítica «Right in my Arms», de su archiconocido «Razorblade Romance». Con pocos temas ya puede comprobar que, musicalmente, iba a ser un concierto correcto, tan sólo había escuchado críticas destructivas acerca de HIM y, sin ser músicos virtuosos, cumplen con su labor. Otra cosa es la puesta en escena, nada espectacular para su nivel y una banda demasiado fría, haciendo caso omiso del público, en especial su vocalista, Ville, que no paraba de beber, fumar y reír con sus compañeros de grupo; es increíble la parsimonia que tiene este hombre cantando. Para los que, como yo, casi no conocíamos a HIM y tampoco teníamos demasiadas ganas de verlos ni de escucharlos, con un poco más de movimiento y contacto con el público nos podría haber gustado, pero en lugar de éso, fue un concierto aburrido de sobremanera. Otra cosa que cabe recalcar es que tocaron sus «himnos» casi seguidos, de forma que dejaron los más actuales para el final, y lo cierto es que «Venus Doom» parece no haber sido demasiado bien acogido ya que cuando tocaban temas de este trabajo la gente parecía perder todo el entusiasmo. Valo no paraba de añadir algún que otro detalle a la mayoría de canciones que, bajo mi punto de vista, en lugar de sorprender lo dejaban en evidencia, cómo hacer algún que otro agudo al final de sus temas, cosa no recomendable con una voz tan grave como la suya, en ocasiones éso también llegaba a aburrir; no se pueden alargar los himnos del grupo 2 minutos en agudos y demás «virguerías» con las que destrozarlos.

Siguieron tocando su famoso álbum rosa, «Razorblade Romance», casi del tirón, y le llegó el turno a la versión de Chris Isaak «Wicked Game». A pesar de ir recorriendo todos sus clásicos, el momento álgido de la noche llegó cuando tocaron «Poison Girl», «Your Sweet 666» y «Join me in Death». Todos agradecimos este homenaje a su mejor y más conocido disco, pero lo cierto es que podrían haber intercalado los temas con algunos nuevos, ya que, después de este tributo a su álbum rosado, la euforia de la mayoría del público desapareció. Todo el público agradeció este gesto por parte de la banda, supongo que, sobretodo, los que estábamos allí para ver a PARADISE LOST y a penas conocíamos temas de los finlandeses, cosa que a su engreído vocalista pareció darle absolutamente igual. Quizás el día en que Valo respete a la gente que le da de comer (o de beber) ganen puntos en directo.

Después de fundirse casi entero el «Razorblade Romance» poco más destacable se podía esperar, así que ahora tocaba esperar un repaso al «Deep Shadows and Brilliant Highlights» pero, lamentablemente, no ocurrió, en su lugar se aventuraron a tocar una algo más oscura y larga (nada más y nada menos que 10 minutos de canción), «Sleepwaking Past Hope», un tema en el que se pudieron lucir todos los miembros del grupo y, sinceramente, dieron mucho la talla, seguramente lo más destacable de ese directo. Y después de este tema de su último disco volvieron a tocar un tema del «Love Metal». Un setlist muy variado que volvió a animar al público con un muy bien escogido «Funeral of Hearts», con el que la gente se volcó por completo. Lo cierto es que después de ese repaso a «Razorblade Romance» no se podía esperar demasiado del concierto, y no me equivocaba, el resto del concierto fue muy aburrido, completamente lineal, así que, después de un muy correcto «Funeral of Hearts» era el turno de los bises, Valo emuló marcharse con un seco «bye» para volver minutos más tarde al escenario y los temas encargados de poner punto y final a aquel monótono concierto fueron «In Joy and Sorrow» y «Pretending».

Consiguieron llenar con creces una gran sala Razzmatazz, como cada
vez que nos visitan, y es que las superventas no tienen por qué ser símbolo de respeto al público ni de calidad sobre las tablas, aunque lo cierto es que musicalmente estuvieron correctos, pero actitud un 0.

Tania Giménez