Tradición o frescor, pero el Skulls of Metal nos vuelve a hacer pedazos

Para quien no lo conozca, el Skulls of Metal es un festival que se lleva celebrando desde el año 2002. Yo empecé a ir a partir de la edición XI y tengo que decir que es un festival que no decepciona; buena organización, barato, buen ambiente… Para mí se ha convertido en un evento muy familiar. Y siempre trae a muy buenas bandas; desde lo más clásico a lo más extremo. Es la mezcla perfecta. El Skulls cada vez se hace más grande al traer grupos internacionales de gran prestigio, pero tampoco sin olvidar lo nacional, porque es la esencia del Skulls of Metal.
Este año nos trajo un cartelazo. No es ningún secreto que la gente iba por los dos grupos que hacían que el cartel llamara la atención, Avenger y Cancer, que llevaban mucho tiempo sin tocar por España.

El festival abrió con el grupo catalán Redshark, con un buen sonido y actitud agresiva. Junto a la gran voz del cantante Pau, aguda y rasgada, dejando claro quién está encima del escenario. Tocaron su álbum «Digital Race». Fue un bolazo, sin duda. Fue una pena que en ese momento no hubiera apenas gente, pero es lo que tienen los comienzos.

A continuación, desde Grecia, Typhus. Desde el minuto 1 dando caña con su Thrash Metal veloz y agresivo. La voz del cantante, Kostas Korg, era increíble. Una voz muy aguda que no desafinaba en ningún momento. Me recordaba mucho al registro del cantante de Agent Steel.

Seguidamente tocaron Roadwolf, después de la gran presentación de Inés, locutora de Rock Invasion, y el recinto empezó a llenarse y la gente a entrar en calor. Sonaron geniales y ofrecieron una gran actuación. Aunque a mí me hubiera gustado que alguien hubiera salido con la careta de la mascota del grupo.

La siguiente banda, y la más esperada, era Avenger. Grupo perteneciente a la NWOBHM. El vocalista, Ian Swift, es de los pocos miembros originales del grupo y, la verdad, lo hizo muy bien, demostrando todavía una gran vitalidad y con un público muy animado. Tocaron sus dos álbumes, «Blood Sport» y «Killer Elite». He leído quejas sobre esta formación a día de hoy y, tengo que decir, que en el Skulls of Metal estuvieron bien. Aunque, para mí, fue lo más flojo de la noche.

Y ahora sí que sí. Lo más esperado por el público. Cancer. Solo queda de los originales del grupo el cantante, John Walker, junto a musicazos españoles que hicieron sonar genial a la banda. Era una apisonadora. De lo mejor de la noche, sin duda. La gente se hacía pedazos… Me encantó cómo lxs fans se subían al escenario a metalear con ellos.

El siguiente grupo era Graveyard. Para mí, uno de los mejores grupo de Death Metal de Barcelona. Tocaron sin batería, ya que el miembro del grupo tenía problemas de salud, pero tuvieron el coraje de subir al escenario con baterías grabadas del disco y nos impresionó muchísimo su gran profesionalidad y sonido. Para mí, personalmente, también fueron lo mejor de la noche.

Y, por último, para cerrar el festival, desde Francia Hexecutor, metiendo tralla al personal. Era un no parar y la poca gente que quedaba del festival no se cansaba.