EXORCIST – Nightmare Theatre (reedición)
Otra reedición más que tenemos. Esta vez de un clásico del culto metálico. Un único disco de una de las bandas más misteriosas del Metal, porque cuando apareció este álbum las preguntas eran quiénes eran esa banda y quién se escondía bajo esos seudónimos. Y es que no eran otros que los propios VIRGIN STEELE. Y así se confirma en el PDF que viene con la promo que nos mandan, donde el propio DeFeis dice que a lo largo de los años ha recibido muchas ofertas para reeditarlo y ahora era el momento de hacerlo. Así que para mí es un placer poder revistar esta joya del Cult Metal que tanta aceptación tuvo y tiene.
El disco no tiene nada qué ver con VIRGIN STEELE. Es una obra más extrema para lo que es VIRGIN, pero no tan extrema como lo que conocemos como tal. Y, sin más preámbulos, nos metemos de lleno en ella y empezamos por un temazo, el cual abre la placa, titulado “Black Mass”, donde todo comienza con una intro misteriosa que recuerda a los primeros SAVATAGE. Es lenta, con una voz apagada y misteriosa, más unos coros ceremoniosos que van a parar a unos riffs con un juego brutal que se te quedan a la primera, con unos punteos muy metálicos de acompañamiento. Y la voz de Damian Rath (DeFeis) de una manera gutural sin abusar, manteniendo el tono y bastante entendible. El corte prosigue con sus riffs hasta los coros, donde sube la fuerza de una forma brutal con unos “oh, oh oh, oh” de coro que encajan de muerte. Más unos solos de la escuela US Metal a lo SAVATAGE. El redondo está plagado de intros, como si de una historia general se tratara. Y “The Invocation” vuelve a ser un trozo de misterio para entrar en “Burnt Offerings”. Una pista más cruda. Con un ritmo más Speed Metal lleno de riffs y cambios, sin apenas espacios. Donde, de nuevo, esa voz semi gutural va allanando el camino con varios efectos vocales que le dan ese ambiente oscuro a la canción. Y siempre rodeada de solos y punteos incendiarios e infernales. Algo tan simple pero con una efectividad de temazo metálico perfecto. “The Hex” es la siguiente intro y parece estar sacada de cualquier disco de KING DIAMOND, para llevarnos a “Possessed”, donde el sonido podría encuadrarse en el Power Us de los 80. Es decir; riffs y punteos clásicos con mucha melodía y feeling, siempre con una base atrás pesada, a veces cercana al Thrash y manejada vocalmente siempre por esa tesitura adoptada de Damian Rath (DeFeis) con un toque gutural. Viniéndose arriba en los estribillos y utilizando varios efectos vocales que le brindan más ambiente. Le sigue “Call for the Exorcist”. No es otra cosa que el “Fire and Ecstasy” que grabó VIRGIN STEELE en uno de sus “House of Atreus” pero en versión original. Y bien, aquí lo tenemos como un corte más sucio, sin ninguna clase de épica, pero sí que es verdad que en la voz se aprecia un movimiento más lírico, sin tanta fuerza, con más melodía. Lo que queda más cerca de la pista que aquí había algo de VIRGIN. De nuevo, los estribillos son fantásticos y los solos de Marc Dorian (Pursino) demoledores. Muy de la escuela Power US llámese VICIOUS RUMORS, HEATHEN o SAVATAGE. Llegando a “Death by Bewitchment” sí que nos encontramos ante un sonido más embarullado. Más Thrash Metal. Con mucha fuerza y velocidad, unos estribillos gloriosos que con la voz de Damian (DeFeis) siempre cruda y con efectos, nos llevan a un Protodeath oscuro y ambiental. Incluso en ocasiones y en algún pasaje más místicos a BATHORY. Como decíamos antes, el disco está plagado de intros, y la siguiente es “The Trial”. Una especie de juicio lleno de efectos y voces delirantes que nos adentra en “Execution of the Witches”, de estructura simple. De nuevo, con esos riffs cavernosos. Con unos cambios y puentes donde las estrofas y estribillos le dan más fuerza y descaro si cabe, con un tono más narrativo pero igual de salvaje y ceremonioso. Otra vez, con unos solos que, aunque todos tengan el mismo sonido y estilo, marcan la pista de una manera más metálica y clásica. “Consuming Flames of Redemption” es otra intro donde el sonido de las llamas ardiendo dura unos 36 segundos, y a la que le sigue una instrumental titulada “Megawatt Mayhem”, de menos de 2 minutos que, más que instrumental, es un solo muy metalizado, con todos los registros y sonidos posibles que nos lleva al tema “Riding to Hell”. Otra brutalidad Protodeath con un sonido cavernoso y denso que se acerca a unos POSSESSED, con una voz cercana a VENOM o BATHORY y con unos estribillos que enganchan a la primera, como viene siendo habitual en toda la obra. Igual que los solos: rápidos y virtuosos, con un aire asesino y demoledor. Las siguiente son “Queen of the Dead” y “Lucifer’s Lament”, de ritmo machacón en unos temas más a medio tiempo. Riff sobre riff. Con unos solos y punteos que lo acompañan con cierta mística. Y partes del corte con un aire más épico, pero siempre dentro de ese ambiente terrorífico y misterioso, sobre todo en “Lucifer’s Lament”, donde hay más efectos vocales, con un tono demoníaco. Dramático. Sobrecogedor. Y un cambio de ritmo donde cogen más velocidad, sobre todo en los solos, donde no para de hacer diabluras sónicas que suben, bajan y se mantienen para volver de nuevo al principio. Y ya llegando al final nos encontramos otra intro, “The Banishment”, con una voz así como el que inhala helio. Y un tema que no se incluye en el disco, llamado “Spin your Head around Backwards”. Una paranoia llena de sonidos y voces de ultratumba que cambian de tono con distintos personajes que salen y entran acompañados de risas, efectos, punteos largos, cortos, pausas… Como una especie de paranoia a lo ALICE COOPER de los 70, pero adaptada a un grupo más clásico. Y así durante 5 largos minutos hasta llegar a un silencio sepulcral.
En definitiva, todo un clásico de culto que ha sido muy agradable volver a revisar. Y donde una banda de corte épico y clásico como VIRGIN STELLE cambiaron los papeles y nos ofrecieron un disco que pasará a la historia del Metal y que con los años es una joya incalculable.
High Roller Records (2021)
Puntuación: 9/10