ENTREVISTA: NAGASAKI SUNRISE: Ruido, rebelión y ruinas: Una llamada a la resistencia
Impulsado por una rebeldía cruda y forjado en los fuegos de la historia, Distroyer es más que un álbum: es una declaración. Nagasaki Sunrise nos sumerge en su mundo de distorsión, desilusión y resistencia, utilizando los horrores del pasado para reflejar el caos del presente. En esta entrevista, la banda habla sobre la ironía de las guerras libradas en nombre de la paz, la necesidad de rebelión en una era de creciente opresión y cómo las escenas musicales independientes siguen siendo el último bastión de autenticidad. Con Distroyer, no se limitan a hacer ruido: exigen ser escuchados.
-¡Hola! Primero, gracias por vuestro tiempo. ¿Qué tal va todo en la guarida de Nagasaki Sunrise? ¿Cómo se siente tener vuestro nuevo álbum ya editado?
Gazolizna: ¡Hey, Queens of Steel! Gracias por interesaros en entrevistarnos. Todo va bien por aquí, preparando los próximos conciertos y la gira, y tratando de difundir el nuevo álbum todo lo que podamos. Se siente genial tenerlo fuera, estamos muy contentos con el resultado. Es como cerrar un capítulo y prepararnos para los que vienen.
Iron Fist: Se agradece. Ahora mismo, la guarida está en llamas y llena de radiación, tal y como debería estar. Distroyer por fin ha salido, y es como soltar una bomba después de haberla tenido demasiado tiempo en las manos. Es una sensación de alivio, pero también de inquietud, porque un álbum así no es algo que simplemente sacas y pasas página. Se queda, te araña. Construimos este disco con los escombros que nos rodean, y ahora está ahí fuera para quien quiera meterse en el caos con nosotros.
-El título Distroyer es un juego de palabras impactante. ¿Podéis explicar el doble significado que tiene y cómo encaja con los temas del álbum? ¿Cómo equilibra la destrucción con la esperanza?
B.: Sí, Distroyer es un juego de palabras, como lo fue nuestro primer álbum Distalgia. Mezcla nuestro amor por el D-Beat con los temas principales de nuestras canciones.
La mayoría de las letras tratan sobre la Segunda Guerra Mundial, más específicamente sobre las batallas en el Pacífico y los horrores cometidos en nombre del progreso, la religión o, irónicamente, la paz.
Expresa la ironía de justificar matanzas y genocidios en nombre de la paz y la esperanza, cuando la Historia nos da ejemplos de sobra sobre las verdaderas intenciones detrás de las guerras. Detrás de los falsos valores, hay una locomotora económica que sigue sacando beneficios y avanzando, mientras las clases bajas son enviadas a las trincheras, o mejor dicho, a sus tumbas.
Iron Fist: El título Distroyer va sobre destrucción, distorsión, desilusión y desmantelar las narrativas que nos han vendido. A veces tienes que quemarlo todo antes de poder construir algo mejor.
–Distroyer refleja la desilusión y el caos del mundo moderno, sobre todo con la reciente inestabilidad política. ¿Véis el álbum como una advertencia, una reflexión o una invitación al cambio?
Gazolizna: Todo eso. Estas letras podrían haberse escrito hace 80 años o dentro de 80 años, y seguirían siendo actuales. Siguen el ritmo del tiempo, igual que nuestros errores como especie. Aunque ya no necesitamos más advertencias, porque llevamos décadas recibiéndolas.
El uso del poder nuclear es un ejemplo brutal de lo que la humanidad es capaz de hacer consigo misma y con el planeta. Aun así, sigue considerándose un arma y se usa como amenaza a diario en la agenda «diplomática».
También es una reflexión, porque escribimos las letras desde una perspectiva histórica y en primera persona. Nos interesa integrar eso en nuestra música y en la estética de la banda.
Iron Fist: Es todo eso. Distroyer es, ante todo, un homenaje a todas las vidas que se han perdido por culpa de la maquinaria de guerra. También es un reflejo del caos en el que vivimos, una advertencia de hacia dónde va todo y una llamada a cualquiera que todavía tenga la voluntad de resistir. Desilusión, destrucción. Puedes tomarlo como una llamada de atención, un grito de guerra o simplemente un asalto sonoro brutal para levantar el puño. Eso depende de ti.
