A día de hoy la escena metalera asiática nos es practicamente desconocida. En países como Japón bandas como LOUDNESS crearon escuela, pero no ocurre lo mismo con otros como Singapur, dónde hay infinidad de bandas todavía por descubrir. Este es el caso de RUDRA, una formación con 17 años de trayectoria a sus espaldas y que cuenta ya con 5 trabajos de larga duración en su discografía pero que, a pesar de ello, nunca han salido del underground.

" />

RUDRA – Brahmavidya: Transcendental I

0

 

A día de hoy la escena metalera asiática nos es practicamente desconocida. En países como Japón bandas como LOUDNESS crearon escuela, pero no ocurre lo mismo con otros como Singapur, dónde hay infinidad de bandas todavía por descubrir. Este es el caso de RUDRA, una formación con 17 años de trayectoria a sus espaldas y que cuenta ya con 5 trabajos de larga duración en su discografía pero que, a pesar de ello, nunca han salido del underground.

A día de hoy la escena metalera asiática nos es practicamente desconocida. En países como Japón bandas como LOUDNESS crearon escuela, pero no ocurre lo mismo con otros como Singapur, dónde hay infinidad de bandas todavía por descubrir. Este es el caso de RUDRA, una formación con 17 años de trayectoria a sus espaldas y que cuenta ya con 5 trabajos de larga duración en su discografía pero que, a pesar de ello, nunca han salido del underground.

Y no tan sólo es una lástima debido a su indudable experiencia en este mundo, sino que además se trata de una de las bandas de Black/Death más originales que he escuchado en mucho tiempo en todos los aspectos. Su música, y también este álbum, el segundo acto de su trilogía «Brahmavidya», acostumbra a ser un Death Metal frenético pero que lo mezclan con partes de Black y su música goza de una complejidad de la que no todos son capaces. Pero, sin duda, uno de los ingredientes más importantes y que hacen que su música sea tan única es la enorme influencia y tributo que dan a la cultura de su tierra, desde el folklore hasta la mitlogía y espiritualidad hindú. A menudo su música extrema la fusionan con cantos y música étnica que tocan con instrumentos de su región.

Dejando de lado la parte étnica de la banda, su música es un Death Metal desenfrenado con influencias de Thrash y Black (más de este último) con un sonido bastante oscuro. Los riffs son pesados y crudos y también se nota en ellos cierta influencia de su folklore. La batería es, quizás, lo que más resalta de su instrumentación, sonando especialmente rápida constantemente y la voz es principalmente rasgada y también cruda, lo cual encaja a la perfección con esos riffs tan «raw» y la batería. Todo le da a su música un sonido más envolvente, denso y sombrío. A pesar de la rapidez que reina tanto en este disco como en toda su carrera, siempre tienen sitio para algunos interludios melódicos como «Meditations at Dawn», «Immorality Roars» o «Adiguru Nabastubhyam». Tambiéne tiene auténticos trallazos cañeros y macahacones como el primer corte tras la intro, «Ravens of Paradise» o «Reversing the Currents». Pero, sin duda, el tema que resume a la perfección la música que siempre han hecho es «Advaitamrta», en el que incluyen bastantes coros étnicos.

Si soy sincera, la verdad es que es muy difícil reseñar o intentar dicescribir este disco ya que tiene muchísima musicalidad y diversidad. No es fácil intentar expresar con palabras lo majestuosa, hipnotizadora, inmensa y épica que suena su música. Transcendental. Pero, a pesar de todo ésto, el trabajo puede pecar de cierta linealidad, está claro que son una banda que aportan muchos elementos innovadores, pero no ocurre así entre canción y canción, y quizás su música sería más amena con temas de una duración más corta por no hablar de la producción, que sin ser mala podría ser bastante mejorable, y más teniendo en cuenta los años que llevan en esto de la música y lo complejo y especial de su sonido.

Es una grata sorpresa y de agradecer encontrar una banda tan fresca y que logre tranposrtante de manera tan fácil a cualquier remoto lugar del este de Asia. Escuchar RUDRA no es tan sólo escuchar un buen grupo o un buen disco injustamente desconocido o infravalorado, sino también descubrir ciertos rasgos de su cultura. Si queréis disfrutar con algo exótico y que os asegure un viaje a través de culturas y lenguas, aquí tenéis la solución.

Vic Records (2009)

Puntuación: 8/10

Tania Giménez

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin