CRÍTICA: JBP (JABATO BUSTILLO PROYECTO) – Ataca

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A finales del año pasado Javier Jabato y Félix Bustillo volvieron a unir sus fuerzas para sacar una nueva obra después de muchas vicisitudes por el camino, tal y como me contaron en una tertulia que mantuvimos el día que me pasaron el disco. Por fin, después de saborearlo, podemos hablar y hacer la crítica de este nuevo disco.

Jabato y Bustillo no se han ido por las ramas y nos ofrecen aquello que más nos gusta; una colección de canciones netamente heavies hecha para heavies, con todo el sentimiento y pasión que ello conlleva. Así, de entrada empiezan a sonar las primeras notas del primer tema llamado como el título del disco, “Ataca”, y es eso; un ataque sin piedad de Heavy Metal clásico. Con unos riffs iniciales compactos y ordenados. Con fuerza y armonía por parte de Jabato. Mientras que la entrada de Félix le da esa vida, esa narración con la voz más clásica que puedes escuchar, llena de emotividad y lucha, incitando al Metal y al ataque con unos estribillos que se clavan como clavos mientras desemboca en unos solo muy finos y elegantes. Con precisión y técnica.

El siguiente corte es “Sigo Aquí”. Empieza con el ruido de las manecillas de un reloj que explota y ¡PUM! Unos riffs metálicos que se acentúan por momentos y te levantan de la silla mientras unos punteos sueltos súper chulos y emotivos van sonando entre riffs y estrofas. La voz de Félix es muy elegante y muy clásica. Y esto lo diré muchas veces: con unos estribillos que te hacen vibrar y sentir aquel Heavy que fuiste y eres. Destacar también los solos; con juegos, armonía y elaboración. Con esa melancolía ochentera que Jabato ejecuta tan gustosamente bien.

En “Llévame al Infierno” el espíritu de ZEUS planea sobre nuestras cabezas, ya que es un tema de dicha época. Tiene ese feeling tan peculiar y ese trato guitarrero muy en la onda PRIEST en los riffs, mientras que en los solos Jabato se luce y se gusta con unos bucles armónicos que suenan de lujo. Aparte de esos punteos que va metiendo entre estrofas con un sentimiento brutal. Al mismo tiempo que los estribillos siguen siendo brutales. Y la voz de Félix nos vuelve a llevar al sitio de dónde venimos.

“Desconecta”, que así se llama la siguiente canción, ya empieza con un redoble y la voz de Félix atacando a un ritmo vocal speedico pero moderado, con esa velocidad tan clásica que imprime la guitarra de Jabato cabalgando riff a riff. Con actitud. Arrollando. Y, como siempre, soltando esos punteos tan guapis y melancólicos entre ritmos. Una pista con unos estribillos cibernéticos robóticos de una manera cósmica, como el tema lo pide, y unos solos con un toquecillo neoclásico que desemboca en otro más clásico. Un temazo, señores.

Por otro lado, en “Vencerás” desaceleran la marcha en un corte a medio tiempo con unas guitarras acojonantes que mantiene el protagonismo durante su duración, creando una atmósfera densa, con unos ritmos Hard n’ Blues me atrevería a decir, o al menos me produce ese sentimiento, alternándolo con toros momentos más clásicos y pasionales. Creo que Jabato se gusta en este tema donde fluye y se deja llevar. Y, por supuesto, la voz de Félix esta vez más lineal pero, de nuevo, con ese estribillo convincente y combativo que tanto nos gusta a los heavies.

Y bueno, llegados a mitad del disco tenemos un tema llamado “Solo”. Una canción que me encanta. Tiene un no-sé-qué que me atrapa. Es una pista dura de riffs pesados, primitivos y distorsionados, mientras Félix le da un sentimiento vocal único, clásico, creíble. Y el estribillo es brutal. Tiene un tono agónico y triste incluso. Una interpretación magistral. Igual que lo solos de Javier; bonitos y elegantes, con mucho sentimiento y pensamiento.

Y, cómo no, ya tardaba en llegar nuestro tema. Su título, siempre y efectivo: “Heavy Metal”. Esa es tu canción. Mi canción. Y el de quien se identifique con el género. Unos riffs de lo más heavies que te puedas imaginar. Potente. Denso. Distorsionado con gusto y melodías interiores. Mientras Félix nos cuenta de qué va esto. De la pasión. De los inicios. De cómo pasan las cosas con una voz convincente llena de sabiduría y con unos estribillos que parten con todo. ¡¡¡HEAVY METAL!!! No hay más. Y luego, los solos que retumban por todos lados con su feeling. Su sentimiento. Melodías y armonías muy nuestras, con un Jabato metido de lleno en la historia.

Pasamos a otro tema, llamado “Rumbo a la Eternidad”. Una pista con una atmósfera acogedora y a la vez agónica. Un corte pesado, con unos riffs contundentes muy alargados, con una distorsión muy “cult”. Y aún se ralentiza más con pausas y secuencias de riffs golpe a golpe, mientras que Félix se luce que da gusto. Lo que sale de su garganta es poesía navajera; corta y rasga y a la vez emociona con una teatralidad y agonía y exquisitas. También los solos son transparentes a una velocidad plácida para poder degustarlos con gusto.

Y llegando al final; un par de temas. Uno se llama “Fuego” y es eso; un puto incendio. Una descarga, de nuevo, del Heavy Metal más clásico. Esta vez a velocidad PRIEST con moderación pero salvaje. Félix canta como nunca. Te avisa del fuego y en los estribillos y estrofas te convence totalmente de ese fuego interior que desprende en un alarde vocal de agudos y gritos metálicos. Mientras que, cuando a Jabato le toca el turno de los solos, les imprime un feeling de una nostalgia pura, incendiaria, con mucha soltura. Y acabamos con “Brillará tu Luz”, una canción de la época de ZEUS que se convierte en un homenaje a la figura del legendario guitarrista de la banda, Juan Ramón Martínez, más conocido como Giovanni, que nos dejó tristemente en el 2018. El tema es una balada con ese sentimiento y lamento recordatorio de alguien que formó parte de una familia. Los arreglos de Jabato con la guitarra son preciosos, tienen ese sentimiento ochentero de aquellos cortes, con un sonido limpio, delicado, con mucha alma. Mientras que Félix, esta vez en plan más narrativo, pero con ese desgarro en esta ocasión más sentido, nos explica el sentimiento profundo que le invoca la figura de su gran amigo y compañero de batalla. Una pista preciosa y precisa para acabar el álbum de una manera brillante.

En definitiva, un disco que define a la perfección el Heavy Metal hispano y sus bases. Un disco hecho por dos auténticas leyendas de nuestro rollo que, sin duda, deberían haber merecido más en la vida musical peo que, por suerte, a día de hoy y echándole un par de huevos, son capaces de hacernos sentir de nuevo ser aquel heavy que fuimos y solos. Se merece un 10. Y puto.

Puntución: 10/10

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