Opeth, una de las bandas más seguidas del Death progresivo, visitaba de nuevo la Ciudad Condal. En la sala Barcelonesa Apolo, fue la única fecha española en la que no se agotaron las entradas, aún así nos encontramos en una sala realmente abarrotada, no es de extrañar viendo los éxitos que han cosechado estos suecos en los últimos años y el suculento cartel de esta gira, y es que en esta ocasión venían acompañados, ni más ni menos, que por Cynic, con un ex-gitarrista de Death al frente de la banda y por The Ocean.

" />

Opeth – Sala Apolo 02/12/2008

0

Opeth, una de las bandas más seguidas del Death progresivo, visitaba de nuevo la Ciudad Condal. En la sala Barcelonesa Apolo, fue la única fecha española en la que no se agotaron las entradas, aún así nos encontramos en una sala realmente abarrotada, no es de extrañar viendo los éxitos que han cosechado estos suecos en los últimos años y el suculento cartel de esta gira, y es que en esta ocasión venían acompañados, ni más ni menos, que por Cynic, con un ex-gitarrista de Death al frente de la banda y por The Ocean.

Opeth, una de las bandas más seguidas del Death progresivo, visitaba de nuevo la Ciudad Condal. En la sala barcelonesa Apolo, fue la única fecha española en la que no se agotaron las entradas, aún así nos encontramos en una sala realmente abarrotada, no es de extrañar viendo los éxitos que han cosechado estos suecos en los últimos años y el suculento cartel de esta gira, y es que en esta ocasión venían acompañados, ni más ni menos, que por Cynic, con un ex-guitarrista de Death al frente de la banda y por The Ocean.

Como ya es habitual, la apertura de puertas se retrasó considerablemente, haciendo que se congregara un gran número de gente a los alrededores de la sala, a pesar de que un martes sea un día difícil de ver a más de 20 personas antes de que abran puertas.

Una vez dentro de la sala, la gente escogía un buen sitio para disfrutar de este prometedor concierto y, desde los primeros minutos, ya se hacía prácticamente imposible desplazarse por dentro de esta.

Más tarde de lo previsto, saltaron al escenario para calentar los motores de lo que parecía que sería una gran noche, la banda The Ocean. Los germanos ya visitaron Barcelona hace un año, pero en esta ocasión nos presentaban en directo su último trabajo, «Precambrian».

Pudimos ver sobre las tablas un line-up reducido, ya que la formación al completo dudosamente habría cabido sobre el escenario de la sala, de hecho, sobre el escenario de cualquier sala. Como era de esperar, reemplazaron algunos instrumentos que no se encontraban allí aquella noche por algunos samplers que ofrecían su sello propio sello , su sonido ambiental y a la vez oscuro.

Registros graves, ritmos más lentos que en estudio, riffs oscuros, pesados, duros, voces rasgadas… todo ello mezclado a su vez por el dinanismo de los miembros del grupo.

Un breve concierto como era de esperar tratándose de los teloneros pero, no por ello, de menos calidad que las bandas que acturían después de ellos. Sin duda, con ese principio, la noche realmente prometía. Los de Berlín nos dejaron con un muy buen sabor de boca y nos dejaron muy claro que realmente tienen mucho que aportar.

Tras una pequeña pausa aparecieron los prestigiosos Cynic. Los veteranos americanos se reunieron en el 2006 para hacer fechas únicas en festivales europeos de verano y, por lo visto, se animaron a continuar y realizaron una existosa gira el pasado 2007. AHora, en 2008, han sacado su último trabajo, «Traced in Air», que sería el que nos presentaran en aquel evento. Pudimos ver un pequeño cambio en el line-up, y es que Robin Zielhorst sustituía a Sean Malone en el bajo.

Durante los primeros minutos de su actuación ya pudimos notar un cambio de atmósfera en la sala, las luces blanquecinas, unos músicos, a diferenciad e The Ocean, bastante estáticos, y una música cristalina y, como predominaba en aquella noche, técnica, también nos demostraron su experiencia, y es que en algo tenía que notarse que son la banda más longeva de las 3 que veríamos en acción.  Pudimos ver a un impecable Paul Masdival a la guitarra, mezclando su voz con la del neuvo guitarrista Tymor Kruideiner, que se encargaba de las voces rasgadas.

Entre canción y canción, Masvidal aprovechó para explicar en un spanglish más que entendible, que era mitad catalán ya que tenía familia en Viladrau. Tras esta pequeña sorpresa, nos deleitaron con el único tema que tocarían a lo largo de su concierto de su primer trabajo, «Focus». Lógicamente el directo se centró en su último trabajo, no tan sólo por promoción, sino que la música se adapta mejor  a la nueva formación.

El concierto tuvo el suficiente buen sonido para captar su cristalina complejidad. Aunque el repertorio se centrara más en sus fans más selectos seguidores de los tecnicismos que en los seguidores del Death Metal, y a pesar de esos escasos 25 minutos, su directo fue todo un regalo para nuestros oídos.

Para redondear esta noche que había empezado con tan buen pie, tan sólo faltaban los suecos.

Mientras sonaba la intro, subieron al escenario Opeth, con un juego adicional de luces para distintos momentos de sus canciones. Tras la intro, el primer tema en sonar fue, «Heir Apparent», perteneciente a su último álbum, «Watershed». Su set-list, el cula conocía gran parte de la gente allí congregada ya que se había difundido por internet, fue corto pero denso debido a la larga duración de sus temas y repasó prácticamente su discografía, aunque no demasiado bien escogido como en otras ocasiones como algunos pensaron. También hay que mencionar el buen sentido del humor de su frontman, guitarrista y vocalista Mikael Åkerfeldt, o Jorge, como se hizo llamar para el público barcelonés.

El sonido, al igual que en las otras dos bandas, fue aceptable, pero no de sobresaliente, ya que al principio sonaba demasiado denso, pero a medida que avanzaba el concierto se iban escuchando perfectamente cada uno de los instrumentos. La técnica de todos los miembros de la banda es asombrosa, aún así pudimos notar algunos leves errores de ejecución sin importancia, hecho totalmente normal teniendo en cuenta la complicidad de la composición de sus temas.

El último tema (antes del único bis, que fue «The Drapery Falls», por supuesto) fue «Demon of the Fall», y lo cierto es que fuimos unos afortunados, ya que la banda la había excluído de su repertorio en sus últimas actuaciones. Una suerte poder disfrutar en directo de un tema tan mítico.

Lo cierto es que éstos suecos no suelen decepcionar, y en esta ocasión no fueron ninguna excepción, creo que, como yo, gran parte de los asistentes a aquella velada volvimos a casa más que satisfechos.

Todo hay que decirlo, los grandes de la noche, The Ocean, una muy grata sorpresa, novedosa, enérgica… habrá que esperar a que vuelvan por aquí, a poder ser como cabezas de cartel para poder disfrutar al máximo de ellos.

 

 

Tania G.

Fotos: www.metalsymphony.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin