Ripollet Rock, apostando por el Hard Rock

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Se acaba el verano y sabes que tienes una cita pendiente con el que se está convirtiendo en uno de los mayores festivales gratuitos de la comunidad catalana, el Ripollet Rock. Este festival se organiza desde hace ya más de 25 años y está incluido en su programa de Fiesta Mayor. 

Después de la pasada edición en la que contaron con bandas nacionales tale como Ankhara, Tierra Santa, Zenobia y Angelus Apatrida y donde las medidas covid dieron para poder hacer el festival pero en formato de sillas ubicadas en el público, este año presentaban un cartel con grandes bandas europeas como Eclipse (Estocolmo) o  Victory (Hannover) a parte de las nacionales y potentísimas Evnen, Kilmara y Easy Rider.  

Tras llegar a un Ripollet donde muy bien señalizado encontraba el parking del recinto ferial, aunque luego no tan bien la zona exacta de entrada al concierto (ya dije que soy algo negada con el GPS, no?), nos esperaba una larga cola que ya se había hecho en la calle principal del acceso al recinto y puntuales como un reloj, a las 20:30h abrían las puertas y tranquilamente íbamos entrando los primeros asistentes a disfrutar de la tarde noche. 

Con una magnífica puesta de sol, acompañada constantemente de una tormenta eléctrica que en ningún momento afectó al festival, hicimos una cola relativamente corta para conseguir nuestros tickets de bebida y nos hicimos con algo en la barra. 

Puntuales también daban inicio la banda de black y death metal barcelonesa Evnen.

 Y que manera dar comienzo. Grey Mater era el tema escogido por la banda para calentar el ambiente que ya tenía muchas ganas de fiesta y enseguida se arremolinaron cerca del escenario para coger sitio y disfrutar de este concierto. 

Ellos tienen un álbum, un Ep y un sencillo, y de estos nos dejaron escuchar casi todos sus temas: Angelus Infernalis, Incursus, Signatis,  Amygdala, Falling into the Darkness  y Suffering.  

El sonido era buenísimo aunque durante unos segundos se desconectó y solo podíamos escuchar lo que la banda oía dentro del escenario, pero ellos como si nada siguieron su show adelante mientras el técnico seguro que estuvo sufriendo un ratito para poder arreglarlo rápido.  

Ni cortos ni perezosos tocaron un mix de las bandas Death (Symbolic) y Gojira (Vacuity) que hizo al publico enloquecer y pese a haber un tanto por cierto más de gente que estaba ahí para escuchar hard rock, un pequeño grupito se puso a hacer mosh. 

Pese a ser una banda con relativamente poco tiempo de trayectoria gozan de una gran calidad sonora y musical con una gran potencia tanto en sus temas como sobre el escenario. Maquillados como las bandas más clásicas de Black Metal, Evnen sorprendió a todo el público y a los metaleros que acudimos a la cita.  

Acabado su concierto la gente acudió en masa a la barra y se hizo un despeje mientras en el escenario cambiaban los telones y se recolocaban micros para dar paso a la siguiente banda. 

A ellos los vimos en el RockFest del 2019 y cabe remarcar que entonces me gustó mas su actuación que esta vez. No se si fue el cambio de una banda de metal a una de heavy o que siempre hay una gran diferencia de sonido del foso al resto del publico, pero me dio la sensación de que les faltaba velocidad a sus canciones y que iban a ralentí.  

Ellos son Kilmara, desde Barcelona también y empezaron la noche con The Break Up de su disco Love Songs and Others Nightmares y siguieron con la presentación como ya hicieron pre pandemia de su último disco Across the Realm of Time, tocando sus temas Purging flames, Disciples, The end of the world, My haven, Principles of hatred y Out from the darkness con la que dieron fin a su concierto que tuvo una duración aproximada de 40 minutos.  

Una vez incorporada en el centro del público el sonido ganó bastante. Son también una banda joven pero buena en lo que hacen y que poco a poco están encontrando su sitio dentro de la industria musical.  

En el escenario todos son pura energía, se van moviendo de un lado al otro pudiendo así hacerse ver bien ante su público. 

Una apuesta segura y firme de un buen heavy metal. 

En acabar su actuación, volvimos a tener el parón de cambio en el escenario y algunos ya aprovechaban ese momento para hacerse con algo de comida de las que servían en los foodtrucks en la zona de barra y comida del recinto. 

Presentaban a la siguiente banda, desde Madrid, Easy Rider.  

Easy Rider actualmente cambió de cantante y cabe reconocer que Dess es una de nuestras Queens of Steel desde los inicios de los tiempos, por lo que no podíamos faltar a la cita. Ella viene de Málaga y era cantante en Perversion a parte de otras bandas de versiones hasta que el anterior cantante de Easy Rider, Ron Finn dejó su plaza vacante y ella encajó a la perfección.

 

Sus demás miembros, residentes en la capital española, Javier Villanueva, Dani Castellanos y Jose Antonio Villanueva llevan desde los inicios de la banda en 1988. 

Mucho trabajo y mucho recorrido han dejado a Easy Rider en buen lugar y pese a la pandemia, ellos no han parado de trabajar.  

Abrían su concierto con su tema Perfecta Creación, y no faltaron los grandes temas  Tiempo, The New Jerusalem, Evilution o el que es el primer single de lo que será su nuevo disco The Deal. 

