El pasado 2012 me encandilaron por completo con su álbum debut, «The Calling Depths» que, para mi sorpresa, pasó completamente inadvertido a pesar de ser uno de los mejores discos del año dentro del género. Es más, LVCIFYRE, con la promoción adecuada, podrían convertirse en un verdadero referente dentro de la escena Death inglesa, ya que no es demasiado abundante (aunque cuenta con excepciones como los jóvenes GRAVE MIASMA) y ellos tienen la calidad para ser un estandarte. Esperemos que ahora, con su segundo disco, «Svn Eater», finalmente lo consigan con la cobertura que merecen.

El nuevo disco da comienzo con una bestia de nueve minutos titulada «Night Seas Sorcery», empezando con una intro de cinco minutos lenta y pesada. Un comienzo lento y torturada, siniestro y macabro que da paso a la velocidad y agresividad habitual en LVCIFYRE. Ya desde el comienzo dispuestos a destrozarnos sin remordimiento alguno las cervicales y desatar el infierno sobre nosotros. El resto del compacto se sucede así, con una velocidad ensordecedora descargando un Death Metal oscuro y mugriento, primitivo, a la escuela yanqui especialmente, aunque con algún que otro toque de Black Metal (sobretodo en el sentimiento que logran evocar con la omnipresente atmósfera sombría). A pesar de que el disco dura cincuenta minutos y que la velocidad es prácticamente incesante, LVCIFYRE saben cómo mantener la intensidad en todo momento, también la potencia y el sentimiento, y lo hacen con un ingrediente imprescindible: honestidad. La honestidad necesaria para ejecutar este Death Metal tan directo y lleno de metralla, crudo y primitivo pero bien pensado y elaborado, incluso refinado en composición y estructuras (manteniendo la sinceridad y la fluidez natural, fácil). DM lleno de mugre y blasfemia. Una blasfemia que T.Kaos no deja de escupir en todo momento a través de unas profundas voces guturales, en perfecta simbiosis con el sonido tan denso que descargan, realzado por el idóneo tono de bajo. De todas formas, el álbum se centra especialmente en las guitarras, sobretodo en los riffs, siempre variados y gruesos, se suceden sin piedad y aportando tanta melodía como interesantes sonidos asonantes.

 

«Svn Eater» es Death Metal del que ya casi no se hace, con un halo oscuro y demoníaco, que rezuma podredumbre de principio a fin. Un ataque sónico de agresión que no da tregua, que no concibe ni un respiro. Death Metal pútrido y directo, incesantemente brutal, pero con una ejecución sublime, y una estructura que roza la perfección. Death Metal puro, de ese bueno que siempre nos asegura Dark Descent.

 

Dark Descent (2014)

Puntuación: 9/10

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

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