PAIN – Sala Salamandra 29/10/2011
Para los suecos PAIN, tras telonear a NIGHTWISH hace algunos años, España parece haberse convertido en un país de visita obligada para sus giras cómo cabezas de cartel, éso es lo que les hizo volver por aquí y dar algunas fechas en la península para promocionar su reciente «You Only Live Twice». En esta ocasión venían acompañados por sus compatriotas de ENGEL que, a pesar de ser casi unos desconocidos en nuestro país para el gran público, algunos de los componentes que encontramos en sus filas no son tan desconocidos.
PAIN, cómo no, se pasaban por Barcelona (o más concretamente por Hospitalet), otra ciudad que parece imprescindible dentro de sus giras, es más, repetían sala después de su gira con BROTHER FIRETRIBE; volvían a actuar en la Sala Salamandra.
Desafortunadamente, por retrasos en la supuesta entrevista que íbamos a hacer con el ilustre Peter Tägtgren no pudimos presenciar la actuación de ENGEL, un grupo de Metal Industrial de la parrilla del afamado sello francés Season of Mist, aunque no sea el típico grupo que podríamos esperar de la discográfica. Esta banda en la que nos encontramos a artistas cómo Niklas Engelin (PASSENGER, GARDENIAN y actual guitarrista de IN FLAMES tras la salida de Jesper) o Marcus Sunesson (THE CROWN) tienen en su haber dos discos de larga duración, el último de ellos es «Threnody» (editado el año pasado), y ambos han gozado de una gran aceptación por parte de la prensa.
Cuando por fin pudimos entrar en la sala, se encontraba prácticamente llena y con gran parte del público amontonándose en las primeras filas
mientras se preparaba el escenario para la actuación de Tägtgren y compañía, el cual en esta ocasión venía acompañado por la formación habitual en los últimos años (compuesta por el batería David Wallin y el guitarrista Michael Bohlin) a excepción del bajista Andre Skaug (de CLAWFINGER), aunque ya giró con ellos en 2007.
Se seguía preparando el escenario para ponerlo todo a punto. Y es que estos chicos cada vez trabajan más su puesta en escena con distintas pantallas por todo el escenario y lo que ya adelantó Peter cuando lanzaron este último «You Only Live Twice», usar mucho su mascota, el Painhead.
A las 22:30 se iban proyectando imágenes en las distintas pantallas ubicadas por todo el escenario para dar paso a la banda, la cual comenzó a descargar su música con «Let me Out» y siguieron con una especialmente bien acogida «Dancing with the Dead», aunque el público estaba totalmente entregado a la banda desde el comienzo. Continuaron cayendo temas como «Psalms of Extinction» o «Dirty Woman» (single de su nuevo trabajo). Tampoco faltaron canciones como «Zombie Slam» o, por fin, una de su primera época, «End of the Line», perteneciente a su segundo «Rebirth». Lo cierto es que de este trabajo tan solo pudimos disfrutar de un par de canciones, mientras que de su álbum debut homónimo no escuchamos ninguno; básicamente, además de en el imprescindible «Nothing Remains the Same», se centraron de ese compacto en adelante, quizás sea la etapa más conocida para sus seguidores más jóvenes y los años que realmente les han catapultado a la fama definitiva. Fuere como fuere, y con un Peter de pocas palabras pero con una interpretación sólida (al igual que todos sus compañeros de banda), como ya es habitual en los conciertos de PAIN, siguieron regalando a nuestros oídos pistas como «Suicide Machine» o la potente «Nailed to the Ground». Por fin llegó el momento de poder disfrutar de un corte del que, para mí, es el mejor disco de su trayectoria («Nothing Remains the Same»), «It’s Only Them», una vez más, una canción coreadísima y con la que PAIN volvió a ver la increíble respuesta del público a su impecable (en todos los sentidos) actuación. No dieron tregua y fueron cayendo, una tras una, canciones como «The Great Pretender» (siendo el pegadizo
estribillo uno de los más coreados de la noche, a decir verdad la respuesta hacia las nuevas canciones fue abrumadora), «I’m Going In» o con la que abandonaron el escenario durante unos instantes antes de volver con los bises, «Monkey Business».
Sin duda, se habían dejado muchos himnos en el tintero, pero eso regresaron a las tablas (con un público con muchas ganas de más, y que lo demostraba a cada segundo) e interpretaron sentados en sus taburetes la acústica «Have a Drink on Me», presentada por Peter como «una canción sobre mujeres y alcohol», que parecen ser dos de los temas preferidos del hiperactivo artista. Seguidamente interpretaron «Supersonic Bitch», con el cual dieron otro vistazo al pasado y que sirvió de introducción a un más calmado «Fear the Demons». Todavía faltaban dos grandes cortes por caer, y el público se volcó por completo y pareció llegar al éxtasis (todavía más si es posible) cuando los interpretaron. El primero fue «Same Old Song» y, como no podía ser de otra forma y presentada con una camiseta que lanzaron al público, se guardaron para el final el broche de oro para una soberbia actuación, su ya legendario «Shut your Mouth». De nuevo, la gente congregada en la Sala Salamandra se volvió loca cantando, coreando las notas de teclado que caracterizan el comienzo del tema y bailando el auténtico himno del grupo.
PAIN volvieron a dar otra clase magistral de cómo dar un buen concierto y sonar a la perfección de la primera a la última nota (y, afortunadamente, sin problemas técnicos), por ello la respuesta del público también fue increíble, dando el 100% y más. Con actuaciones como ésta es imposible que no nos quedemos con ganas de más… y en cuanto antes, por favor.