CRÍTICA: RAPID – Blackstar Oppression Regime (EP)

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RAPID es un amor reciente. Los conocí poco después de que sacaran su EP debut, ‘Blackstar Oppression Regime’. Hacía tiempo que no hacía un descubrimiento de estos, de los que te atrapan y casi te obsesionas. Me hice con la cinta por si fuera a ser la única forma de hacerme con algo físico de los finlandeses, pero ahora Dying Victims ha anunciado que va a reeditar este EP en vinilo 12” y CD a finales de mayo. Además, la versión en CD incluirá como bonus su segunda demo, ‘Deadly Torment’.

¿Qué decir de estos cuatro temas? Que tienen la urgencia del Hardcore Punk, la velocidad del Speed, la oscuridad del Black Metal (primera ola) y las guitarras del Heavy Metal clásico o de la NWOBHM más punki. Este EP es rápido. Es guarro. Es desenfadado. Es fresco y oscuro. Tiene toquecitos sutilmente épicos. Mezclan lo mejor de los 80 y crean una receta tradicional pero única.

Como no podía ser de otra forma en un trabajo de este rollo (o al menos eso creo yo), es una obra muy centrad en los riffs. Memorables siempre. Con solos muy interesantes también. Y, al igual que su música en general, las guitarras son muy variadas dentro de lo ochentero. Las voces son igual de versátiles, siempre crudas y duras, tan oscuras como agresivas o melódicas, pero sonando más o menos limpias (no hay guturales ni casi gritos), a veces incluso con agudos estilo Thrash de los 80. La producción va acorde con todo esto sin ser innecesariamente sucia, sino que es natural y orgánica y realza cada uno de los elementos. De hecho se nota la diferencia en el sonido cuando empiezan los temas de la demo, aunque a nivel compositivo la línea es la misma. La esencia es la misma.

No os dejéis engañar por una primera escucha superficial o por el género que practican. RAPID tienen mucho qué ofrecer y no son otra banda a piñón fijo recreando todo lo que les mola sin juicio y presentándolo todo de golpe sin más, repitiendo siempre la misma canción y la misma estructura. Ellos mezclan muchas cosas de los 80 pero lo combinan y presentan a su propio estilo, creando algo memorable y con personalidad propia. De hecho cogen cosas de fuera del Metal. Por ejemplo, el inicio de ‘The Arrival’ tiene un ligero halo Post Punk oscuro/Death Rock, mientras  que las guitarras, especialmente en el solo, son 100% Heavy Metal clásico. Hay armonías vocales que recuerdan tanto a los actuales DARKTHRONE como a MANILLA ROAD. No es la voz en sí o su sonido, sino la manera de modularla. Por otro lado, canciones como ‘Edge of Eternity’ descargan un Black Thrash casi puro, con riffs afiladísimos de más reminiscencia BM y unas voces que, en las partes limpias me recuerdan (de nuevo) a Fenriz, pero en este caso en su etapa más punki. Tiene esa misma suciedad y esa misma teatralidad.

La pista más larga, ‘Marines of the Blackstar’ es un trallazo Speed/Punk a piñón fijo con una oscuridad imponente y unas seis cuerdas muy personales. Diría que es de las más agresivas, no en cuanto a brutalidad o sonido, sino en cuanto a atmósfera. Es letal y malvada. Venenosa. Y no deja de tener un puntito Heavy subyacente (hay momentos que, aunque sean géneros distintos, me recuerdan  a CHEVALIER en la, oscuridad y en esa teatralidad de las voces tan 80s). Las voces limpias resuenan como densidad un eco, y los gritos desaforados a partir del minuto 4 realzan ese ambiente siniestro y oscuro del que hablaba. Una canción variada y completa, súper entretenida. No se hace nada aburrida a pesar de ser la más larga. Todo un temazo.

Seguid de cerca a RAPID. Crean algo puramente retro pero también único y tremendamente entretenido. Estructuras bien pensadas y bien ejecutadas sin crear algo complejo, sino divertido de escuchar. Está claro que, a diferencia de otras bandas del género, saben bien cómo componer y cómo plasmar esas ideas.


Dying Victims Productions (2023)

Puntuación: 9/10

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