CRÍTICA: BALMOG – Covenants of Salt (EP)
Quizás debería escribir como introducción el típico cliché metalero de que no presto mucha atención a los sucesos recientes dentro del género del que vosotrxs y yo estamos hablando o, en este caso, nos encontramos ambxs mutuamente interesadxs mediante esta reseña. A lxs metalerxs les gusta enfocarlo de una manera extraña, casi como si ganaras credibilidad al no importarte el tema del que hablas. A pesar de la credibilidad (aquí soy un invitado así que, técnicamente ese barco zarpó incluso antes de llegar), realmente no tengo ni puñetera idea sobre Black Metal reciente. La sobre-confianza en las atmósferas y las políticas internas de la escena son un coñazo pero, en realidad, es cuando el Black Metal se desvía de su temática prevista (el satanismo, para dejar las cosas tremendamente claras) cuando, para mí, cierra el trato y pierdo todo el interés. Si esto suena a un hombre mayor gritándole a una nube, bueno, bien, es cómo debe ser. ¿Sabéis qué no suena a un señor mayor teniendo una acalorada discusión con un fenómeno meteorológico? El nuevo EP de Balmog, ‘Covenants of Salt’.
Mi primer encuentro con el cuarteto español fue en julio de 2022, cuando el equipo de QoS me convenció de que ver a Balmog en directo sería algo que podría gustarme, explicándome pacientemente que marcaban todas mis casillas pedantes, tradicionalistas black metaleras pero, al miso tiempo, también conseguían sonar diferentes. Me lo vendieron bien y, si queréis dejar de leer aquí, simplemente, como prólogo del resto de la crítica, diré que era cierto; Balmog, de Soutomaior, usan un Black Metal de sonido tradicional como núcleo, que es competente y pasable, pero no necesariamente algo que me podría sorprender. De hecho, los temas de su repertorio que luego me dijeron eran los más antiguos, hicieron un buen trabajo resultándome atractivos, pero fue su material más reciente lo que realmente despertó mi interés. Es aquí donde el frontman fantasmagórico de Balmog, Balc, elige utilizar un estilo vocal distinto, más limpio pero, definitivamente, no pulido, como una llamada de atención que, aún así, logró encajar por encima de los acelerados blast beats y guitarras como sierras sin suprimir lo demás como una estridente bocina. Y, no lo adivinaríais, pero este es el tipo de material que ofrecen en ‘Covenants of Salt’.
La música no es demasiado experimental, pero proporciona la base ortodoxa que necesita el Black Metal y, en este caso, da espacio a las voces para que hagan su propia movida. Los diabólicos gritos de guerra, la producción impregnada de reverb y los ocasionales giros, vueltas y pasas instrumentales, todo confiere a la música una atmósfera única, siniestra y saturnina a la vez, pero diferente a todo lo que habitualmente pasa por atmósfera en el Metal en estos tiempos. De hecho, le pueden dar por saco a los riffs sin color, a las influencias indie de miera y a las portadas con árboles, y me alivia decir que ‘Covenants of Salt’ es deliciosamente contrario a todo eso. Todo esto es por la potente interacción entre el Black Metal impulsivo y, me atrevería a decir, pegadizo, que emana de las trincheras, y los enigmáticos aullidos y coros que impregnan la música, aunque a veces se sumergen en territorios más ásperos.
Esto se mantiene durante los 18 minutos de este EP de una sola canción, al igual que la calidad de la producción. Es aquí donde la banda parece haber alcanzado su mejor momento; después de echar un vistazo a los anteriores álbumes de Balmog tras el bolo, me parecieron, o demasiado limpios, o que tiraban hacia el otro extremo del espectro; demasiado borrosos de manera artificial como para dejar que la música brillara. ‘Covenants of Salt’ consigue encontrar ese punto intermedio perfecto, habitando entre una percusión áspera, delgada y contundente que siempre es un rasgo bienvenido cuando emigra del Death y el Thrash Metal, a la embriagadora atmósfera de las guitarras limpias empapadas de efectos.
Todo esto sirve para hacer eco a la sensación de que ‘Covenants of Salt’ es, básicamente, una canción (sí, es todo una canción que dura 18 minutos) que vive en las entrañas de la tierra, pero que no teme sacar la cabeza y emitir un aullido sulfuroso que casi insinúa una melodía antes de corromper y deteriorar su entorno, tal y como debería hacer el Black Metal. Para aquellxs que defienden tales sentimientos; ‘Covenants of Salt’, de Balmog, seguramente encontrará interés donde otros lanzamientos recientes se quedan cortos.
War Anthem Records (2023)
Puntuación: 9/10