Nos encontramos ante el primer disco de un curiosa banda del underground US Metal de los 80 que, curiosamente, ahora, 32 años después, ven realizado el proyecto que empezaron con las primeras demos. Y es que el disco no es más que aquellas demos reinventadas, más algún tema nuevo construido por el guitarrista original Joey Lodes y el vocalista Gary Vosganian, y el resultado es un auténtico bombazo. Una serie de cortes con toda la esencia del US Metal (Power, Thrash, técnico, progresivo…) y el Epic Metal con sonido cinemático y una pomposidad alucinantes.

El compacto está dividido en partes, y así, nos metemos de lleno en el primer acto, titulado “Part I – An Arisen Avatar (A Waltz Toward War), que ya aparecía en la demo del 89, y que ya de entrada te pone en pie y los pelos de punta, con un inicio de cine al estilo RHAPSODY para adentrarse en una secuencia de riffs algo mecanizados, pero con mucha fuerza y crudeza. Al igual que la voz, que despliega una agresividad, palabra por palabra, siempre con un tono de batalla y triunfo. Los cambios de ritmo tienen un punto Power Prog acompañado de un juego de solos y punteos neoclásicos de una belleza absoluta y unos coros que le dan el punto más épico. Le sigue “Army from Ash”. Esta canción es nueva, o no consta en ninguna demo. Una pista poderosa, con unos riffs rápidos entre sí, pero con pausas, tiene un tono más Power US, llámese POWERMAD o HEATHEN, aunque aquí el vocalista recuerda a Ripper Owens en “Jugulator”. Y es que, en mayor o menor medida, podríamos decir que tiene un sonido “Jugulator” pero con esos matices tan US Metal; estribillos melódicos, pasajes con más misticismo dando lugar a momentos épicos, siempre con pausas para subir de nuevo el ritmo, bajarlo o volver a hacer unos solos, esta vez con un intimismo a lo Rudi Pell o Malmsteen, que hace que la guistarra hable. “The Mirror Calls” pertenece a la demo 91. Un corte de casi 9 minutos con un inicio de puro WATCHTOWER o HADES; Thrash técnico a velocidad speedica. Una voz a lo Owens de nuevo con unos cambios de ritmo de unos riffs a lo SAVATAGE, con mucha técnica y virtuosismo a la hora de puntear el riff, y otros más agresivos que te recordarán a los ingleses SABBATH. Siempre envuelto en ese aire neoclásico, y aquí aún más, con un pasaje egipcio cargado de mística. En cambio, “A Futile Crusade”, otro tema de la demo 91 también, son casi 9 minutos de nuevo con unas características más atmosféricas. Más lento. Siempre con ese aire US Prog Power. Una voz en tono narrador y unos coros con un sonido catedralicio y celestial. Instrumentalmente podría ser la más progresiva; cambios rápidos en un mismo punteo, sonidos arrítmicos que se convierten en rítmicos y, bueno, siempre algún cambio, con esa velocidad y crudeza Power Thrash. Los solos, qué decir, Joey Lodes es un guitarrista cojonudo que le da ese enfoque neoclásico de que llevamos hablando, y la voz e Gary, que me sigue recordando al Owens más épico, al de ICED EARTH, al igual que una secuencia de riffs a mitad del tema que es una mezcla entre METALLICA y los mismos ICED EARTH. Y la primera parte termina con “Lament of the Fallen”, otra vez un tema de la demo 91. Esta vez la base es más Doom, pero con el tempo de los grupos US Prog; limpio, duro y controlado. Por detrás aparecen instrumentos más sinfónicos, dándole ese punto de misterio a la espera de que estalle de un momento a otro, mientras te envuelven los sonidos y una voz lenta pero alta y segura, siempre amenazando y advirtiendo, llegando a un punto donde se le acoplan unos coros que lo hacen más atractivo, y una fase donde una voz femenina pone un punto más teatral y oscuro. La segunda parte, o acto, se llama “Part II – Of Sacrifice, Saviours and Sanctity”, y arranca con “Th13teen within a Circle”. Una canción de la demo 89. Imagínate, una mezcla de sonidos a lo SAVATAGE con un sinfonismo a lo VIRGIN STEELE y el neoclásico de las guitarras a lo Malmsteen, siempre con esa voz a lo Ripper/ICED amenazante, pero esta vez con cambios en el tono según el giro, de más agresiva a más oscura y misteriosa. El corte va transcurriendo a medio tiempo, subiendo siempre un tono pero con el corte más épico. Solo al final se desmadra un poco la cosa con tonos y sonidos por todos lados, que confluyen en un ritmo Prog. Le sigue “Thief of Light”, y le sigue porque parece que es el mismo tema. Y es que el sentido conceptual del trabajo lo encaja todo. Otra vez, un medio tiempo con una estructura más instrumental donde, cada uno por su lado, logra que todo permanezca unido y encaje con unos precisos ritmos y cortes y un ápice de más agresividad y cabalgada en los riffs. Me recuerda a formaciones de Thrash técnico alemanas como DEATHROW o VENDETTA. “An Ancient Art” es US Metal a lo POWERMAD, con esos riffs duros y cortantes, con líneas más melódicas a lo SHOK PARIS, y el juego instrumental digno de unos HADES, WATCHTOWER o WRATHCHILD AMERICA. Como siempre, también tiene su parte épica en unos cambios de un tono más solemne y unos solos muy CACOPHONY. La historia continúa con “Predestined”, con la demo de 89. Arranca con un sonido de caballos al golpe, al que sigue una secuencia de riffs fuerte estilo ANNIHILATOR, pero con esos punteos sueltos más progresivos. Después, unos momentos de velocidad con unos punteos más orientados al Death Metal, e incluso la voz intenta darle ese tono, aunque en seguida cambia el ritmo y parece más cercana al Hardcore de unos SOD. Los solos siguen siendo magníficos, y es que el guitarrista hace un trabajo impecable en el disco. Y la historia, acto y álbum termina con “SonRise (a Lullaby to the Gods”). 13 minutos donde recrean todo lo escuchado a modo de epílogo o réquiem, porque así parece cuando empieza con unos momentos de sinfonismo con instrumentos orquestales, formando un pasaje donde, a través de las notas, puedes visualizar un camino donde los instrumentos se van acoplando formando riffs y melodías. Tiene un tono Opera Rock en muchos instantes, al estilo Who o QUEEN. También me recuerda a los discos en solitario de Jon Oliva, pero también esos momentos de agresividad vocal, con riffs cortantes y secos llenos de pausas y virtuosismo, a lo FATES WARNING o SAVATAGE. Un buen juego de coros acompaña el tema en los momentos en que la voz se vuelve fina y suave y se presta para un acompañamiento coral lleno de épica.

En definitiva, si este disco hubiera salido hace 32 años y ya estaban las bases, hubiera sido una maravilla de la época que seguro hoy tendría este estándar de culto que tanto gusta poner a las bandas del underground. Me ha parecido un discazo.

Autoeditado (2020)

Puntuación: 8/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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