AMORPHIS – Sala Apolo (12/11/2013)

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En lo que parecía una oportunidad única, los finlandeses AMORPHIS ya nos visitaron, por primera vez en muchos años, en 2011 para promocionar su penúltimo disco, «The Beginning of Times» y, afortunadamente para el público español, parece que el éxito y expectación que obtuvo aquella gira les ha hecho regresar a la Península para su último trabajo, «Circle», contando tanto con una buena novedad entre las manos como con un impecable catálogo a sus espaldas con los que crear un sólido repertorio. Por otro lado, los escogidos como teloneros para esta gira eran los jóvenes estadounidenses STARKILL, que acaban de lanzar un prometedor disco debut titulado «Fires of Life».

Quizás fuera que se tratara de un día entre semana, quizás que la anterior visita de los finlandeses estaba reciente o quizás el elevado precio de las entradas, pero la sala Apolo no se llenó ni hasta la mitad en esta ocasión. Para STARKILL todavía no había ni la mitad de la gente que congregaría los fineses, pero los de Chicago se subieron al escenario con ganas y una energía arrolladora. A pesar de que la voz se perdía en algunos momentos entre las primeras filas, Parker Jameson (que recordó enormemente a Alexi Laiho, tanto por esas uñas pintadas de negro, el eyeliner, las posturas al tocar la guitarra, incluso el hecho de ser guitarrista solista y vocalista, e incluso las pulseras que lucía en la mano, por no mencionar el estilo del grupo) sorprendió con unas sobradas dotes a la guitarra, encargándose al mismo tiempo de la voz y sin dejar en ningún momento de interactuar con el público. El combo que este formaba con el guitarrista rítmica, Charlie Federici, fue sencillamente genial, abogando tanto por un sonido impecable como por una interesante puesta en escena, por no mencionar que Charlie se mostró enormemente enérgico e intentando animar a la audiencia en todo momento. Lo cual funcionó, quizás también como respuesta a la sólida actuación que estaba descargando el combo yanqui (aunque las partes grabadas de teclado fueran casi imperceptibles). Temas con gancho y furia como la propia «Fires of Life», «Sword», con la cual consiguieron que el público coreara el estribillo o la vital «Whispers Of Heresy» hicieron que el público quedara más que satisfecho. Una propuesta llena de vitalidad y con una interpretación de veteranos, pero una actuación y puesta en escena enormemente dinámica. Estos chicos se lo curraron con su Death melódico ideal para los más jóvenes. Se lo curraron mucho, tuvieron en cuenta cada detalle, y así van a conseguir que a partir de ahora los que los han visto en directo los sigan muy de cerca.

 

Con la portada de su último «Circle» coronando el fondo del escenario, los finlandeses se subían con calma al escenario mientras sonaba «Shades of Gray», corte que abre su último redondo. Sin bajar la potencia habitual en ellos y, como siempre, con una gran entrega por parte de Joutsen, continuaron desgranando su nuevo compacto con «Narrow Path». En seguida revolucionaron al público echando un vistazo atrás a «Skyforger» para regalarnos un pegadizo «Sampo», el cual la audiencia no dejó de corear. Esto caldeó el ambiente enormemente, así que prosiguieron con «Silver Bride». Y, para sorpresa y fortuna de muchos, los finlandeses ahora nos hacían volver a los 1996 para recuperar «Against Windows», dejando Joutsen claro (para los escépticos que aún queden), que es el frontman idóneo para AMORPHIS. No solo tiene una gran potencia, versatilidad y facilidad vocal, sino que como frontman no tiene precio: supo hacer el concierto dinámico, entretenido y meterse al público barcelonés en el bolsillo desde el primer instante en que cogió su habitual peculiar micrófono. Por otro lado, el combo guitarrero que forman Esa Holopainen y Tomi Koivusaari es excelso, con unas melodías totalmente cautivadoras. Y eso pudieron dejarlo patente con pistas como el clásico «My Kantele». Y seguíamos perdidos en el pasado, ahora con algo del siempre enorme «Tales from the Thousand Lakes», la elegida: «Into Hiding», con esas armonías puramente AMORPHIS que no se perdieron en el directo.

La precisión interpretativa no los abandonó en ningún momento, y el público difícilmente dejó de estar inmerso en su mundo de cultura escandinava y naturaleza en algún instante. Nos siguieron transportando, con la ayuda del sutil pero enormemente emocional teclado de Santeri, con la ayuda de títulos como la nueva «Nightbird’s Song», llena de magnetismo o «The Smoke». Lo cierto es que, además de ofrecernos un buen número de canciones de su última obra, también nos regalaron más de un clásico, dejando caer varias canciones de los 90 y rescatando solo una canción de su anterior «The Beginning of Times». De esta forma, dejaron para los bises «Sky is Mine», la enorme «Black Winter Day», de las mejor acogidas de la noche y, finalmente, «House of Sleep». De esta forma, creando un potente repertorio de lo más variado, unieron tanto a sus seguidores más recientes como a los más antiguos, volviéndolos a cautivar. Y si a eso le sumamos la interpretación excelente, podemos decir que AMORPHIS dieron un muy buen concierto, no solo a la altura de las expectativas, sino a la altura de una banda con su trayectoria, su experiencia y su notable discografía.

 

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

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