El pasado fin de semana del 2-3 de diciembre, la ciudad de Sheffield vivió un evento único en la sala O2 Academy. Pura NWOBHM sin parar durante dos días, organizado por la asociación Hard Rock Hell, la cual maneja otros festivales como el HRH Metal, HRH Stoner vs Doom, HRH Blues, etc.

 
En un mismo cartel, basado en esta corriente inglesa de culto, comparten espacio grupos míticos como Girlschool, Grim Reaper, Tokyo Blade o Venom (Inc) con otros de segunda división, pero al mismo nivel de calidad como Mythra, Cloven Hoof o Quartz. Es la primera edición de este formato de festival y mi primer contacto con HRH. Una de las cosas más sorprendentes de la organización es la cantidad de promociones que ponen a disposición del público para dejar en bandeja que nadie se pueda perder tan magno evento (en nuestro caso, la promoción consistió en que HRH cubría el precio de la entrada y nosotros los gastos de gestión. Hemos ido prácticamente ¡gratis!).

Empezamos con el viernes. Debido a reajustes del cartel (tuvieron que cancelar su concierto More y Geddes Axe. Fueron sustituidos por Chrome Molly y Stampede) y otros motivos, el festival tuvo que empezar a las 14:00 de la tarde en vez de a las 17:00 como inicialmente se había anunciado, por lo que teniendo en cuenta todo el viaje que servidor tuvo que hacer desde Murcia, pues desgraciadamente no llegué a tiempo de ver a Wytch Hazel, la única propuesta joven del festival y Jaguar (con la novedad de Jarvis Leatherby de Night Demon a la voz). Una vez llegado de Alicante a Manchester, cogimos el tren rumbo a Sheffield, corriendo al piso a dejar las cosas, a ver si llegábamos a tiempo de ver a Mythra. Una vez llegados al O2, me tomé un rato para otear el ambiente, y no me podía sentír más en mi lugar: Puestos de merchandising, a destacar el puesto de Metal Nation Records (antes Neat Records), un collage de pelos largos y chalecos de parches, gente riendo y cantando… todos reunidos por una pasión común.

Una vez ya he pegado mi primer vistazo, me dispongo a ir a ver a Mythra. Quizá una de las pegas del festival es el hecho de que los grupos toquen en dos escenarios que se encuentran en pisos diferentes, y cuyos conciertos a veces se solapaban (algunos casi enteros). Llegué a mitad del concierto, pero de lo que pude ver, me sorprendieron bastante más de lo que me esperaba.

 
Con este tipo de grupos, que sacaron apenas unas maquetas y un disco en la época, y que al mucho tiempo se reúnen, suelo ser muy escéptico, porque no es la primera vez que grupos así se reúnen por reunirse, y luego resultan un fiasco. Con Mythra (y con la totalidad del cartel) no es el caso ni de lejos. Su setlist se basó puramente en clásicos (Recogidos en su recopilatorio “Warriors of Time: The Anthology” (2015)) en los que se entregaron al 100%, con una energía envidiable. A más de uno nos gustaría llegar así a la edad de estos perros viejos. Sonaron temas (menciono también los que no pude ver) como U.F.O., Vicious Bastard o The Best Is Yet To Come, sin dejar el temón que es Death and Destiny, donde el público se entregó en cuerpo y alma con la banda. Un concierto la mar de bien llevado. Empieza bien el festival para mí.
Bajo un rato al escenario principal para ojear el concierto de Black Rose. Más Rock macarra a la par de elegante. Los de Steve Bardsley y cia dieron un grandísimo concierto, donde ya pude comprobar la gran calidad del sonido de la sala en el escenario de abajo. Todos los grupos que se subían rejuvenecían por completo. Tocaron canciones como Sucker For Your Love, Nightmare o No Point Running. Una gozada ver al señor Kenny Nicholson a la guitarra.

Sin haber podido ver el concierto hasta el final, subí corriendo a pillar sitio para ver a uno de mis grupos predilectos en este rollo como es Cloven Hoof. A pesar de ser un gran fan de la banda, también reconozco que estaba un poco acongojado ante la idea de que podía ser un concierto la mar de mediocre, ya que tenía como referencia el último disco que sacaron, el cual es muy, muy limitado, y una de sus últimas visitas en España, la cual rozó un poco el ridículo a opinión de un buen número de personas. Salen al escenario y empiezan con Inquisitor, de su primer LP tras la reunión, “Eye of The Sun” (2006), y ya el asunto empieza un poco frio, pero tras este, le sucede “Cloven Hoof” lo cual ya supone una subida. Después le sucede “Kiss Of Evil”, del primer disco mencionado, pero para luego ir a quemarropa con “Highlander” y “Crack The Whip”. Como último tema de los discos recientes, tocaron “Golgotha”, para ya cerrar el show con 3 clásicos supremos de la banda como “Nova Battlestar”, “Laying Down The Law” y “Reach For The Sky”, los puntos álgidos del concierto. Lo que más curioso me pareció es que a la hora de tocar temas más recientes, hubiesen seleccionado todos ellos de su disco de 2006, en vez del de 2014, a modo de presentación del disco (hay que tener en cuenta que la banda no es que haga una gran cantidad de conciertos). Aún con todo y no gustándome los temas nuevos, los ejecutaron muy bien en directo, pero es que lo de los clásicos fue una absoluta animalada. Han acertado con su nuevo fichaje a la voz, George Call, cantante que ha pasado por una banda como es Omen, y que actualmente canta también en otras como Emerald. Es una gozada ver a Lee Payne, el único miembro original de la banda, gozando como un chiquillo. En resumidas cuentas, me pareció un conciertazo con mayúsculas.

 
Tras un breve descanso, en el escenario secundario tomaron el relevo Fist. Fue, a mi modo de ver, el concierto más tranquilo y buenrollero de todo el festival, una buena forma de tomarse un respiro. Los de Newcastle centraron su lista de canciones en sus dos LPs clásicos “Turn the Hell On” y “Back with a Vengueance”. Fueron pasando temas como “Dog Soldier”, “Collision Course”, “Too Hot” o “SS Gyro”. Muy buen concierto a grandes rasgos.
Ya terminados todos los conciertos en el escenario superior, lo que quedaba de velada se desarrolló en el escenario principal. Los primeros de la tanda fueron Witchfynde. Tras una grata experiencia en el concierto que dieron hace un año en el Metalcova de Barcelona, tenía ganas de verlos sin perderme detalle alguno (detalles que perdí en Barcelona debido a un estado no tan sobrio). Sin palabras. Un concierto mágico y misterioso. Enfocaron su show en sus 3 primeros discos “Give’Em Hell”, “Stagefright” y “Cloak & Dagger”. Luther Beltz demostró seguir estando a un buen nivel de frontman, interactuando con el público y participando para crear un gran ambiente. Tocaron canciones como “Leaving Nadir”, “Conspiracy”, “Give’Em Hell” o “Crystal Gazing”. La formación, a día de hoy compuesta por todo miembros originales de la banda, sigue estando a un gran nivel.

 
Continuan el festival los Blitzkrieg. A estos los vimos con un poco más de calma, ya que es un grupo que se ve con bastante frecuencia, pero sin perder atención en el concierto. Bob Ross sigue dando lecciones de como ser una de las putas voces del Heavy Metal. Un show como a los que nos tiene acostumbrados. Potente y grande. El setlist viene a ser lo que tocan siempre: “Armaggedon”, “V”, “Pull The Trigger”, “Blitzkrieg”, “Hell To Pay”… No dejó a nadie indiferente.

