CRÍTICA: CAVALERA – Morbid Visions
A veces, pasado, presente y futuro se alternan. Las alegrías y los sinsabores se entremezclan. Los anhelos y atisbos nostálgicos chocan con la realidad y el recuerdo. Justamente en vísperas de la edición de “Bestial Devastation” y “Morbid Visions”, regrabados por Cavalera (la banda), nos llega la triste noticia del fallecimiento de Vania Cavalera, madre de Max e Iggor, que tanto apoyó a Sepultura en sus inicios. Que su deceso se produzca cuando sus hijos acaban de regrabar aquel icónico primer material, haciendo tantas referencias a un pasado de sueños y lucha, resulta un curioso guiño del destino en torno a la historia de los Cavalera. Este hecho triste, al menos tangencialmente, nos hace revisitar con mayor avidez esos orígenes en la carrera de estos músicos. Porque sin el apoyo incondicional de Vania, quizá Sepultura nunca hubiese llegado a ser lo que fue. Y, entonces, ni el metal brasileño ni el metal mundial serían los mismos. Humildemente, esta reseña va dedicada a Vania y su legado.
Así es como llegamos a esta regrabación y “actualización” de “Morbid Visions”, aquel resonante, impactante, influyente y mítico primer long play de Sepultura, lanzado allá por 1986 por el sello mineiro Cogumelo Records. Esta versión 2023 fue editada por Nuclear Blast Records junto al EP “Bestial Devastation”, en lo que constituye el debut discográfico del proyecto de los hermanos Cavalera para el sello alemán. Ambas placas se grabaron en los estudios The Platinum Underground de Phoenix, Arizona, y cuentan con nuevos artes de tapa, fieles al concepto original, a cargo del artista israelí Eliran Kantor, quien ya ha realizado portadas para Atheist, Incantation, Bloodbath, Evile, Hate Eternal, Helloween, My Dying Bride, Satan, Sodom, Soulfly, Testament y muchos otros más.
El álbum inicia con el tema que le da título: Morbid Visions arremete desde el comienzo con guitarras crujientes y poderosos riffs machacantes. Max Cavalera hace lo suyo en muy buena forma, cantando con profundidad. Cuando la batería incansable de Iggor acelera el ritmo, antes del solo de guitarra, llega el clímax de la canción, situación que termina explotando al inicio del siguiente tema.
Mayhem arranca como un rapto de locura, con la intensidad bien alta, a modo de continuidad del track anterior. Max Cavalera suena poseído y un claro ejemplo de esto se nota al escucharlo vociferar en la estrofa final: “No return! No escape! Evil refuge … You are slaves!”
Con Troops of Doom no hay lugar para duda alguna; un himno de Sepultura, infalible, con ese riff doom al principio y el cambio de ritmo después del clásico “un, dos, tres, cuá!” de Max (que nos llena de poder y nostalgia a la vez). Promediando el tema, ya estoy moviendo la cabeza y esbozando una mueca de placer. El solo de guitarra a cargo de Daniel González (Gruesome, Possessed, ex músico en vivo de Exhumed, Master y los propios Cavalera Conspiracy) suena cargado de vitalidad, con algunas partes que me hacen acordar al viejo Megadeth.
War es un tema donde se nota, por sonido y temática, la herencia de los primeros Sodom y Destruction. Abrasivo. Violento. Adictivo.
Crucifixion cierra el lado A. Lindando el black metal primitivo por momentos, con la influencia de Venom, Bathory y Hellhammer a flor de piel, ostenta algunos pasajes que evocan un caos a punto de esparcirse.
El lado B abre con Show Me the Wrath; aunque el violento ataque de la batería a veces se me hace monótono en este tema, las bases cortantes, los alaridos de Max y el aura sofocante me mantienen enganchado.
Funeral Rites, que arranca doom con aires de Black Sabbath en el riff, luego transiciona en una pista que por momentos recuerda al Possessed de la época del álbum “Seven Churches” (1985), para luego volver sobre las partes doom y otra vez retomar la marcha y la velocidad, en un bucle lleno de gancho y calidad.
Llegamos a Empire of the Damned, el tema que clausuraba la grabación original de 1986. Manteniendo atento el oído, uno puede percibir las reminiscencias hardcore punk además de todo el bagaje thrash/death/black que traían consigo al momento de componer este material. Una pieza atemporal de Sepultura muy bien recreada por los Cavalera.
El final llega con Burn the Dead, un tema nuevo, corto y efectivo, una mezcla de Motörhead, hardcore punk y black metal primitivo. Para terminar la escucha con el puño en alto y lleno de ganas de más novedades como esta.
En definitiva, tanto este “Morbid Visions” como el “Bestial Invasion” con sonido “actualizado”, no hacen más que confirmarnos lo que de todas maneras ya sabíamos, pero no está mal reafirmar: Sepultura ya desde el principio demostraba talento y un alto nivel compositivo, parido de la imaginación de los hermanos Max e Iggor Cavalera. La producción más moderna no soslaya este hecho.
Hay muchos ejemplos de regrabaciones de álbumes históricos o discos debut. En este momento me vienen a la mente Exodus regrabando “Bonded by Blood” en 2008 (bajo el título “Let There Be Blood”, con Rob Dukes en la voz), Sodom en 2007 con su versión expandida de “In the Sign of Evil” (titulada “The Final Sign of Evil”), Manowar haciendo lo propio con “Battle Hymns” en 2010 (esta vez como “Battle Hymns MMXI”) e incluso Twisted Sister volvió a grabar “Stay Hungry” en 2004 (se llamó “Still Hungry”).
También en la escena brasileña encontramos regrabaciones que han realizado otros grupos insignes: Ratos de Porão regrabó en 2001 su debut “Crucificados Pelo Sistema” bajo el título “Sistemados Pelo Crucifa”, mientras que Dorsal Atlântica entró a estudios en 2005 para registrar de manera logradísima “Antes do Fim”, esta vez como “Antes do Fim, Depois do Fim”.
Pues bien, estos lanzamientos de Cavalera se apuntan entre las regrabaciones con mejores resultados. También supongo que es algo que Max e Iggor necesitaban demostrarse a ellos mismos. Creo que lo han logrado.
*Recomiendo la playlist “Max Cavalera’s Morbid Devastation” que la banda subió a Spotify; allí pueden escuchar muchas de las bandas y canciones que influenciaron a Sepultura en sus inicios, así como otros grupos contemporáneos que estaban en una búsqueda de sonido similar.
Puntuación: 8/10
Nuclear Blast (2023)