La trayectoria en solitario del polifacético y veterano IHSAHN siempre ha tenido una palabra forjada a fuego: innovación. Y, si con su anterior «Eremita» el artista parecía indicar que se adentraba en una nueva etapa, más progresiva, y en la cual la técnica no está reñida con momentos pegadizos, incluso creando un sonido más personal, aún más difícil de catalogar, llega el momento de ver cuál es el siguiente paso en esa evolución constante que ha ido viviendo en su carrera en solitario con su nuevo lanzamiento, «Das Seelenbrechen».

«Eremita» tenía un regusto aún más moderno, Avantgarde y quizás, y un enfoque más experimental, y en este cuarto álbum profundiza más en esos territorios, a veces metiéndose en terrenos que no conocía. La base extrema sigue ahí, y los intrincados cambios de ritmo, los inesperados giros estructurales, los pasajes de Jazz, esos momentos de caos organizado, pero con un enfoque renovado, creando una atmósfera que se confunde en ocasiones con hipnóticos sintetizadores, percusiones tribales, inspiraciones de reminiscencia setentera, sutiles homenajes al Rock progresivo de dicha década, sinfonía e incluso guiños al Trip Hop y sus roídos sintéticos. La atmósfera no deja de ser sombría en todo momento, con una amplia variedad de registros vocales, así como de texturas guitarreras que no hacen otra cosa que realzarla y llevarla a un primer plano.

 

Posiblemente este «Das Seelenbrechen» sea la obra más arriesgada y dinámica de IHSAHN hasta la fecha. Es uno de esos trabajos difíciles de digerir, que requiere varias dedicadas escuchas, y quizás ello divida a sus seguidores. Pero lo cierto es que la calidad, como siempre, es abrumadora, pero aún más admirable es la imaginación, la creatividad, el progreso constante que demuestra IHSAHN con cada nuevo disco, la forma de mantener su esencia siempre con una perspectiva nueva. Después de tantos años de carrera es un placer ver como artistas como el noruego mantienen la capacidad de renovarse y tomar nuevas inspiraciones, siempre mirando adelante.

 

Candlelight Records (2013)

Puntuación: 9/10

Manuel Sevillano

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