HEATHEN – Empire Of The Blind
Después de diez años tenemos un nuevo de esta banda de culto del Power/Thrash americano y, como no puede ser de otra manera, continúan (en mayor o menor medida) con esas influencias que nos encontramos en temas como “This Rotting Sphere”. Es una intro acústico-eléctrica de menos de dos minutos que nos introduce en pistas como “The Blight” o “Blood to be let”, con esos acordes típicos del Power/Thrash hecho con clase, con unos riffs que se van acelerando y que van cambiando de ritmo sin espacios.
La voz tiene ese tono típico poderoso de las bandas de Power US, dando lítica al final de las frases y cambiando de tono según estrofas y estribillos, dándole siempre ese ambiente misterioso que recuerda a badnas como LAAZ ROCKIT, acompañadas en fases de la canción por unos coros muy thrashers y unos buenos solos a medio y final del corte, con mucho virtuosismo. Otros, como “A Fine Red Mist” o “Empire of the Blind”, con unos contundentes riffs acompañados de punteos místicos a lo TESTAMENT, son unas pistas más a medio tiempo en “Empire” y más acelerada, virtuosa e instrumental en “A Fine Red Mist”, pero con crudeza, al estilo de formaciones como OVERKILL o ANNIHILATOR. Tienen una atmósfera más oscura, a veces rozando el Doom, con un groove más primitivo. Al igual que casi todo el trabajo, que también tiene una carga mística en la instrimentación y en la vocalización, según las partes del tema y los solos. “Dead and Gone” y “Sun in my Hand” suena más a los 90, con un sonido más mecanizado, con un riff perpetuo y una voz con más pausas. Tiene un aire al sonido FIGHT o PANTERA, pero siempre con esos cambios y sonidos tan técnicos, como se aprecia aquí, sobre todo en las guitarras, donde se lucen con un sonido y unos juegos impresionantes. Y en el aspecto vocal, más ruda en “Dead and Gone” y con más melodía y coros en “Sun in my Hand”, según la fase del corte. Con “In Black” recuperan esa manera de hacer el Power/Thrash con técnica y desparpajo, rozando esos tonos progresivos con unos buenos riffs y una voz más TESTAMENT, además de ritmos más caóticos, pero que encajan perfectamente en la ambientación del tema. Una canción bastante estándar, pero excelente en la ejecución de solos y riffs. Del mismo estilo es “Devour”, aunque esta más panterizada, aunque también con esos acordes más técnicos y esos cambios más rudos, con sus pausas y vuelta a empezar. En cambio, con “Shrine of Apathy” la cosa se vuelve más intimista, con un inicio muy clásico acústico y eléctrico, dando entrada a una voz suave más narrativa, con cierto toque comercial y meloso, teniendo también subidas de tono en plan pomposo y sinfónico. Me recuerda a esos medios tiempos de Halford en solitario, con fuerza, melodía y buen gusto. Llegando al final tenemos dos temas, “The Gods Divide”, donde recuperamos el old school más auténtico en unos ritmos de Speed/Thrash cabezones al máximo, donde las guitarras echan fuego con una aceleración limpia y unos punteos y solos híper metalizados. No faltan, como siempre, esas estrofas y estribillos vocales tan líricos y tan US Metal, siempre volviendo a la pista con una atmósfera brutal y encajándola con el último corte, titulado “Monument to Ruin”, que son 37 segundos de outro que acaba igual que empieza la intro incial.
En definitiva, no es mal disco, un poco modernizado en fases y sonidos, pero la contundencia y esencia están aquí.
Nuclear Blast (2020)
Puntuación: 8/10