ZODIAC – Sala Rocksound (08/12/2015)
La fama de los blues rockeros alemanes ZODIAC ha crecido como la espuma. Tres álbumes de estudio en 3 años, fichaje con Napalm Records, horas de carretera y este año se plantaron con su primer disco en directo, titulado “Road Tapes Vol. 1”, que muestra a ZODIAC aún más en estado puro, con un repertorio cuidado para crear una experiencia sónica única en el oyente, envuelto por toda su magia. Un trabajo en vivo que nos podía dar pistas de que encontrarnos cuando fuimos a la sala Rocksound a ver al cuarteto en directo en la Ciudad Condal el pasado martes 8 de diciembre, dentro de la gira que les hacía recorrer el territorio español y que los acercaba a Barcena por, si no me equivoco, tercera vez.
Puntuales, sin teloneros, con una sala bastante vacía que daba a la velada un toque íntimo y acogedor, los alemanes se subían al escenario sin más artificio que su Rock. Empezaron a entonar, sin presentaciones, las primeras notas de “Swinging on the Run”. Que dio, con energía, el pistoletazo de salida a su actuación. El mismo inicio que su directo. Una breve presentación y siguieron repasando su breve discografía con “Sonic Child”, del su trabajo del mismo título, que a su paso dio tiempo a la pegadiza y de estribillo fácil “Holding On”. Torbellino de energía que animó al público con sus rifffs contundentes y su groove, y la banda se mostró a la altura, dinámica e interactuando con el público. Tampoco faltaron pistas como “Free” o, a mitad de su set, la versión de NEIL YOUNG & CRAZY HORSE de “Cortez the Killer”. Tras esta primera mitad de su sólida actuación, que fue compacta en todo momento, buen sonido y sin problemas (al margen de un pequeño percance con la correa del guitarrista) todo se fue apaciguando poco a poco, interpretando temas como “A Penny and a Dead Horse”, balada donde se sumaron las teclas de Ruben, o “Moonshine”, con su ritmo y groove casi seductores y la cálida voz de Nick al frente. Acercándose al final nos regalaron más calma con “Rock Bottom Blues”, contrastando con la densa “A Bit of Devil”. Poco después la banda desapareció del escenario para regresar para dejarnos con un último trallazo, que fue la oportuna, llena de feeling “Coming Home”. Un gran tema, aunque no de los más festivos, para cerrar una actuación que no superó la oora y media, no solo buena a todos los niveles, sino llena de buen gusto, que en ocasiones, con esa atmósfera íntima, daba la sensación de ser más una actuación de Jazz en un pub en penumbra.