LOCK UP – Estraperlo Club (29/09/2013)
Hay grupos que no se ven por nuestra tierra demasiado a menudo, especialmente desde que empezó la crisis, que parece que de suculentas giras solo pasan por la península esas con las formaciones más trilladas, vistas y revistas en nuestro país. Por eso es un lujo contar con la visita de bandas como LOCK UP (súper banda, además), posiblemente también oportunidad única para ver sobre el mismo escenario a esta congregación de veterano del Death-Grind. Nos venían a visitar a Badalona, a la sala Estraperlo, acompañados por dos bandas catalanas como son STREAKS y FALL OF MANKIND. Domingo, día posterior a la resaca, pero eso no fue excusa para perderse esta cita ineludible con la brutalidad.
Cuando se abrieron puertas no éramos muchos, y el ambiente no estaba caldeado, quizás fuera eso de la resaca, ya que el público que había dentro a última hora de la tarde no parecía estar para mucha fiesta. Sino que se lo digan a STREAKS, banda gerundense que aquella noche solo nos presentaba temas nuevos. Puesta en 
escena única, sin duda, con los dos guitarristas (frailes) ataviados como monjes y el vocalista, Pare Qvàntic, en su papel de cura, los tres sentados en sus respectivos tronos. Como decía, puesta en escena única y llamativa, pero también un Death Metal incesante hecho con calidad e intensidad a partes iguales. No dejaron de mostrar ganas y buen humor, sin dejar de dirigirse al público en todo momento, pero ni esto les hizo resucitar. En un tema contaron con la colaboración de Judit Pons (también cantante de KABAL) a las voces con sus profundas guturales, con un traje de monja y, al igual que la propia banda, dejándose la piel intentando animar al público, incluso al terminar el tema bajó del escenario y, hasta que no terminó la actuación de STREAKS, no dejó de correr por toda la sala en su intento por conseguir, por lo menos, un poco de mosh. En lugar de eso la gente se centró más en grabar vídeos de la pintoresca escena. Una lástima el poco público que pudo presenciar la sólida actuación de la formación de Gerona. Un grupo muy a tener en cuenta, tanto por calidad como por personalidad. Por lo visto están trabajando en material nuevo, así que estad atentos.
Y del Death Metal «eclesiástico» de STREAKS al Brutal Death/Slam más actual de FALL OF MANKIND, grupo que ya se ha hecho un nombre dentro de la escena local 
actual y que en sus años de trayectoria ya ha hecho un considerable circuito por las salas catalanas. La Estraperlo estaba más llena, , y el ambiente estaba notablemente más caldeado, cuando los de Manresa se subieron al escenario para empezar su descarga y repartir cera sin tregua, dentro de la cual dejaron caer temas de su demo «Devotees of Human Suffering» y, cómo no, de su álbum «Frolic Among Remnants». Buen humor, cercanía con el público y tralla son los ingredientes de FALL OF MANKIND para abrirnos los ojos hacia los grupos de la tierra y lo fácil que es disfrutar de un buen concierto cerca de casa, con los de casa. STREAKS y FALL OF MANKIND, dos grandes muestras del potencial del producto catalán.
Pero las estrellas de la noche eran LOCK UP, esa banda con una formación estelar que reúne a los ingleses Nicholas Barker y Shane Embury, al sueco Tomas Lindberg y al chileno Anton Reisenegger, todos ellos con extensas carreras musicales habiendo formado, y aún formando parte, de 
legendarias bandas que no creo sea necesario recordar a estas alturas. A pesar de ello se subieron al escenario con la humildad, cercanía y ganas de unos recién llegados, y en cuestión de segundos comenzó su descarga de Death/Grind de raíz clásica, dispuestos a destrozarnos los tímpanos y las cervicales del primer al último riff. Y lo lograron, ya que la sala se convirtió en un pogo constante, con el público barcelonés rindiéndose por completo a la maestría ineludible de estos veteranos, pero también a la impecable selección del repertorio. Repertorio dentro del cual no faltaron temas de su último disco como «Brethren of the Pentagram» o la propia «Necropolis Transparent» aunque, obviamente, no pudieron pasar por alto cortes como la arrolladora «After Life In Purgatory», con la cual el público allí congregado se volvió completamente loco. Actuación sólida, firme, brillante en cuanto a sonido y energía, pero también un diez en cuanto a interacción con el público. Excelente el concierto como un todo, no tan solo como una descarga constante de un tema tras otro (a cada cual más devastador, por cierto, supieron cómo mantener las ganas de los asistentes hasta el final, tras volver a interpretar los bises). Un placer ver a músicos más que consagrados dentro de la escena manteniendo esa vitalidad creada por las ganas y la pasión por lo que hacen, pero también la humildad y la cercanía.
