CRÍTICA: GREEN LUNG – This Heathen Land
Tercer full-length para los londinenses Green Lung, agrupación formada en 2017 que, hasta el momento de reseñar este álbum, no conocía. Sin duda me estaba perdiendo de algo interesante: la propuesta de este quinteto explora temáticas oscuras y ocultas, pero siempre bajo una búsqueda relacionada con el folklore británico, los mitos y leyendas de la antigua Albión que les sirven de inspiración.
En cuanto a sonido y estilo musical, si bien surgieron de la escena stoner/doom británica, actualmente abarcan mucho más. Green Lung practica una mixtura logradísima entre el heavy metal tradicional con ribetes doom y el heavy rock de los años ‘70s, del cual se los puede considerar eximios conocedores. Le suman además elementos progresivos y algo de folk con aire pastoral bien británico, sin abusar de los mismos, en una muestra de criterio y sabiduría.
“This Heathen Land” muestra a una banda madura, afirmada en su propuesta, con ambiciones y en franco crecimiento, tanto en popularidad como a nivel reconocimiento de la crítica especializada. Prueba de esta repercusión son las posiciones que ha alcanzado el álbum en los Official Charts británicos: puesto número 1 en la categoría “álbumes de rock y metal”; número 9 en la categoría “álbumes de vinilo”; número 18 en la categoría “álbumes físicos”; número 18 en “álbumes escoceses”; número 7 en “álbumes independientes”; y, finalmente, el disco ocupó la posición número 89 en el listado general de álbumes. Además, la prestigiosa revista “Kerrang!” ubicó a “This Heathen Land” en el puesto número 10 en su lista de “Los 50 Mejores Álbumes de 2023”. Por todo lo antedicho, podemos decir que los Green Lung son profetas en su tierra.
“This HeathenLand” es un viaje apasionante hacia un suelo ancestral, hacia un país oculto. Que comience la travesía en dirección a esta tierra pagana…
El lado A inicia con The Forest Church Intro, una narración que sirve de introducción al primer tema y nos pone en contexto con la temática del álbum.
The Forest Church marca el inicio del recorrido. El sonido envolvente forjado a fuerza de riffs, las teclas de un órgano y la voz de Tom Templar que nos va llevando por un camino oscuro que desemboca en un estribillo poderoso, con coros, nos remiten a Ghost con toda su aura de misticismo. No obstante, cuando llegan los solos de guitarra, hay cierto sabor a NWOBHM que le otorga identidad a la propuesta. Dramático y auspicioso comienzo de álbum.
Por su parte, Mountain Throne se abre paso con un riff de escuela Sabbath, con arreglos dignos dela NWOBHM y el heavy rock ‘70s, al estilo de Uriah Heep, Hell y, por qué no, Satan. Además, sus teclados nos remiten al Deep Purple del Mark II.
En tercer orden llega Maxine, una pieza de occult rock ligada a la propuesta de grupos actuales como Lucifer (de hecho, el personaje del videoclip de este tema aparece con una chaqueta con el logo de la banda liderada por Johanna Sadonis). La parte vocal sigue emparentada con Ghost, pero con mayor carga de dramatismo al llegar al estribillo.
One for Sorrow cierra el lado A. Inicia con un riff denso y muy oscuro querecuerda a los italianos Jacula, provocando enseguida una inquietante sensación de satisfacción. Tom Templar nos narra, cantando, una historia. Su voz transmite una oscura emoción, evoca con dramatismo una nostalgia, apoyado en la labor del guitarrista Scott Black y el inteligente manejo de las teclas por parte de John Wright. Podría utilizar muchos adjetivos e intentar analizar rigurosamente la composición, pero prefiero limitarme a afirmar que hayMAGIA en esta canción.
Song of the Stones da comienzo al lado B. El tema comienza con un golpe percusivo monótono, tribal, junto a una guitarra acústica, para después acoplarse la voz y otros instrumentos; manteniendo siempre el tono de balada folklórica, un aire agreste atraviesa la canción. El solo de guitarra es exquisito, con un brillo heredado de lo que Ritchie Blackmore hacía con Rainbow a mediados de los ‘70s. Esto último no es casualidad, ya que los Green Lung se han declarado grandes admiradores de los álbumes producidos por Martin Birch durante los ‘70s y principios de los ‘80s.
The Ancient Ways se abre paso con un riff fuerte y con presencia. La inspiración proveniente de Uriah Heep y la NWOBHM puede palparseal instante; nosotros, agradecidos. La voz de Tom Templar se mueve con soltura sobre esta base. Al momento del solo de guitarra, dentro del cuidado abanico de influencias, Queen dice presente y aparece la sombra de un gigante como Brian May; sin duda, se trata de un elemento que no hace más que enriquecer y enaltecer a Scott Black.
Hunters in the Sky es una canción dotada de riffs más sencillos y efectivos, con algo del Iron Maiden de fines de los ‘80s y principios de los ‘90s (el de Janick Gers) mezclado con Mercyful Fate. Llama la atención la combinación, pero lo importante es que funciona.
Oceans of Time clausura la placa dejando la vara bien alta.El comienzo cuasi-progresivo recuerda a temas como “Voyager”, de Alan Parsons Project, y cuando Templar comienza a cantar un halo de Blue Öyster Cult atraviesa la canción, en un peculiar juego de luces y sombras, con un distintivo componente de épica y misterio. Los solos rockeros, de buen gusto, más una batería contundente nos brindan la apreciada posibilidad de terminar el disco con entusiasmo.
En definitiva, “This Heathen Land” es uno de los grandes álbumes que nos dejó el 2023, parido por una banda llena de ideas y ambiciones que se está posicionando de manera inmejorable en la escena actual del heavy rock. Hagan lugar para Green Lung: de Albión para el mundo, avanzan sin prisa ni pausa hacia la cima.
Nuclear Blast Records (2023)
Puntuación: 9/10