REVAMP – Wild Card
Ni girar con NIGHTWISH ni un largo periodo de enfermedad han logrado parar a Floor Jansen, sino todo lo contrario que, con el segundo álbum de sus REVAMP, titulado «Wild Card», muestra que eso solo le ha servido para estar más hambrienta, para volcar más energía en un nuevo compacto y, sobretodo, para estar más dispuesta que nunca a crecer, evolucionar y expandirse tanto como compositora como vocalista. Esta nueva placa es la mejor prueba de ello, mostrando a unos REVAMP renovados, haciendo gala por completo del significado de su nombre.
Lo primero que llama la atención es lo descriptiva que es la portada del disco respecto a su título, y también a su mensaje, fuertemente vinculado a las personales letras de esta obra, muchas de ellas pudiendo considerarse autobiográficas. Pero de la portada también resalta el hecho de que parece ser una continuación, una secuela, de la de su álbum debut, «Revamp», manteniendo el blanco como protagonista en combinación con otro color, así como la imagen de Floor integrada en ella. De todas formas, y aunque mantengan unos parecidos cimientos musicales, resultando siempre reconocibles, a nivel sónico no esperéis una segunda parte de su primera placa. Y es que en este nuevo lanzamiento los holandeses van un paso más allá en todos los aspectos.
El primer nuevo elemento, o quizás enfoque, del que nos percatamos es que el sonido de este trabajo en todo momento es mucho más pesado, agresivo, oscuro y moderno, quizás también visceral, lo cual se descarga a la perfección y cala en el oyente con sus grandes estructuras, sabiendo cómo crear un perfecto clímax en todos sus cortes. Mantienen ese sonido sinfónico, rimbombante, majestuoso, pero en esta ocasión sin orquesta o toques de música clásica, mostrando que se trata de una obra mucho más guitarrera. A pesar de ello, un nuevo punto tras el teclado no deja de resaltar, aportando en ocasiones incluso cierto regusto industrial, en contrasto con algunos momentos casi progresivos, muy tradicionales, por parte de toda la instrumentación.
La madurez de la composición brilla en cortes como la «trilogía» «The Anatomy of a Nervous Breakdown», tres de las canciones más honestas y pasionales del largo. Destacar que en una de estas partes («Neurasthenia» más concretamente), participa nada menos que Devin Townsend como artista invitado, y lo cierto es que ha logrado darle a la canción un toque muy suyo, como no podría ser de otra forma por parte de este polifacético y creativo artista. Eso por no mencionar lo bien que se fusionan ambas voces creando una textura única. Pero si hablamos de artistas invitados también mencionar la aparición de Mark Jansen (EPICA, MAYAN) en «Misery’s no Crime».
Por si todo esto, y los nuevos elementos o perspectivas no fueran suficiente, la variedad vocal en este álbum también es increíble. Todos sabíamos de las grandes dotes vocales de Floor, de esa capacidad para resultar dulce o brutalmente estremecedora, y en este «Wild Card» se luce en todos sus registros: de momentos líricos a otros de Pop que se confunden con momentos ásperos muy rockeros y, redoble de tambores… ¡También se atreve con voces guturales! Unas voces guturales que no hacen otra cosa que realzar la atmósfera y sentimiento tan oscuro del disco. Un sentimiento oscuro que, por cierto, contrasta con unas letras llenas de positividad, energía y carácter. Fuera como fuere, Floor da en el clavo en todas las notas, en cualquier registro. Y lo que es mejor, a pesar de esta versatilidad vocal que tanto sorprenderá, el disco no se centra en las voces, sino que han logrado crear un perfecto equilibrio entre todos los instrumentos (incluida la voz), mostrando que también han crecido como compositores, ya que han sabido entender qué es lo que necesita la música en cada momento, dándole el protagonismo que requiere cada instrumento a cada momento.
«Wild Card» es un disco salvaje, oscuro, pasional y muy ecléctico. Sorprenderá, sin duda, pero para bien, han sabido mantener sus señas de identidad al más tiempo que han arriesgado e incorporado elementos nuevos que afianzan su personalidad y hacen la escucha mucho más amena.
Nuclear Blast (2013)
Puntuación: 8,5/10
