KARYN CRISIS’ GOSPEL OF THE WITCHES – Salem’s Wounds

Hacía ya largos meses que estaba al día sobre KARYN CRISIS’ GOSPEL OF THE WITCHES y, aunque siempre he admirado su calidad como vocalista, nunca he sido una gran seguidora de su música. Pero este nuevo proyecto en solitario de Karyn me llamaba la atención, no solo la estética de las fotos promocionales sino por, cómo no, el título de la obra, titulada igual que el libro de Charles Godfrey, que es una referencia dentro del paganismo. De hecho tras retirarse de la música en 2006, Karyn se decantó por otras corrientes artísticas, y también por estudios psíquicos y esotérico. Y esta evolución espiritual fue también lo que le hizo regresar al mundo de la música con este nuevo proyecto de la mano de su marido, Davide Tiso. Se recluyeron para tocar en una casa en plena naturaleza en Toscana, y ahí apareció Aradia, el espíritu de una antigua bruja italiana. Sus enseñanzas son todo lo que encontramos en este «Salem’s Wounds», donde Kary reaparece como vocalista y compositora.

En esta experiencia sónica Karyn comparte con sus seguidores sus aprendizajes y su evolución espiritual, y con sus letras y todo el ambiente, todo el concepto del álbum, logra traspasar barreras y contactar con ellas en un contexto mágico. Y es que «Salem’s Wounds» es un peregrinaje hacia algo inexplicable que rompe límites. Un peregrinaje que se traduce en un álbum que es un concepto, una visión. Y Karyn ha seguido todas las pautas para hacer llegar eso a los oyentes, tanto con las atmósferas oscuras pero, al mismo tiempo, bellas, como con las letras. Haciendo de este compacto una ofrenda a Aradia. Una ofrenda en la cual se pasan por muchas emociones distintas, de pasajes opresivos muy siniestros, a esa belleza oscura casi gótica de algunos cortes, algunos incluso con pasajes ambientales.

Además la formación de esta obra es de lujo, también se encarga de la voz, bajo y guitarra Davide (EPHEL DUATH), Charlie Schmid (VAURA) de la batería, y Ross Dolan (IMMOLATION) y Mike Hill (TOMBS) a los coros. Y lo cierto es que el dúo vocal que forman Karyn y Davide es fantástico, con una conexión increíble, se adaptan y se amoldan la una a la otra con una asombrosa facilidad, y también a la música. Cómo siempre, la interpretación de la propia Karyn es apabullante. No solo cantante, sino interpreta. Una riqueza vocal enorme con gritos, guturales bestiales y unas voces limpias preciosas, angelicales. Pero, sobretodo, siempre descarga una pasión que parece casi palpable. Una voz intensa y muy versátil, siempre potente. Tal es así que no hacía falta coros, pero Ross y Mike aportan un toque único, mas dinámica todavía.
Musicalmente, como comentaba antes, este es un trabajo que evoluciona, que cambia, que gira, no se queda quieto, no se estanca. Cambia de emociones, de texturas, de sonidos, cogiendo inspiración del Doom, del Stoner, del Metal alternativo, incluso del Post-Rock, con un resultado final bastante Avantgarde y, sobretodo, singular. Pero siempre mantienen el ambiente oscuro y, en cierta forma, bello. Mantienen ese hilo común sin ser nunca aburridos, sin bajar la intensidad y tampoco la agresividad, aunque no haya ritmos realmente rápidos. Tampoco abandonan la pesadez. Incluso algunos momentos pegadizos, como los que escuchamos en «Alchemist», o momentos casi etéreos, como en «Goddess of Light». Por otro lado, el tema título es excepcional, siendo una de las canciones más elaboradas el disco, y también una de las más representativas. Una elaborada composición, una pieza compleja en la que se unifican todos los tonos, sonidos y emociones escuchados a lo largo de todo el compacto.

«Salem’s Wounds» es una obra singular, son un sonido general pesado y oscuro, muy actual, lo cual encaja a la perfección con la voz, ya de por sí, grave y brutal de Karyn. Un Metal extremo súper único, inclasificable, pero lleno de magia y una intensidad que te penetrará. Melodías siniestras maravillosas que harán perderte.

Century Media (2015)
Puntuación: 8/10

Tania Giménez
tania@queensofsteel.com