 
El siguiente concierto quizá fue la nota baja del festival, y también innecesario a mi modo de ver. Consistió en media hora de Jess Cox (Cantante de Tygers of Pan Tang en el disco “Wild Cat”. Como curiosidad para poder decir a tus colegas “Eh, he visto a Jess Cox cantando temas de Tygers” está bien, pero ahí deja de contar. El setlist se basó en las canciones que cantó con la banda en la época, incluyendo singles y el LP mencionado. Hay cosas en las que la gente removería Roma con Santiago con tal de verlas en vivo, como por ejemplo ver otra vez a Venom con la formación original, ver una reunión de Heavy Load… pues esta no es una de ellas. El Sr Cox subiendo en chándal al escenario, cantaba sin energía alguna. Canciones e himnos clásicos de la banda, muy, muy rebajados. No se que me parece más reseñable, si el hecho de colar media hora de concierto entre todas las bandas para hacer eso, o el parecido que se gasta Jess a dia de hoy con Javier Coronas.

 
Ya para cerrar la primera jornada, suben al escenario las Rock Goddess. No es una banda que controle mucho ni que me haya llamado nunca especialmente la atención, pero ya que era el último concierto, pues tampoco tenía otra cosa que hacer, además que ciertamente tenía ganas de ver que tal lo hacían, a ver si así da pie para que les haga más caso de aquí en adelante. La verdad es que fue un concierto cañero, que empezó un poco flojo, pero luego fue subiendo más y más. Desde luego es sorprendente el vozarrón que aún gasta Julie Turner. Quizá porque estaba ya cansado, quizá porque no soy un fan de la banda, el concierto en ciertos momentos se me hizo un poco monótono y largo demás (No en balde, tocaban hora y cuarto. Incluso más), pero concluyendo, tengo que admitir que saben como repartir leña, por lo que quedé satisfecho. Una vez acabados los conciertos, supuestamente se anunciaba una fiesta NWOBHM (subrayo mucho lo de NWOBHM y lo de “supuestamente”) hasta las 2 de la mañana. Si lo primero que haces es poner Enter Sandman de Metallica y después poner Tornado of Souls de Megadeth, no es una fiesta NWOBHM, es una fiesta Rock.fm Live in Sheffield, lo cual no me parece un aspecto muy positivo. Como popularmente se dice, nos fuimos con nuestra fiesta a otra parte, y a dormir, que el día siguiente quedaba más.

DÍA 2

Tras echar la mañana desayunando y haciendo tiempo en el piso con un brunch de campeones, decidimos ir a la sala en torno a las 15:10 para ver a Quartz (no vimos a Savage y Chariot). De Quartz no pude ver apenas 2 temas,  porque a las 15:20 empezaba Tokyo Blade abajo, y me comía especialmente la curiosidad. En palabra de amigos mios que si se quedaron más tiempo en Quartz, fue un concierto muy bueno, en el que tocaron clásicos como Stand Up And Fight, Charlie Snow o Satan’s Serenade, alternándose con temas de su muy reciente disco “Fear No Evil”.

 
Mi curiosidad con Tokyo Blade iba por el siguiente motivo. Como la mayoría de grupos del cartel, a estos era la primera vez que los iba a ver, y en base a opiniones de amigos con respecto a sus últimos conciertos en España, es que los conciertos de Tokyo Blade eran especialmente mediocres (recalcando la mala labor del cantante de por aquel entonces Chris Gillen). Pero también sabía que en el pasado Keep It True XIX, la banda realizó un concierto con Alan Marsh, cantante de la banda en el disco debut. En resumidas cuentas, no tenía claro si la banda iba a continuar con los shows con Alan Marsh o iba a volver con Gillen, por lo que la cosa quedaba entre un concierto muy bueno o uno muy malo. Gracias al cielo que al final resultó ser lo primero. Que maldita maravilla de concierto, una de las notas más altas del festival. El sonido aquí fue es-pec-ta-cu-lar, y Alan cantaba IGUAL. Para maridar estas geniales condiciones, el grupo ofreció un setlist digno de recordar, centrado exclusivamente en sus dos primeros discos: “Warrior of the Rising Sun”, “Dead Of The Night”, “Lightning Strikes (Straight Through the Heart)”, “Night Of The Blade”. Absolutamente apoteósico.

