DIVINITY – The Singularity
Pocas son las bandas de Metal que conozcamos que surjan del oeste de Canadá aparte de, por ejemplo, STRAPPING YOUNG LAD. Pues bien, ahora también podemos añadir a esta banda que comenzó sus andadas allá por el 1999 y que, nada más y nada menos que 10 años después edita su segundo trabajo de larga duración, "Singularity".
Pocas son las bandas de Metal que conozcamos que surjan del oeste de Canadá aparte de, por ejemplo, STRAPPING YOUNG LAD. Pues bien, ahora también podemos añadir a esta banda que comenzó sus andadas allá por el 1999 y que, nada más y nada menos que 10 años después edita su segundo trabajo de larga duración, «Singularity».
El título del álbum es una palabra que resume a la perfección la música que siempre nos ha ofrecido esta formación, mezclando Death Metal progresivo y técnico con Death Metal melódico por lo que, cualquier aficionado a los géneros previamente mencioandos y, especialmente a todos éstos fusionados, no pueden dejar de echarle una escucha.
Este «The Singularity» abre con el tema «Abiogenesis», posiblemente uno de los más simples y pegadizos del álbum, bastante lineal y con un sonido, en cierta parte, futurista. Pero ésto es tan solo un aperitivo para la complejidad que muestran a lo largo y ancho de todo este plástico, ya que parece que a partir de aquí todo se vuelve más técnico y complicado.
Un claro ejemplo de ésto puede ser la canción «Neuraxis», con mucha técnica y, sobretodo, melodía (algo que no falta en este disco), buenos riffs de guitarra y algunas voces/gritos abstante destacables, sin olvidar pistas como «Beg to Consume», Lay in the Bed you’ve made» o «Embrace de Uncertain». Ésta última cuenta, una vez más, con un estirbillo pegadizo y unos grandiosos riffs de guitarra.
Lo cierto es que su música no goza de tecnicismo y complejidad en exceso, me atrevería a decir que ésto lo encontramos únicamente en las guitarras, las cuales a veces suenan bastante industriales. Su música es bastante pesada aunque mezclándola a la perfección con mucha melodía y, sobretodo, es pegadiza y, a pesar de los cambios de ritmo y voces (con gritos, algunos growls graves e incluso voces limpias) se hace de fácil digestión.
El resultado es, además de un redondo agradable, un plástico muy bien ejecutado y con una fuerte personalidad, realmente singular.
Candlelight Records (2009)
Puntuación: 8,5/10