-El arte de Distroyer es visualmente intenso. ¿Cómo refleja los mensajes emocionales y políticos del álbum?
Gazolizna: La portada representa la estética de nuestro sonido y letras. Muestra un tanque de la Séptima Infantería disparando un lanzallamas en Okinawa, un par de meses antes de que cayeran las bombas nucleares. Es un buen ejemplo visual de lo que ocurre en batalla y del rastro de destrucción que deja.
Iron Fist: La portada de Distroyer tiene que golpear tan fuerte como la música: cruda, caótica y confrontacional. Refleja el peso emocional del álbum, que está cargado de destrucción, desafío y las cicatrices que deja la guerra, tanto a nivel personal como político. Es un mundo al borde del colapso, los fantasmas del pasado atormentando el presente, y la aniquilación acechando en cada rincón. Distroyer no trata solo de destruir por destruir, sino de las consecuencias, los escombros y lxs supervivientes que tienen que recoger los pedazos.
-Muchas bandas de metal y punk llaman a la rebelión. Hoy en día, ¿dónde creéis que hace más falta la rebeldía? ¿Cómo responde Distroyer a eso?
Gazolizna: Hace falta en todas partes, porque estamos siguiendo los mismos caminos de siempre, avanzando hacia estados totalitarios donde todo tipo de prejuicios y opresiones son aceptados con los brazos abiertos por la mayoría de la gente, camuflados bajo políticas populistas basadas en el miedo.
Esto no solo ocurre en la sociedad en general, sino también en nuestras escenas «alternativas», donde el racismo, la homofobia y el machismo están volviendo a ser tolerados. Como un reflejo de la sociedad contra la que supuestamente luchamos.
Aunque una banda no tenga que hacer letras políticas o propagandísticas, creo que es crucial tomar postura y ser firmes. Ignorar lo que pasa es lo más peligroso que podemos hacer en estos tiempos.
Iron Fist: La rebeldía no es solo gritar contra la autoridad, es saber por qué luchas. Hoy en día, la rebelión es necesaria contra la apatía fabricada, contra la forma en que nos anestesian con miedo, propaganda y distracciones. Distroyer no es un llamado vago a la acción, es una reacción violenta contra los sistemas que nos mantienen impotentes: la política corrupta, la militarización descontrolada, la asfixia del pensamiento crítico y la resistencia real.
-Vuestros temas hablan de nihilismo, colapso y resistencia. ¿Cómo encontráis sentido o esperanza en un mundo que parece al borde del abismo?
Gazolizna: Encuentro sentido en crear espacios, actividades, bandas… fuera del paradigma capitalista. Crear cultura, resistencia, o simplemente relaciones que no estén basadas en el dinero y el beneficio. Básicamente, toda la escena DIY, donde la contracultura es resistencia y donde puedes tomar el control.
Iron Fist: No pretendemos tener respuestas, pero nos negamos a mirar hacia otro lado. Nihilismo, colapso, resistencia… No son solo temas, es la realidad en la que vivimos. Pero incluso en medio de todo eso, hay significado en negarse a estar en silencio. Hay poder en llamar a las cosas por su nombre, en hacer ruido cuando el mundo quiere que te quedes adormecidx. Si todo se está desmoronando, Distroyer es el sonido de nosotros de pie entre los escombros, negándonos a desaparecer en silencio.
-Para terminar, ¿cuáles son vuestros planes a corto plazo?
Gazolizna: Seguir tocando donde podamos, organizar nuevas giras, crear redes con otrxs músicxs y empezar a grabar nuevo material. Dar vida a nuevas canciones y tocarlas por el mundo es nuestro mayor objetivo.
Iron Fist: Tenemos muchas cosas en camino. Habrá un split con Military Shadow de Japón, nuestra discografía saldrá en cassette en EE.UU. para nuestra gira de marzo y estamos planeando una gira por Japón en 2026. El nuevo álbum está en proceso y lo grabaremos este año.
-¡Gracias por la entrevista! ¿Últimas palabras?
Iron Fist: Sin dioses, sin amos, solo distorsión, desafío y la voluntad de seguir adelante. ¡Seguid haciendo ruido y seguid siendo libres!
Gazolizna: ¡Gracias, Queens of Steel, por apoyar la escena underground y mantenerla libre de opresión! ¡Nos vemos pronto!
