CRÓNICA: The Baboon Show: Dos décadas de rock y rebeldía en Paral·lel 62

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Fotos: Ruth Gómez

El pasado 20 de abril, la sala Paral·lel 62 se transformó en el epicentro de una fiesta del rock que nadie quería perderse. The Baboon Show celebraba su 20 aniversario en una noche que combinó pura energía, reivindicación y, sobre todo, una conexión única entre la banda y su público. Para nosotres de Queens of Steel, que este 2025 también cumplimos 20 años, fue un honor coincidir en esta fecha tan señalada, aunque por motivos de trabajo no pudimos llegar a tiempo para ver a Pubic Enemy ni a Bad Cop/Bad Cop. A pesar de ello, dejamos fotos que capturan momentos inolvidables de la velada.

Desde el primer momento, la sala estaba llena y vibrante. A las 22:00 en punto, justo cuando una poderosa intro de AC/DC marcaba el inicio de la noche, el telón de The Baboon Show cayó con precisión milimétrica. Apenas transcurridos tres minutos, la sala se llenó de un estruendo ensordecedor, como si el mismísimo apocalipsis hubiera llegado, y la banda se lanzó a saco.

La noche comenzó a toda máquina con “Have a Party With Me”, un cover de Eddie Meduza que no dejó indiferente a nadie. Las guitarras destellaban y las baterías retumbaban con fuerza, preparando el terreno para lo que sería una explosión de energía sin cuartel. Con “God Bless You All” se fue abriendo paso un sentimiento de unión, como una bendición colectiva en medio del caos cotidiano.

A continuación, se presentó “Forward in Reverse”, el nuevo single de la banda, que fue recibido con una ovación. La expectación era palpable mientras lxs asistentes se dejaban llevar por esa mezcla de ritmos modernos y la crudeza del metal/rock tradicional. Poco después, temas como “You Got a Problem Without Knowing It” y “It’s a Sin” hicieron vibrar al público, evidenciando que cada nota estaba cargada de crítica y descontento ante un mundo en crisis.

La adrenalina se mantuvo en alto con “Rolling” y “Oddball”, donde la banda se lució al máximo. Durante la interpretación de “Oddball”, el público se entregó por completo, moviéndose al compás de cada riff. Fue el preludio perfecto para el solo de guitarra magistral ejecutado por Simon Dahlberg (la primera vez que veíamos a la banda con él), que elevó aún más la atmósfera del concierto, dejando a todes boquiabiertes.

Luego llegó “No Afterglow”, una pieza que transicionó a “Walk My Way” y “Walk The Walk” (otro de los nuevos singles), canciones que hicieron que la audiencia sintiera que cada paso en la vida es un camino a recorrer sin mirar atrás. El momento culminante de la primera parte del set fue el solo de batería de Niclas Svensson, que se alzó con fuerza y sirvió de puente hacia la segunda mitad del espectáculo.

La segunda parte del concierto continuó sin pausa. “Gold” y “The Shame” encendieron el escenario de nuevo, pero fue en “The Shame” donde Cecilia, la vocalista, demostró su increíble carisma y entrega. Durante este tema, Cecilia subió a la cornisa del palco de la primera planta, se lanzó al público y realizó un épico crowdsurf sin dejar de cantar, haciendo vibrar a la sala con una mezcla de rebeldía y puro empoderamiento.

El ambiente se volvió aún más intenso con “Holiday”, “Class War” y “Same Old Story”, temas que no solo son un llamado a la fiesta, sino también a la reflexión sobre la lucha contra las injusticias y la repetición de ciclos históricos. En “Me, Myself and I”, la introspección se fusionó con la crítica social, dejando claro que el viaje personal y colectivo es inseparable en el mundo del rock.

El primer encore llegó con “Lost You in a Second”, seguido de “Tonight”, donde la pasión y la melancolía se entrelazaron para cerrar el primer bloque de la noche. Pero la fiesta no había terminado. En el segundo encore, la banda subió el volumen y el ánimo con “Hurray” y finalizó con “Radio Rebelde”, un tema que resonó como un grito de libertad y resistencia, dejando a todes los presentes con una sensación de haber sido parte de algo verdaderamente especial.

A lo largo de la noche, el sonido fue impecable. El sistema de audio se notaba potente, permitiendo que cada acorde y cada palabra se transmitieran con una claridad que hacía justicia al talento de la banda. La sala estaba llena desde el inicio, y la energía del público fue contagiosa: cada espectadora se entregaba, cantaba, saltaba y se movía al ritmo frenético de las canciones.

Además de la calidad musical, The Baboon Show dejó claro que el compromiso con la reivindicación social es parte de su ADN. Cecilia, en su papel de super frontwoman (bajando a cantar al público, yendo hasta la mesa de sonido saltando, tirándose al suelo… Y sin perder ni una nota, como nos tiene acostumbradxs), no se limitó a interpretar las canciones: aprovechó el momento para lanzar un discurso contundente contra figuras como Trump y Netanyahu, criticando abiertamente la política actual. En un gesto de cercanía y autenticidad, también saludó a su público en catalán, un detalle que mostró el cariño y la conexión con la diversidad cultural de lxs asistentes.

La noche fue un derroche de emociones, energía y, sobre todo, un claro manifiesto de rebeldía. Cada canción parecía contar una historia, cada solo era una explosión de virtuosismo y cada interacción con el público reforzaba el mensaje de que el rock es, y siempre será, una herramienta para luchar contra el sistema y para celebrar la vida en todas sus facetas.

En definitiva, el concierto de The Baboon Show en Paral·lel 62 fue un evento inolvidable. Una celebración de 20 años de trayectoria que coincidió con el 20º aniversario de Queens of Steel, donde el empoderamiento, la energía y la reivindicación se fusionaron en una experiencia única. Aunque por motivos de trabajo nos perdimos otras propuestas, este espectáculo nos dejó claro por qué el heavy metal y el rock siguen siendo el lenguaje de la resistencia y la transformación social. ¡Un bolazo tremendo que quedará en la memoria de todes!

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