Como os podéis imaginar, la banda que os traigo hoy toma su nombre del célebre actor londinense Boris Karloff, conocido por su trabajo en las películas de terror de la productora y distribuidora Universal Pictures entre las décadas de 1930 y 1940. Esta formación alemana fue creada en 2018 por Tom Horrified, antiguo baterista y cantante de Graveyard Ghoul. En sus propias palabras, buscaba utilizar la agresividad y el poder que le transmite el punk, mezclado con la estética y la actitud irreverente del black metal. Para ello, contó con la ayuda de sus amigos T. Tombstoner en el bajo y de Harmonium H. Steinbrecher en la batería. Su sonido parece un homenaje a los años dorados de Carnivore, la primeriza formación que tuvo Peter Steele antes de alcanzar el éxito con Type O Negative. Por otra parte, también me recuerda, en menor medida, a bandas como Holy Terror o Sacrilege.

Tras estrenarse ese mismo año con una demo, lanzaron el mini álbum Raw Nights, ya con el soporte del sello underground Dying Victims Productions. Dos años más tarde, publicarán a finales de mes este The Appearing, con el que han logrado extraer buena parte de su potencial.

Con un tétrico piano que nos retrotrae a las míticas películas de terror de la Universal protagonizadas por el carismático Boris, empieza My Misanthropic Kingdom. No tarda en unírsele la batería de Harmonium H. Steinbrecher, reforzando la tenebrosa atmósfera. Llegados casi al segundo minuto entra con fuerza la guitarra, provocando que se desate la percusión junto al áspero vozarrón de Tom Horrified. El distorsionado, aunque breve solo a las seis cuerdas de Tom, seguido por unas líneas de bajo, es una delicia para los oídos.

Un omnipresente riff de guitarra, junto a la incesante batería, nos introducen la escueta pero intensa The Sound of Discipline. Le sigue Hate Consumer, uno de los sencillos promocionales del disco, con ciertos pasajes en los que bajan momentáneamente las revoluciones, permitiéndole un cierto protagonismo al bajista T. Tombstoner.

Skeleton and Ashes persigue una tónica similar, dispuestos a hacernos volar nuestros cráneos. De nuevo, observamos un cambio de ritmo bien avanzada la canción, en el cual sutilmente relajan la matanza, esta vez para que se luzca la guitarra. Nihilistik Reaction es un grito para mandar a la mierda a toda la sociedad y su hipocresía: “Your religion is only a fiction”. Merece la pena la actitud que demuestra la formación, que seguramente debe crecerse en directo.

Como su nombre indica, Winterlude es un interludio basado en la más implacable de las ventiscas, que arrasa con cualquier forma de vida. El sintetizador nos pone aquí los pelos como escarpias, nunca mejor dicho. La batería rompe nuestra perniciosa situación para dar paso a la apocalíptica Superior Presence of Cruelty. Llegados al ecuador de la composición, esta adquiere una cierta tonalidad doom, que nos recuerda a la mejor época de los añorados Celtic Frost.

On the Old Ropes prosigue nuestro castigo con su martilleante ritmo. No puedo evitar imaginarme, con cierta nostalgia, a Peter Steele gritando a pleno pulmón: “Armageddon!”. Deciden poner punto final a este gran elepé con el primer sencillo que sacaron como adelanto, A Violent Winter. Otro tema que desborda testosterona y mal rollo. Después de un momentáneo parón cogen carrerilla de nuevo en la percusión. Harmonium lidera al resto de los instrumentos en un desbocado frenesí que desemboca en otro solo a las seis cuerdas de Horrified hasta recuperar la cadencia inicial. Un inesperado y lúgubre golpe pone fin a la canción, que se pierde en el eco del frío invierno, como si finalizara nuestra pesadilla.

Sin inventar nada nuevo, los miembros de Karloff saben cómo transmitir a la perfección su propuesta musical. Quizás podría tener más variedad, aunque tampoco creo que sea algo necesario teniendo en cuenta el género en cuestión.

Dying Victims Productions (2021)

Puntuación: 8/10

Pere Guiteras

pere@queensofsteel.com

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