El grupo de Hardcore yanqui BL’AST se formó a principios de los 80 y, aunque ya co su disco debut, «The Power of Expression», se convirtieran en toda una referencia dentro del género e inspiración para numerosas formaciones que nacerían después, más de dos décadas después de su disolución tras editar su tercer disco, parecían ya uno de esos grandes e injustamente olvidados… Hasta ahora, que su historia se reanuda. Se reanuda después de que el guitarrista del combo, Mike Neider, encontrara de repente algunas viejas grabaciones en un almacén abandonado. Tras contactar con el sello Southern Lord, decidieron mandar las grabaciones a Dave Grohl para que hiciera su magia en la mezcla y master, ya que las cintas, tras tantos años cubiertas de polvo, estaban muy deterioradas.

…Y el milagro ha ocurrido, y nos llega el próximo mes en forma de un nuevo disco de los míticos BL’AST titulado «Blood». Hay que tener en cuenta que las grabaciones son de los 80, así que este «Blood» podría haber sido perfectamente el sucesor de «Take the Manic Ride», son 10 cortes de BL’AST en estado puro, con su habitual energía y esas grandes dotes musicales que les hicieron destacar por encima del resto de bandas dentro del estilo, con una energía e intensidad arrolladora, con un enfoque directo, pero también mostrando un especial sentido de la melodía pocas veces visto en el Hardcore (que se conjugan con momentos de puro caos sónico organizado, con toques de asonancia). Su sonido sigue siendo único, y en ello en esta ocasión ha tenido mucho qué ver la mano de Dave Grohl, otorgándole un sonido especialmente pesado, denso y crepitante, muy orgánico e ideal para el vinilo, manteniendo el necesario regusto añejo. También destacan las guitarras, con momentos de asonancia, momentos de riffs incesantes y afilados, cargados de mala leche, pero a veces explorando también territorios más rockeros, incluso de aire sureño. Por otro lado el bajo no se queda atrás con un sonido aplastante y un merecido protagonismo, tal y cómo podemos escuchar en la intro de la primera pista del álbum, «Only Time will Tell». La agresividad y la mala leche fluye con pasión de los primeros acordes de «Only Time will Tell» hasta las últimas notas de la oscura, y casi experimental, «It’s in my Blood». Tan únicos como siempre.

 

«Blood» es una pieza totalmente inesperada que añadir a la intachable colección de BL’AST, una enorme sorpresa para sus viejos seguidores y otro trabajo imprescindible de estos norteamericanos para todos aquellos que quieran conocer un pedazo importante de la historia del género.

 

Southern Lord (2013)

Puntuación: 8/10

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

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