CRÍTICA: WATCHER – Key to the Unbreachable

Bajo el nombre de Watcher nos llega el proyecto en solitario del que fuera (o es, no sé si la banda ya no existe, se está tomando un tiempo o en qué estado están ahora) vocalista de los suecos Lethal Steel, Viktor Gustafsson. Este debut es ‘Key to the Unbreachable’ y, aunque se trate de otro proyecto, al igual que LS, es Heavy Metal ochentero, puro y duro, que bebe de diferentes escenas, con toquecitos de épica, algo de Power y un poco de Hard Rock. No difiere tanto de su otra (o anterior banda), algo natural tratándose de uno de los principales compositores. De hecho, incluso el estilo del dibujo de la portada y la luz que emana del logo me recuerda al artwork de ‘Legion of the Night’.

Sea como fuere, este es un nuevo comienzo. Otra historia aunque con el mismo fundamento. Y este nuevo capítulo abre con ‘The One who Reigns’. Abre con una breve intro (y una voz en los primeros segundos que desprende cierto aroma Messiah Marcolin) rimbombante que no sabes si vendrá seguida de Heavy Metal o Power europeo de los 90. Pero es lo primero, y con un toquecito rockero en las guitarras, que mantienen en todo momento el mismo riff repetitivo. Una canción que cuenta con un estribillo a medio tiempo con grandes coros con un toque NWOBHM, más concretamente me hace pensar en Grim Reaper y un ligero toque, más a nivel emocional que otra cosa, a Manilla Road. De hecho, el vibrato (y la manera de vocalizar, alargando las palabras) de Viktor, aunque casi siempre con un registro bastante agudo, evoca a Mark Shelton. Ese toque Shelton se nota mucho más en el segundo corte, en sueco por cierto, ‘Hatets Atlantis. ¿Quizás en cuanto a temática también tenga aire Manilla? Se trata de un medio tiempo netamente Heavy, con unas guitarras más inusuales en las partes instrumentales, pero aún así sencillo y directo, con un suave aroma épico. Mientras que ‘Fight Back’ es prácticamente un trallazo Speed con coros pegadizos y melódicos. Exactamente igual que el estribillo. De hecho, los coros repitiendo “Fight Back!” a toda velocidad en el estribillo son de mis cosas preferidas del disco. Bastante personal. Igual que el solo de guitarra que sigue al primer estribillo. De los temas más potentes del largo.

Bastante similar a este corte, aunque más Heavy, es ‘Coming Down’, pero con un sonido más genérico. Eso sí, con guitarras muy contundentes. Me hace pensar un poco en ‘Slave to the Grind’, the Skid Row en ocasione, solo que en un tema de Heavy Metal. Pero ese tipo de sonido pesado. Tiene una sección intermedia que llega de repente. Se trata de un pasaje instrumental lento que no desentonaría en un tema de Doom. Y vuelve a la velocidad como llegó; sin previo aviso.

Otra canción a destacar es ‘Intill Hans Borg’. Básicamente Speed Metal con la voz de Gotham City y grandes coros melódicos. La guitarra rítmica es un potente muro de sonido. Que empiece con un “UGH!” ya es buen presagio.

Y más muro impenetrable en la potente ‘The Watcher’, que desemboca en un medio tiempo. Le sucede ‘Deceiver’, también con ese toque Road y puramente ochentera. Todo apunta a que va a ser una balda, pero va acelerando el tempo paulatinamente.

Si os gustaba Lethal Steel, tenéis que escuchar Watcher. Épica ligera, agudos, melodía y grandes coros y estribillos son las señas de identidad de este disco. Viktor apuesta por los ingredientes de los grandes del género de los 80. La voz es más aguda de lo que nos tenía acostumbradxs, y quizás por eso en algunos momentos suena demasiado alta en la mezcla. Desprende un poquito de la épica americana en su registro, a lo Medieval Steel, y no tan Jonah Quizz. Quizás el exceso de estos elementos o la poca variedad vocal sea lo que hace que se pierda un poco el interés una vez pasado el ecuador del disco, como suele ser habitual en nuevos largos de base tan tradicional, pero tiene buenas ideas. Esperamos a ver cómo sigue el tema en futuros trabajos, porque pinta bien.

Turborock Productions (2024)

Puntuación: 7/10