DREAD SOVEREIGN – Alchemical Warfare

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Tercer trabajo ya de esta banda de Dublín que practica un Heavy Doom con tintes épicos y algunos matices más, y que en este nuevo álbum empiezan con una intro muy a lo KING DIAMOND con efectos oscuros y voces terroríficas llamada “A Curse on Men”, la cual deriva en el primer tema, que es “She Wolves of the Savage Season”, que ya supiera los diez minutos de duración y que arranca con una secuencia de riffs pesados muy Doom con efectos de guitarra que van y vienen y se pierden de forma armónicamente misteriosa para encajarse en una cabalgada de rifds sin espacios de una dureza extrema. Y con un acompañamiento vocal crudo y duro, muy hardcore en ocasiones, en una fase de ritmos muy thrashers pero con la densidad del Doom más cavernícola. Y en cuanto a cambios de ritmo hay bastante y, aunque a veces parecen caóticos, también tiene sus ratos de estrofas más melódicas y su instrumentación más sinfónica, con un final lleno de solos.

Le sigue “The Great Beast we Serve”. Tiene un groove Heavy Doom con desgarro y buen gusto. Con un ritmo lleno de épica también al estilo BATHORY. Vocalmente también es épico. Con unas estrofas cortas y tajantes, pero llenas de garra y energía, esta vez acompañada de unos coros simples pero súper épicos. Un corte a medio tiempo sin apenas cambios, pero con fases que van del Doom al Gothic con un sentimiento de épica total. Casi nueve minutos dura “Nature is the Devil’s Church”. Con un inicio que recuerda al “Holy Diver” nos adentramos en una canción con unos riffs durísimos como piedras. Con mucha distorsión y crudeza, que da paso a una velocidad con una instrumentación y sonido más Black Metal, pero vocalmente más metalizado y épico. En ocasiones también me recuerda a MANOWAR pero con mayor brutalidad. No faltan esos pasajes Thrash old school, pero del lado oscuro, añadiéndole esa piza de Doom que hace la pista más atmosférica y otros momentos más épicos con un ritmo más marcial. Y, de nuevo, otro título de más de ocho minutos llamado “Her Master’s Voice”. Siempre con una especie de intro acoplada que le da esa entrada de oscuridad. Y aquí va más allá. Un Doom oscuro y tétrico con unos ritmos de bajo sabbathicos y unos tonos a lo CELTIC FROST más oscuros que llevan al tema a unos pasajes lentos con riffs alargados y sin espacios, con un acompañamiento vocal amenazante y a veces con una agonía y épica que me recuerda a DeFeis. Y, como viene siendo habitual en las canciones, al final siempre hay unas secuencias de solos impresionantes. “Viral Tomb” es otra intro más espacial que precede a “Devil’s Bane”. La canción más Heavy del largo. O Proto Heavy. Porque tiene ese sonido a lo BLACK SABBATH del “Sabotage”. Y, de hecho, toda la pista parece calco de ese disco por la manera de jugar con las guitarras y esos sonidos tan primerizos que BLACK SABBATH creó. Aunque no siempre es así y también ponen su puntito thrasher y Doom en los cambios de ritmo, brindándole al tema ese plus de agonía y melancolía para volver al riff inicial. Y llegando al final tenemos dos temas. “Ruin upon the Temple Mount”, de nueve minutos de duración. Y ya en este punto, pues lo mismo que los otros; una secuencia larga de sonidos, esta vez más tribales, a modo de intro, con unas líneas de bajo lento que le siguen el ritmo a los sonidos y efectos. Y así, va creciendo en un corte con una atmósfera más cósmica, pero con la idea de Doom más oscuro siempre en los riffs, y con una parte más gótica al estilo PARADISE LOST. Y la última pista es “You don’t Move me (I don’t Give a Fuck)”. Un tema a toda castaña con un aire Hardcore Punk, con una voz asesina y un ritmo frenético muy parecido a los primeros VENOM con sus solos caóticos y desordenados.

En definitiva, un buen disco lleno de matices clásicos y primitivos que tanto nos gustan.

Metal Blade (2021)

Puntuación: 7/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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