WINDHAND – Soma
WIDHAND ya prometieron con su disco debut homónimo el año pasado, con ese Stoner/Doom gigantesco en todos los aspectos. Tan solo un año les ha bastado para crear otra obra de dimensiones inconmensurables, y en esta ocasión lleva por título el nombre de «Soma», el cual es su primer larga duración con Relapse, un buen hogar para bandas con este sonido e influencias.
«Soma» es un álbum tenebroso, siniestro y psicodélico a partes iguales, con dosis de horror y una enorme distorsión, punto fuerte sobre el cual se centra el álbum. Exploran distintas épocas y subgéneros del Rocl llevándolo a su lado más extremo y épico, a su lado más pesado, basándose en los riffs, en la rugosidad de estos y en la densidad, no solo de las guitarras, sino de toda su sonoridad. Esto contrasta con la voz melódica de Dorthia Cottrell, que realza ese sonido y atmósfera tan oscura y oculta con un efecto casi psicodélico, con una interpretación brillante que resulta casi fantasmal y que le va como anillo al dedo tanto a sus momentos más pegadizos como a todo el microcosmo sombrío que crea el combo. Por otro lado, el tono de bajo es exquisito y perfecto, grueso y audible, muy contundente y profundo. De hecho toda la base rítmica resulta muy sólida y está presente en todo momento.
Por si esto fuera poco, en «Soma» WINDHAND combinan más elementos musicales diferentes que nunca, uniendo Stoner, Doom, diferentes vertientes del Rock y diferentes épocas (sobretodo de los 60 y 70), e incluso Grunge. Exploren el territorio y las capas o texturas que exploren, la sombra de SABBATH siempre planea por encima de estas 6 canciones, y bajo ningún pretexto abandonan los riffs mastodónticos. También, como cualquier otra agrupación del género, utilizan la repetición para sumergirte en su propia mundo de sombras, incluso usando la repetición en armonías. Pero esto no es sinónimo de monotonía o aburrimiento, sino todo lo contrario; le da más fuerza emocional.
Todos los temas de «Soma» podrían considerarse largos para los estándares de hoy en día, pero con composiciones tan bien pensadas y desarrolladas, no se trata en absoluto de un defecto, incluso a pesar de ello es increíble cómo fluyen de bien todas las pistas, fusionándose sin ser ni tan solo conscientes y, de esta forma, creando un todo. Aunque todos los temas siguen una pauta similar, se rompe cuando se abre paso la balada acústica «Evergreen», la cual rompe un poco con la emoción/armonía general del compacto, quizás incluso con esa fluidez natural.
De todas formas, un disco intachable. Aplastante. Asfixiane. Mastodóntico. Un mundo en sí mismo.
Relapse Records (2013)
Puntuación: 8,5/10