Subo arriba para ver a otras de las bandas que han motivado mi viaje, como es Tytan. De ellos pude ver medio setlist, porque también tenía interés en ver a Demon. En cuanto al setlist de Tytan sabía que iba a ser una apuesta prácticamente segura, porque iban a tocar el 90% de su LP “Rough Justice”. Así fue, pues tocaron “Cold Bitch”, “Money For Love”, “The Watcher”, “Woman In The Frontline”, “Blind Men And Fools”… al mismo tiempo que presentaban canciones aún inéditas como “Reap The Whirlwind” o “Fight the Fight”. La formación que lleva Kevin Riddles consigo captura la esencia de la banda a la perfección. Solo espero que sus conciertos sean más frecuentes.

 
Bajo a ver si puedo engancharme al concierto ya empezado de Demon. Que maestría, que elegancia, que VOZ. Fue una pena que me perdiese un temazo como “Night Of The Demon”, pero llegué cuando estaban terminando “The Plague”, para darme un hostión en toda la cara con “Sign Of The Madman”, “Standing On The Edge”, “Liar”, “The Spell”,,, Se puede decir más alto, pero no más claro: Dave Hill es un SEÑORÓN.

Me tomo un descanso para ver a Grim Reaper, pues no me quería perder ni un minuto, ya que tocaban 50 minutos, menos que la mayoría de los grupos. Steve Grimmet y compañía se comieron al público de principio a fin. Un mejorado Grimmet apostó por temazos como “Rock You To Hell”, “Lust For Freedom”, Waysted Love”, “Fear No Evil” incluso un tributo a Dio con una versión de “Don’t Talk To Strangers”. Apoteósico “de pe a pa”.

 
Los dos siguientes grupos (Stampede y Chrome Molly) no eran de mi especial interés, así que eché un cigarrito en la puerta hasta la hora de Vardis.
Lo de Vardis es un caso particular. Es uno de los grupos con la actitud más Heavy, pero mostrando una propuesta más diferente, más blusera. Fue un concierto bastante íntimo (incluso para ser el escenario grande) pero sin frenar la marcha. En el concierto presentaron algunos temas de su último disco como la homónima o “Paranoia Strikes”, en conjunto con otros clásicos como “Where There’s Mods There’s Rockers”, “The Lion’s Share” o “Let’s Go”.

A las 21:45 subían a la “palestra” los 2/3 de una de mis bandas favoritas como es Venom, en forma de Venom Inc. Como algunos ya sabréis, Venom Inc consiste en la formación de Venom en el LP “Prime Evil”, con Tony “Demolition Man” Dolan, Mantas a la guitarra y Abaddon a las baterías. Yo ya tenía claro que nos iban a reventar simbólicamente la cabeza a base de temón tras temón, y así fue. Que queréis que os diga, pero a mi me ponen un concierto en el que tocan “Rip Ride”, “Leave Me In Hell”, “Poison”, Bloodlust”, “Angel Dust”, “Red Fever” o “Warhead”, que me entierren ya, que he llegado a lo máximo en esta vida. No solo no perdieron el fuelle en ni un solo segundo del concierto, sino que iban al 110%. Siempre van a salir los debates idiotas de “Venom vs Venom Inc”, y yo a día de hoy soy incapaz de elegir, porque ambas formaciones me han dejado con la boca abierta. Espectacular.

La tarea de dar clausura al festival recayó sobre Girlschool. Fue un setlist variado, en el que tocaron de sus dos primeros discos (especialmente Hit And Run) así como de discos más recientes como “Legacy”, sin dejar de lado otros como “Screaming Blue Murder”. Fue un concierto la mar de decente, digno de cerrar un festival como este, pero desde luego no me pareció el mejor concierto de todos (hay que reconocer que el listón estuvo MUY alto).
Concluyendo y resumiendo la crónica, es un placer que hayan más festivales que apuesten por este formato como ya está haciendo el Brofest a un nivel tan grande. Ya han anunciado el cartel del año que viene, en el que participarán bandas como Raven, Diamond Head, Praying Mantis o Traitors Gate. Yo ya tengo mi entrada para el año que viene, y os recomiendo que hagáis lo mismo, ¡no os lo podéis perder!

Alberto de Lara Carrión