Hotter Than Hell Tour

Se abrieron puertas más tarde de lo previsto y, casi a las 9 de la noche, y para mi sorpresa, comenzaron esa noche llena de actitud unos NOTHIN’ TO LOSE con su característico maquillaje oscuro, grupo que me esperaba casi como cabeza de cartel. Una lástima ya que, a esas horas, podíamos ver una sala Mephisto prácticamente vacía, con menos de 30 personas, seguramente no era yo la única persona que no se esperaba que una banda como ellos tocase tan pronto.

En esta ocasión el guitarrista rítmica de NOTHIN’ TO LOSE era el jovencísimo pero genial Rusty Gill (que lleva en la banda 5 semanas), compañero del vocalista, Johnny Gunn en su otro grupo, PEEP SHOW.

A pesar de no ser un grupo demasiado conocido en España (aunque hayan tocado con grupos como CRYSTAL PISTOL, BUCKCHERRY, entre otros) nos dejaron a todos con un buen sabor de boca. Un Johnny Gunn totalmente entregado desde el primer momento, tirando el pie de micrófono desde el momento en el que se subió al escenario y haciendo malabarismos con el micro, buenos y personales solos de guitarra a cargo del guitarrista solista, Mick Priestley, siempre cigarro en boca, y un carismático bajista, Muggsy, también totalmente entregado y bromeando constantemente con Johny Gunn.

Si hay pocas cosas que destacar de Mephisto, una de ellas sería que el sonido de la sala siempre acostumbra a ser bueno, y esta vez no fue una excepción, aunque a penas se podía distinguir la voz de Johnny sobre los instrumentos. Concierto redondo si no fuera por el poco arropo por parte del público que había allí, ya que, realmente, la banda sabía como animar y compenetrarse con la gente desde encima del escenario. En cuanto a espectáculo, sin duda, el mejor de la noche.

Después de esta descarga del rock más cañero y las guitarras más distorsionadas de la noche, había que poner el toque setentero, volver a los años de la psicodelia, los chalecos abiertos y el pelo afro… Y todo esto nos llegó de la mano de los MAJIK.

A medida que iba pasando el tiempo iba llegando más gente a la sala, y con los MAJIK el número de público llegó a ser una cifra aceptable…

Si tuviera que resumir el estilo y directo, tanto a imagen como sonido, se podía resumir en una sola frase… nos devolvieron a la década de los 70.

Clase, buenas melodías, suaves guitarras y voz acorde con el estilo y, como no, imagen también. Con MAJIK el sonido estuvo mejor que con los poco afortunados NOTHIN’ TO LOSE y se podía distinguir perfectamente la voz por encima de los instrumentos. MAJIK fueron, sin ninguna duda, el grupo que puso una nota diferente al concierto, teniendo poco que ver con el resto de grupos que actuaban, con su rock clásico con tintes Soul y Funk, con otra actitud completamente distinta a la que reinaba en este Hotter Than Hell y seguro que, a más de uno, les recordó al propio Hendrix.

Como era de esperar, el público tampoco estuvo demasiado entregado con esta banda, pero esto se solucionó cuando tocaron el clásico de THE KNACK “My Sharona”, que fue uno de los últimos temas que tocaran antes de despedirse del público barcelonés.

Y de Nottingham a Barcelona. Por fin era el turno del grupo de la tierra, los catalanes ’77. Lo primero que llama la atención de esta banda es el sonido tan parecido que tienen a AC/DC, y no son imaginaciones mías, ya que incluso dedicaron un tema a Bon Scott. Un buen grupo, en cuanto a sonido, a cómo saben como hacer disfrutar y, en general, buen grupo en directo, pero con no demasiada originalidad.

No había escuchado demasiado sobre este grupo, pero fueron una grata sorpresa, no me esperaba que una banda tan joven supiera meterse al público en el bolsillo con la maestría con la que lo hicieron estos chavales. Fue la primera vez en toda la noche que vi al público realmente entregado y pasándolo bien con el grupo, viviendo un concierto como lo que es. Una de estas bandas que, después de verla en directo, sientes la necesidad de seguirla bien de cerca.

Por fin llegó el turno de los jóvenes cabezas de cartel y los más esperados por la mayoría del público congregado en sala barcelonesa. Era el turno de los ingleses KID EGO.

De nuevo el sonido dejó bastante que desear en cuanto a la voz, otra vez casi imperceptible, de hecho, a pesar de que la sala acostumbre a tener un buen sonido, la distribución de los bafles deja bastante que desear. Buen espectáculo, los 5 integrantes de la banda totalmente entregados, cosa que parece que se contagió al público, acercándose hasta primera fila y sin dejar de corear absolutamente todas las canciones de su su único álbum, “Ignite The Tide”.

Si cabe destacar la actuación de un componente en concreto sería la del bajista, Rookie que, además de tocar (y bailar) actuaba, cosa que casi todo músico parece haber olvidado o haberle restado importancia, transmitiendo mucha energía y también mencionar al cantante, Zakk, que supo como levantar el ánimo de toda la gente que asistió a su directo. Aún así, absolutamente toda la banda aportó su granito de arena a que esa fuera una de las mejores actuaciones de la noche.

Una de las canciones más coreadas por el público fue el tema de su single y versión de los clásicos NAZARETH, “Hair Of The Dog”, tema que en directo gana muchísimo. Pocas veces me había ocurrido algo así con un grupo, pero lo cierto es que KID EGO es un grupo que hay que ver sobre las tablas, ya que suena muchísimo mejor que e
n disco y nunca está de más ver gente tan joven con tanta actitud.

Pocos defectos se pueden encontrar sobre este concierto, dejando a un margen la organización. Como ya he dicho, bajo el punto de vista de varios de los que fuimos allí, no cuadraba demasiado el orden de los grupos. Además, en el cartel y diferentes flyers sobre este directo se anunciaba que se regalaban discos a los 100 primeros asistentes, cosa que no ocurrió, como tampoco ocurrió esa sesión de Rock a cargo de “los mejores Dj’s”.

Pocas cosas mejores se pueden hacer un viernes noche como apoyar a jóvenes promesas que, poco a poco, van creando su hueco en el Rock y ganando el reconocimiento que merecen. Una noche en la que se respiraba, simplemente, Rock.

Tania Giménez