Esta, sin duda, es una de esas reseñas que no sabes cómo empezar a escribirla. Primero de todo, estamos hablando de una de las reuniones más deseadas por lxs fans, que realizaron una de las giras con más éxito de los últimos años, y que ahora sacan uno de los discos más esperados. Y era todo tan fácil como tener de vuelta la voz de Michael Kiske y el talentoso carisma de Kai Hansen en la formación, quedando entonces: tres cantantes, tres guitarristas, un bajista y un batería. Quienes los vimos en el Rock Fest del 2018 o en el Wizink Center en 2017 disfrutamos de una de las mejores bandas clásicas de Heavy Metal que se pueden ver en la actualidad. Ahora les tocaba superar la parte del reto que roce la perfección: sacar un gran disco.

Hay que añadir varias cosas antes de hablar de los temas, y es que el peso compositivo se lo lleva Andi Deris, con la ayuda de Weikath, Sascha, Hansen y Grosskopf en menor medida, pero el trabajo vocal queda equilibrado y compensado teniendo mayor protagonismo Michael Kiske.

El primer tema, “Out For The Glory”, se podría decir que es un “Eagle Fly Free” en toda regla; empieza el disco a lo grande. “Fear Of The Fallen” ya es conocida por todxs y en esta vemos un buen dueto Deris-Kiske ya característico de esta reunión. En “Best Time” tenemos un corte con menor tempo, algo que le viene genial a Hansen para cantar. Y en “Mass Pollution” tenemos uno de los momentos Andi Deris del disco. Vuelven a bajar las revoluciones con “Angels”, que hace de transición para lo que va a venir, ya que en “Rise Without Chains” vuelven a pisar el acelerador. “Indestructible” he de decir que gana muchísimo más cuando escuchas el disco del tirón. Recuerdo que la pudimos escuchar meses atrás y dejó a la gente muy fría.

Situándonos en la recta final del disco, Michael Weikath nos pone a todxs en nuestro sitio con pelotazos como “Robot King” y “Down In The Dumps”, por si no teníamos ya suficiente. Sin pasar desapercibida “Cyanide”; corta pero bien encajada. Y para finalizar, el ya conocido “Skyfall”, que se ha convertido en un clásico de la historia de Helloween solo saliendo como un single. Marca de Kai Hansen y con los tres vocalistas luciéndose que, por supuesto, la versión larga supera a la corta con creces.

Hay que destacar varias cosas más; una de ellas, como he ido desarrollando anteriormente, es el espectacular trabajo vocal que se han repartido Michael Kiske, Andi Deris y Kai Hansen. Otro aspecto es la producción, que suena muy orgánica, poco sobreproducida para los tiempos que corren pero, a la vez, con mucha potencia. Labor de Charlie Bauerfeind, que lleva ya dos décadas trabajando con la banda, aunque esta vez acompañado de Dennis Ward. Tampoco deja para nada indiferente la portada de Eliran Kantor. Ilustración 100% Helloween.

En definitiva, un disco que cumple con las expectativas tan altas que tenía. Y que ya adelanto que nadie se espere un “Keeper Of The Seven Keys” o un “Walls Of Jericho”, tampoco un “Master Of The Rings” cantado por Kiske. Para nada. Con esto no estoy diciendo que no esté a la altura de dichos clásicos en cuanto a calidad se refiere, pero los clásicos son los clásicos. Intocables. Y no se volverán a hacer otros iguales. Lo que sí que tengo claro es que este álbum será un referente de la historia de Helloween. Excelente, impresionante y cumpliento de sobras lo que les faltaba por hacer con esta reunión.

Nuclear Blast (2021)

Puntuación: 10/10

Philip Graves

philipgraves@queensofsteel.com

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