Los black metaleros fineses Alghazanth cuentan ya con una larga trayectoria, y es que comenzaron sus andaduras en 1995 y ya cuentan, con su último trabajo "Wreath of Thevetat", con cinco largas duración. Pero, a pesar de esta trayectoria, seguramente muchos de vosotros los conoceréis porque su vocalista es Mikko Kotamäki (en la banda apodado como Goat Tormentor), vocalista de Swallow the Sun. Es por éso por lo que no os podéis esperar el Black Metal más duro ni de la vieja escuela, lo cual no quiere decir que se trate de un mal grupo, pero sí un sonido sinfónico.

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ALGHAZANTH – Wreath of Thevetat

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Los black metaleros fineses Alghazanth cuentan ya con una larga trayectoria, y es que comenzaron sus andaduras en 1995 y ya cuentan, con su último trabajo "Wreath of Thevetat", con cinco largas duración. Pero, a pesar de esta trayectoria, seguramente muchos de vosotros los conoceréis porque su vocalista es Mikko Kotamäki (en la banda apodado como Goat Tormentor), vocalista de Swallow the Sun. Es por éso por lo que no os podéis esperar el Black Metal más duro ni de la vieja escuela, lo cual no quiere decir que se trate de un mal grupo, pero sí un sonido sinfónico.

Los black metaleros fineses Alghazanth cuentan ya con una larga trayectoria, y es que comenzaron su andaduras en 1995 y ya cuentan, con su último trabajo «Wreath of Thevetat», con cinco largas duración. Pero, a pesar de esta trayectoria, seguramente muchos de vosotros los conoceréis porque su vocalista es Mikko Kotamäki (en la banda apodado como Goat Tormentor), vocalista de Swallow the Sun. Es por éso por lo que no os podéis esperar el Black Metal más duro ni de la vieja escuela, lo cual no quiere decir que se trate de un mal grupo, pero sí un sonido sinfónico.

Lo cierto es que nunca he sido muy seguidora de este tipo de bandas tan sinfónicas, en ningún estilo, pero mucho menos en el Black Metal, pero hay que llamar a las cosas por su nombre y, en todos los aspectos, este es sin dunda un buen grupo y un buen disco.

Desafortunadamente para algunos, afortunadamente para otros; no se puede encontrar nada nuevo, algunos tintes de los primeros Emperor y algunas pinceladas de Dimmu Borgir, música simple. A pesar de no aportar nada fresco, éstos chicos llevan más de 10 años en ésto y se saben perfectamente la fórmula; toda la agilidad y buen hacer que podéis esperar por parte de una banda con más de una década de carrera. También se saben la fórmula para nuevos fans, y es que este álbum no gustará a los seguidores del Black Metald etoda la vida, pero sí a los más jóvenes y que ya disfrutan del sonido sinfónico.

Este álbum cuenta con unas atmósferas menos oscuras que a las que nos tienen acostumbrados, de todas formas, no han abandonado la buena técnica, algunos bonitos riffs y preciosas partes melódicas, las cuales abundan en este redondo.

Sobre los músicos, poco o nada malo se puede decir de ellos, especialmente de Mikko, que ya nos tiene acostumbrados a su buen hacer, al igual que las guitarras. En cuanto a todo este buen sonido del disco también hay que darle las gracias a un factor muy importante en este tipo de estilos, y es la producción, muy clara, todo perfectamente mezclado.

Un álbum para odiarlo o amarlo. Si sois seguidores del Black Metal old school encontraréis este disco como un álbum más de tantas bandas sinfónicas, fácil y comercial, pero si estáis acostumbrados a escuchar este tipo de música, no os defraudará, y es que se trata de un trabajo que, sin ningún tipo de duda, hay que tener en cuenta. Prácticamente esencial.

Woodcut Records (2008)

Puntuación: 7,5/10

 

Tania Giménez

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