CRÍTICA: SORCERER – Reign of the Reaper

0

Sin olvidarnos de grandes clásicos del doom como Count Raven o Memory Garden, si por algo es conocida Suecia es por ser la cuna de la vertiente más épica de este subgénero: fue forjado por los legendarios Candlemass, aunque es importante mencionar el papel de nuestros protagonistas. Sorcerer sacaron un par de demos a inicios de los noventa, cuyas canciones fueron incluidas en su recopilatorio homónimo lanzado en 1995, cuando la banda ya se había separado, gracias al trabajo del guitarrista John Pérez, miembro de otro clásico como Solitude Aeturnus. La popularidad que consiguieron dentro del underground les convenció para reunirse dieciocho años más tarde, con una formación renovada, de las cuales solo se mantiene el vocalista Anders Engberg, tras la salida en 2018 del bajista original Johnny Hagel. Desde que sacaron en 2015 su primer disco de larga duración, el genial In the Shadow of the Inverted Cross, los de Estocolmo viven una segunda juventud y es habitual verlos formar parte de festivales como el madrileño Pounding Metal Fest (asociación hermana de la barcelonesa Metalcova) o el alemán Hammer of Doom.

Después de publicar en 2017 el sensacional The Crowning of the Fire King, tres años más tarde vio la luz Lamenting of the Innocent. El 27 de octubre saldrá al mercado su esperado Reign of the Reaper, del cual os hablaré encantado en las siguientes líneas.

Con una percusión de Richard Evensand que parece prepararnos para la contienda inicia Morning Star, primer sencillo promocional del disco, el cual nos habla de la caída de Lucifer. Tras las guitarras de Kristian Niemann y Peter Hallgren podemos escuchar la pletórica voz de Engberg. Nos sorprenden unos growls hacia el final, obra del bajista Justin Biggs. Prosiguen con la algo más lenta Reign of the Reaper, composición homónima y segundo single que pretende representar la majestuosidad de La Muerte. Llegados al ecuador deciden aplicar un interesante cambio de ritmo, poco antes del eléctrico solo de guitarra. La brillante portada del álbum ha sido obra de Joakim Ericsson.

Enérgica empieza Thy Kingdom Come, con un pegadizo riff a las seis cuerdas. El apartado coral es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la formación, conocida por sus dinámicos conciertos. Nos sumergimos ahora en la perpetua ensoñación de Eternal Sleep y su trabajo acústico. Conforme se desarrolla esta semi balada el resto de instrumentos ganan protagonismo. Llega la hora del último sencillo previo al lanzamiento del disco: Curse of Medusa, que nos retrotrae a la historia mitológica de Perseo y la mirada petrificante de la gorgona Medusa. De lo mejorcito del elepé, con un duelo de solos de guitarra la mar de interesantes.

Unas tétricas campanas nos dan la bienvenida a la impía Unveiling Blasphemy. Nuevamente es una delicia la base rítmica de la batería de Evensand y el bajo de Biggs. Mención especial para los teclados del artista invitado Conny Welén, bajista de Mezzrow además de co-productor de este disco. Con una contundente percusión inicia The Underworld, como si la banda se dispusiera a sumergirnos en los confines del inframundo. Las hachas de Hallgren y Niemann de nuevo se ejecutan en perfecta simbiosis, en la composición más corta del elepé. La teatralidad de la voz de Anders es patente en el soliloquio previo al solo de guitarra, antes de que escuchemos de nuevo el precioso chorus. Los escandinavos se despiden con Break of Dawn, composición que cuenta con un aura misteriosa. Realmente precioso ese interludio acústico, antes de que las dos guitarras regresen a su actividad habitual.

Es innegable que Sorcerer está disfrutando de su resurgir musical y eso se ve reflejado en los discos que nos han ofrecido durante estos últimos años. Claramente han apostado por canciones más cortas, sin perder su seña de identidad, por lo que el resultado es inmejorable.

Metal Blade Records (2023)
Puntuación: 8/10

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin