CRÍTICA: DIABOLIC NIGHT – Beneath The Crimson Prophecy
En esta nueva ola del black/thrash (o speed), ostenta un destacable papel la escena alemana: formaciones como Blackevil, Nocturnal, Eurynomos o Old, sin olvidarnos de unos veteranos como Desaster. Diabolic Night nacen en 2013 de la mano del vocalista, guitarrista y bajista Heavy Temple (sobrenombre de Kevin Heier), junto a su colega Christhunter (Chris Börner para sus familiares). Tras estrenarse con Sepulchral Magic, su EP de 2014, demostraron tablas en su debut de larga duración Beyond the Realm (2019), que llamó la atención del underground, por lo que ficharon por el conocido sello High Roller Records.
Lógicamente en sus directos cuentan con la ayuda de músicos de sesión, como por ejemplo su amigo Henry Käseberg, guitarrista de los también germanos The Night Eternal. Cuatro años más tarde han mejorado su fórmula en este Beneath the Crimson Prophecy, que saldrá a la venta el 20 de octubre. ¡Acompañadme en la oscuridad de este nuevo lanzamiento!
Con una intensa lluvia y música épica que recuerda al In the Hall of the Mountain King del compositor noruego Edvard Grieg (popularizada en su día por los legendarios Savatage), empieza la instrumental Revelation. Es seguida en total contraste con la frenética Tales of Past & Mistery, con unos blast beat de Christhunter muy propios del black. Le sigue el sencillo promocional, The Sacred Scriptures, que inicia con un pegadizo riff de la guitarra de Heavy Steeler, al que no tarda en unírsele la percusión. La lírica, que claramente nos habla del Santo Grial y la Leyenda del Rey Arturo en general, le otorga un claro matiz épico a la composición.
Pandemonium se nos presenta con aromas de doom, si bien no tarda en recuperar revoluciones. La oscura voz de resalta en el pegadizo coro. El solo de guitarra es una delicia para los oídos, así como lo bien que le acompaña el bajo. Quizás mi favorita del elepé. También calmada inicia Starlit Skies, para que la batería nos sorprenda con su intensidad. Otra exhibición de velocidad en el solo de guitarra, con un final relajado, como si fuera la calma tras la tormenta.
Con un UGH! muy Celtic Frost empieza Vicious Assault: toda una declaración de intenciones. Recuperan ese punto épico en Voyage to Fortune, con un apoteósico final a las seis cuerdas. Ponen punto final con la composición más extensa de este discazo, Arktares has Fallen, que supera los ocho minutos de duración. Llegados al tercer minuto deciden pausar brevemente el tormento, con una lluvia acompañando a la relajada guitarra, hasta desatarse de nuevo. La batería ayuda mucho para acentuar el misticismo del que pretender impregnar la canción.
El dúo que conforma Diabolic Night demuestra que, incluso en un género a veces sobreexplotado como es la mezcla de black y thrash, es posible aportar algo novedoso. Nuevamente la portada es brillante, obra de Adam Burke, quien ha colaborado con otros grupazos como Angel Witch, Enforcer, Eternal Champion o Fer de Lance.
High Roller Records (2023)
Puntuación: 8,5/10