BETHLEHEM – Dictius te Necare (1996)

BETHLEHEM son, posiblemente, uno de los mejores grupos de Doom/Black Metal (o Dark Metal), culpables de que existan muchas bandas que parecen emerger hoy en día y lo han dejado más que claro en discos como su debut «Dark Metal» o su segundo «Dictius te Necare», del que voy a hablar ahora.
Para seguidores de su última era este disco será solo un experimento exraño de los alemanes, para amantes del Black Metal e incluso Doom Metal, este segundo larga duración de la banda puede ser considerado un auténtico diamante en bruto.

Desde el primer segundo del disco ya escuchamos un grito desgarrador de Landfermann, un grito emocional y espeluznante como los que predominan a lo largo de todo este disco (incluso a veces no parecen ser humanos), gracias a ello «Dictius Te Necare» emana una atmósfera terrible de dolor y desesperación, muy ligada a sus letras relacionadas con vivencias personales de algunos componentes de la banda, siempre sobre muerte. Lo cierto es que, a pesar de que muchos no entendamos gran parte de las letras debido a que están en alemán, la grandeza del álbum reside precisamente ahí, la increíble manera que tiene de hacernos sentir esas sensaciones casi únicamente con la voz que es, sin duda, lo que hace único al grupo.

Si queréis saber lo qué era BETHLEHEM, con solo escuchar el primer corte, «Schatten aus der Alexander Welt» (me atrevería a decir que mi preferido de toda su carrera) os haréis una idea más que aproximada. Una clara muestra de que ésto es Doom/Black en su mejor forma y una buena manera de mantener intereasdo al oyente gracias a la intensidad de su música y la atmósfera tan real y viva.

El redondo se balancea entre canciones con pasajes lentos y oscuros dónde los riffs de guitarra y las melodías construídas a partir de éstos dan un sentimiento intenso de amargura y la sección rítmica crea un fuerte muro de sonido, éso con Landfermann dejándose el alma interpretando las letras de una forma realmente extrema, partes prácticamente experimentales y ambientales, y momentos más orientados hacia el Black Metal, con baterías rápidas y con todos los miembros del grupo desatando de la mejor forma sus emocionas de ira y dolor de una forma devastadora con el cantante sonando realmente retorcido, aullando en una de las formas más extremas que jamás he escuchado. Sin duda una gran interpretación, entre lo enfermizo, paranóico y desolador y con distintas facetas, pero siempre genial, tanto con los alaridos, aullidos, gruñidos o en las partes recitadas, siempre de esa manera tan dolorosa. Otro elemtno importante es el uso de piano y teclados que dan otro enfoque y realzan el aspecto tenebroso del redondo.

Los riffs de guitarra están realmente trabajados, no podrían encajar mejor con el sonido de la formación, sonando tanto distorsionadas o con un sonido acústico, evocando emociones de pesar y por otro lado atmósferas de amenazadora serenidad. El bajo también juega un papel importante dentro del combo y no es, en absoluto, peor que cualquier otro elemento del grupo; tiene el groove ideal para un disco como éste y la batería lo acompaña en todo momento, ayudando a que a veces el ritmo se imponga ante todo, en ocasiones veloz y a veces más lineal, pero siempre en un sitio y sonando más que correctamente.

Me es imposible cerrar esta review con algo que defina brevemente al plástico o recomendarlo a cierto tipo de público. Lo cierto es que es algo demasiado especial como para poder lograr entender lo que he descrito a lo largo de toda esta review o hacerse una remota idea ya que es prácticamente imposible explicar únicamente con palabras un álbum que emana tantísimo sentimiento y personalidad, un sonido único.

Supongo que la frase que aparece en el libreto, «Este disco está dedicado a todas las víctimas de suicidio» lo dice todo.

Tania Giménez