Cuando pensamos en Old School Death Metal lo primero que se nos viene a la cabeza es Suecia, pero otra de las grandes escenas sucedió durante la misma época en Holanda, un claro ejemplo de ello son ASPHYX.
Siempre he utilizado esta sección para brindar una especie de tributo a piezas que han significado algo para mí, y por ella han pasado obras nuevas, viejas... pero que, casi siempre, han significado algo no solo para nosotros, sino para la música. Resumiendo, discos que, en la mayor parte de los casos, han terminado convirtiéndose en obras maestras de cada formación. Por lo tanto, es para mí un honor presentar este "Last One on Earth". " />

ASPHYX – Last One on Earth (1992)

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Cuando pensamos en Old School Death Metal lo primero que se nos viene a la cabeza es Suecia, pero otra de las grandes escenas sucedió durante la misma época en Holanda, un claro ejemplo de ello son ASPHYX.
Siempre he utilizado esta sección para brindar una especie de tributo a piezas que han significado algo para mí, y por ella han pasado obras nuevas, viejas… pero que, casi siempre, han significado algo no solo para nosotros, sino para la música. Resumiendo, discos que, en la mayor parte de los casos, han terminado convirtiéndose en obras maestras de cada formación. Por lo tanto, es para mí un honor presentar este "Last One on Earth".

Cuando pensamos en Old School Death Metal lo primero que se nos viene a la cabeza es Suecia, pero otra de las grandes escenas sucedió durante la misma época en Holanda, un claro ejemplo de ello son ASPHYX.
Siempre he utilizado esta sección para brindar una especie de tributo a piezas que han significado algo para mí, y por ella han pasado obras nuevas, viejas… pero que, casi siempre, han significado algo no solo para nosotros, sino para la música. Resumiendo, discos que, en la mayor parte de los casos, han terminado convirtiéndose en obras maestras de cada formación. Por lo tanto, es para mí un honor presentar este «Last One on Earth».

«Last One on Earth» supone, para mí, el mejor álbum de la carrera de estos holandeses y, ellos, la mejor banda dentro de este género de los Países Bajos (que además, tengo que decir a su favor que nunca han perdido su esencia ni su personalidad; siempre se han mantenido fieles a sí mismos). Además no tan solo se dedicaban a practicar el típico Death Metal de finales de los 80 y principios de la década de los 90, sino que ASPHYX dieron un paso más allá y dieron a su sonido su propio sello, esa mezcla tan bien hecha de Death y Doom y, por supuesto, la voz… aunquela voz más característica y capaz de transmitir la escuchemos solo en sus dos primeros álbumes y el reciente «Death… The Brutal Way».

De este segundo larga duración destaca sobretodo, respecto a su primer «The Rack» (demos aparte) el cambio en la producción, aportando un sonido mucho más acorde con su música, más nítido. Con ésto me refiero a que, por ejemplo, las guitarras siguen siendo igual de pesadas pero sin dañar al resto de instrumentos y la batería también suena mucho mejor (no que suene cristalina), los cambios no parecen en absoluto forzados, ni de ritmo ni sonido, incluso a veces la batería parece ocupar el protagonismo en secciones de algunos temas. También se trata de una obra más violenta y agresiva (lo cierto es que todo encaja entre sí en esta banda, incluso su sonido con sus letras, ya sabéis que el Sr. van Drunen es un «fan» de los temas bélicos y así se deja ver en sus discos y proyectos).

Los cambios de ritmo son otra gran mejora respecto a su predecesor, ya que era más lineal y seguían el mismo patrón de principio a fin. Una buena muestra de ello es el corte que da nombre al disco, el genial «Last One on Earth», el cual podría considerarse un resumen del propio redondo y que sigue la misma fórmula de empezar con ritmos lentos de otros títulos como «The Krusher» o «Serenade in Lead» entre otros. Cambios de ritmo perfectamente ejecutados que parecen haber caído y haberse plantado ahí, sin forzar nada, que aportan más dinamismo a su música y evitan que el oyente caiga en la peligrosa monotonía que estaba constantemente al acecho de su anterior plástico. Hay que decir, que los cambios de ritmo son en toda ocasión totalmente coherentes, está claro que entonces el concepto de bandas de su estilo no era el mismo que el de grupos progresivos o Avantgarde de hoy en día. ASPHYX nunca han dejado de ser Death Metal en estado puro sin tonterías ni extravagancias.

Otra de las mejores canciones del disco es «Asphyx (Forgotten War)» [como ellos mismos han dicho, nada que ver con «Asphyx II (they Died as they Marched) de su último CD]. De las más brutales junto a «Food for the Ignorant»; tiene todo lo que un seguidor de ASPHYX desearía encontrar en una pista suya y, simplemente, todo lo que debería tener una canción del combo que rozase la perfección. Realmente unas de las más dinámicas.

Los holandeses siempre han tenido una identidad muy clara que hacen que su música sea única y fácilmente reconocible. Un sonido realmente pesado (sobretodo en y gracias a las guitarras), ritmos para destrozarse el cuello y otros más densos y lentos; la mezcla antes citada de Death y Doom y el que sea posiblemente el mayor sello de la casa y una de mis características preferidas de la formación; la voz de Martin van Drunen. En este álbum no suena tan parecido a su debut ni a los primeros trabajos de PESTILENCE, aparte de sus growls profundos habituales su registro suele ser más agudo, y lo cierto es que encaja a la perfección con el sonido y ayuda a crear una atmósfera distinta a lo largo de todo el disco. La voz (o gritos), junto con las guitarras que son el epicentro del álbum alrededor de la batería de Bob (que va de secciones parsimoniosas a otras devastadoras, siempre sonando igual de aplastante), crean el ambiente que reina en todo este «Last One on Earth» que, aunque las diferencias sean evidentes, me recuerda o me transmite lo mismo que «Left Hand Path» de ENTOMBED; con esas atmósferas envolventes de ultratumba y aterradoras.

Curiosamente, este fue el último álbum de ASPHYX en el que cantó Martin, lo cual no quiere decir en absoluto que, si no es uno de los mejores vocalistas y frontmen del Death Metal, sí uno de los más característicos. No es de extrañar que uno de los regresos más «admirados» fuera el suyo a la banda el pasado 2007.

Si «The Rack» ya era un trabajo genial, en éste que le sigue, simplemente, mejoraron todos los errores que cometieron en aquel primer título de 1991. Sin duda, un álbum obligatorio para cualquiera que disfrute, aunque sea mínimamente escuchando Death Metal.

¿Queréis saber qué es el Death Metal de la vieja escuela? escuchad ASPHYX.

Tania Giménez

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