Desde 1998 no sacaban ningún trabajo y hoy, veinte años después, tenemos una nueva obra de SOLSTICE, esta banda inglesa que practica un Epic Doom primitivo en el cual nos encontramos piezas como “III”. Se trata de una intro de cerca de tres minutos sin nada destacable, una serie de golpe de batería con un paso casi fúnebre y unos punteos con cierta épica que se van agrandando hacia una aparición coral, la cual desemboca en “To Sol a Thane”; buenos y duros riffs a medio tiempo con entradas de guitarra épico-melódicas, con cierta oscuridad. Un tema que se acrecentará por momentos, dándole más crudeza instrumental y más épica y teatralidad vocal. También destacar los cambios de ritmo, co enormes momentos instrumentales muy clásicos, heavies y eléctricos, pero sin perder esa base épica constante a lo largo del corte.

 

 

También tenemos “Beheld, a Man of Straw”. Es otra intro, esta vez más envolvente, con ese toque de adicción tan suave utilizado en las intros de formaciones de los 70, otorgándole un tono muy relajante para entrar en “White Horse Hill”, casi nueve minutos que arrancan con un juego de tambores, lo cual parece que la pista vaya a despegar de un momento a otro, pero en sí siempre se encuentra en una línea constante, repitiendo los riffs tanto con suavidad como con distorsión. Reseñar esos cambios más endurecidos con buenos punteos y cabalgadas con sabor británico, y una voz en esta ocasión cargada de épica e himno. Un título que enejcará muy bien en los directos entre grupo y público. “For all Days, and for none” es una especie de Doom/ballad con sonidos acústicos, regalándole un toque añejo rozando el Folk que contrasta con el aspecto vocal de forma lenta, narrativa y poéticamente oscura. Quizás sea demasiado lineal para lo que dura, apenas hay un cambio de ritmo en toda la canción. “Under Waves Lie our Dead” es el corte más largo de la placa; en casi trece minutos SOLSTICE define un Epic Doom. Una pista cargada de épica vocal en su parte inicial, con unos riffs metálicos, lentos y seguros, me recuerda a las cancones pesada de BATHORY, pero con la característica vocal más épica. Como antes comentábamos, atentos también a esos sonidos de solos y punteos muy británicos y otros cambios más metálicos, con solos muy heavies. Del mismo estilo es “Gallow Fen”, pero esta es más corta, más compacta en cuanto a riffs, sin apenas espacios, con una atmósfera más oscura y unas guitarras más heavies.

En conclusión, un trabajo bien hecho veinte años después del primero, y por el cual parece que no ha pasado el tiempo.

 
Invictus Productions (2018)
Puntuación: 7/10

 

Paco Gómez
Paco@queensofsteel.com

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