BLOOD OF KINGU – Dark Star on the Right Horn of the Crescent Moon
Ya con «De Occulta Philosophia» caí rendida ante los pies de BLOOD OF KINGU y de la inagotable fuente de ideas y creatividad que es Roman Saenko, alma tras DRDUKH. Y fue un placer ver su evolución en su siguiente «Sun in the House of the Scorpion», yendo un paso adelante, despacio pero con seguridad. Así que al caer en mis manos «Dark Star on the Right Horn of the Crescent Moon», su tercera obra, esperaba algo que me volviera a cautivar, incapaz de decepcionarme… Y no estaba equivocada.
Este proyecto, formado por componentes de los conocidísimos DRDUKH y liderado por Roman Saenko, sigue en una evolución paulatina sin romper con su pasado, sino reafirmándolo. BLOOD OF KINGU se reafirman como una apuesta black metalera mucho más tradicional, cruda y raw. El grupo logra plasmar en su envolvente oscuridad los misterios de los ancestrales cultos mesopotámicos, manteniendo de principio a fin una atmósfera chamanística. Aunque, en esta ocasión, van un paso adelante uniendo también en su música elementos de Thrash y Death Metal, sutiles, eso sí, y siempre de forma cohesiva y natural. Esto lo consiguen con un disco de Black Metal en estado puro, pero de una oscuridad especial, de una profundidad única, con una atmósfera escalofriante, no solos gélida. Algo ayudado en gran manera por la siniestra voz. Una voz de ultratumba, profunda, muy gutural, que se relega a un segundo plano, otorgando más protagonismo a la instrumentación. Y lo cierto es que me encanta esta forma de enfocar las voces, puesto creo crea una sensación de integrarse en la atmósfera, de ser un instrumento más, donde cada uno de ellos tiene la misma función; en este caso, desprender oscuridad y relazar los ambientes. Una voz de ultratumba que retumba como un eco, como si estuvieras en una húmeda y fría cueva. Que le aporta al álbum cierto aire ritual. Todo esto hace de «Dark Star on the Right Horn of the Crescent Moon» una plaza grande e imperiosa, feroz y poderosa, a la par que sencilla y cruda, directo y agresiva. Llena de ira y blasfemia.
Los riffs son punzantes, desgarradores, desprenden honestidad y pasión por todas partes, pero siempre mantienen una interesante melodía, contrastando con la arrolladora base rítmica, que mantiene prácticamente en todo momento un tempo veloz, aunque con numerosos pasajes ambientales (en ese sentido, destacar la imperiosa «He who is not to be Named»).
Por «Dark Star on the Right Horn of the Crescent Moon» corre la sangre de Kingu, consorte de Tiamat e hijo de Abzu, creando un ritual siniestro y sombrío donde las emociones son lo único que importan, donde los riffs afilados te hacen perder la noción del tiempo y la atronadora batería crea un mantra desde el primer instante con el propósito de sumirte en un trance que termina con «The Cycle Returneth».
SOM – Underground Activistsm (2014)
Puntuación: 9/10