El recinto cada vez estaba mas lleno y quedaban menos huecos vacíos entre la gente mientras la banda reventaba la noche. No es por favorecer, pero creo que fueron lo mejor de la noche. Su power metal progresivo encantó al público. Dessi una autentica front woman y los demás miembros de la banda también dieron un buen show con sus solos y riffs a las guitarras. Se nota que estos chicos saben pisar escenarios y nuestra Queen of Steel cada vez se la ve más cómoda. Aunque comenzó con problemas con su sonido por los auriculares que no consiguió arreglar hasta casi la media parte del concierto, lleva la profesionalidad por delante. Alocada y divertida supo quitarle hierro al asunto y seguir adelante.  

Se me hizo corta su horita que tocaron, pero ojalá los promotores pongan bien el ojo en ellos y tengan la oportunidad de seguir girando para volverlos a ver y poder seguir disfrutando de su música y su show en vivo. Aun así, en su agenda aún tienen unos cuantos festivales a los que asistir, así que si tenéis la oportunidad de verlos, aprovechadla. 

Pasaban las 12 y media de la noche cuando aún entre rayos al fondo en el cielo presentaban a la siguiente banda de la noche. 

Desde Suecia, y sin bajar de revoluciones, salían por todo lo alto los integrantes de Eclipse. Roses on your Grave, Saturday Night y Run for Cover casi seguidas sonaron para dar comienzo a su concierto. 

Su bajista fue sin duda la atracción numero uno de la noche sobre el escenario, brincando desde la batería al suelo y corriendo de un lado a otro. 

Fue increíble como se llenó el recinto que se perdía entre un mar de gente y cabezas hasta el fondo y hacia los laterales. Miles de personas esperaban ansiosas este momento y la banda se hizo notar. 

Hard rock melódico del que mola, el que engancha, fresco y novedoso. 

La gran mayoría de su concierto se basó en la presentación de su último disco Wired que sacaron en 2021 aunque tampoco faltaron grandes baladas Hurt o clásicos como Jaded de su disco Momentum 

Dado que ellos eran la BANDA de la noche, su concierto tuvo una larga duración de 1h y 30 minutos, en la que pudimos ver hasta un solo de su batería a cargo del maestro de los movimientos con sus baquetas.  

Reconozco que hacia mitad del concierto se me empezaron a hacer algo pesados y el concierto demasiado largo, también el cansancio empezaba a apremiar pues ya llevábamos más de 5h de música y quizás los cortes entre bandas para el cambio de escenario hacía que todo fuera algo más lento y tedioso, pero hasta ese momento pude disfrutar mucho de la banda.  

Salieron del escenario tras tocar Never Look Back para tomar aire y volver con su encore,  Twilight y la que volvió a animar y reenganchar al público y los puso a todos a cantar, Viva la Victoria cerrando así su gran actuación a las 2 de la madrugada.  

Tras veinte minutos de espera, y de nuevo puntualísimos, a las 2,20h salían como un remolino a escenario Victory. La banda alemana capitaneada por Gianni Pontillo rompen la bandera de que los alemanes son fríos.  

 

Pese a que se vio un vacío algo considerable durante la primera parte del concierto, el público entró en calor con su tema inicial Are you Ready.  

Destacando un repertorio más clásico, como su sonido, pero con una apuesta firme para un concierto integrado en un festival, tocaron Take the Peace, Standing like a Rock, y Rock the Neighbours, canciones compiladas en su disco del 2006 Fuel to the Fire. 

Su guitarra Mike Pesin junto con Gianni fueron el entretenimiento sobre el escenario. Herman, más comedido no se separaba demasiado de su lateral derecho del escenario, pero eso no quitó a que su sonido firme y contundente fuera clave en la actuación. 

Su look característico con gorro de lana hizo que me picara y me sudara todo el cuerpo con el calor que estábamos pasando en esta noche con tanto bochorno, no quisiera saber cómo estaría sobre él escenario con el calor de los focos. 

Fuera de su disco Fuel to the Fire tocaron Love & Hate, Gods of Tomorrow, Speak Up y The Chek’s in the Mail. 

Gianni se comunicaba con su público en un español bastante fluido que me llamó la atención y me agradó. 

Encaminaban el final de su actuación con dos temas extras Dont tell no Lies y la conocidísima Temples of God.  

Acabada la noche con poco más de la mitad de los asistentes que tuvo el festival en su momento cumbre con Eclipse, el desalojo se hizo cómodo y rápido y gocé de la gran suerte de que el parking señalado por la organización del festival quedara bastante cerquita del recinto. 

La organización sin duda fue de diez, el servicio de barras, donde toda la gente que estuvo dando el callo eran colaboradores con la organización del Ripollet Rock y no pararon ni un segundo. El escenario e iluminación magníficos, el sonido buenísimo y el cartel aunque cargado de hard rock para mi gusto, tenía unas bandas que sorprendieron muchísimo con su gran calidad. 

Aunque Queens of Steel ya había cubierto alguna edición anterior y yo había asistido ya hacía muchísimos años, este festival quedará nuevamente anotado en nuestras agendas para no fallar a ninguna otra fecha en el futuro. 

Si aún no os habéis acercado a disfrutar ningún año del Ripollet Rock, anotad ya la fecha para el año que viene, y recordar que mientras todos colaboremos consumiendo en las barras, este festival seguirá siendo gratuito. 

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