SEALAND AIRLINES – Sealand Airlines
Nos encontramos ante el debut de esta banda ucraniana, para mí totalmente desconocida, y que inspira su música en los años 60 y 70, con un buen despliegue de matices y ambiente de esa época, y donde tenemos temas como “Garrison”, donde ya de entrada esas teclas, con esa compañía de riffs blueseros pero cercanos al protometal te lleva a otra parte. Al igual que la voz, modulada sabbáthicamente pero con ese tono oscuro bluesero. Un tema que, según avanza, une ritmos e instrumentos, dando un aire Prog súper añejo. El órgano tiene ese punto específico, por donde circulan todos los tonos, dándole esa envoltura tan adictiva.
“Salia Ana” o “Sailing Girl”, tienen ese mismo ambiente de una época en la que la música fluía casi sola, y es lo que aquí te transmite. Temas lentos vocalmente pero ricos en matices y notas que van y vienen de una forma muy clásica, aparte de saber darle la atmósfera de un grupo de otra época, también tiene sus partes de obscure setentero, con esos juegos de guitarra oscura y tonos a destiempo al estilo de unos FOCUS. Sus pinceladas de flauta diabólica en “Salia Ana”, e incluso su épica con buenas subidas en algunos momentos. En “Railway Man” el riff ya se acerca al Metal, pero todavía formándose en la edad de piedra. Un corte de ritmo Doon pero sin densidad Doom. Golpes de riffs curiosos y misteriosos, siempre con efectos de órgano por detrás, que le dan ese punto más sombrío y cósmico. Digamos que es una pista más cercana a BLACK SABBATH pero con lo bizarro de un ALICE COOPER e incluso ARTHUR BROWN. Lo mismo ocurre, en parte, en “The Danger” o “The Mountain”. Canciones con un ritmo bizarro y cabaretero de la escuela COOPER, pero con esa electricidad rockera de la época y ese órgano, esta vez, con unas melodías más Hard, tirando a PURPLE/HEEP. La voz transcurre por esos tonos misteriosos, apoyada por un juego coral que le brinda más ambiente, teniendo momentos narcotizantes en puntos donde es acompañada por unos sonidos astrales y un cambio instrumental que te engancha profundamente hasta el final. En cambio, en “We Have what we Have” lleva un ritmo muy “happy”, casi BEATLE, pero constratado con cambios y pasajes más lentos y adictivos con otros de un aire más Jazz e incluso progresivo. Una canción agradable y envolvente, al igual que la siguiente, llamada “Revenge”, de tono alegre y desenfadado con un ritmo así también, casi Jazz, pero que en los cambios se transforma en unos riffs más heavies y eléctricos, con otros donde los instrumentos van subiendo el ritmo y el órgano se hace protagonista con un aire Hard/PURPLE.
En definitiva, un disco hecho con mucho gusto. Con sonidos que consiguen atraparte.
The Sign Records (2020)
Puntuación: 7/10