WOLFTHORN – Towards Ipsissimus
WOLFTHORN es una banda alemana que comenzó siendo uno de esos grupos formados por un único componente, su vocalista SadhuSatana, pero en 2004 comenzó a buscar músicos para que le acompañaran en su "cruzada" y ahora, tras editar en el año 2008 un split con Erhabenheit y con dos componentes nuevoe en su formación, nos presentan su tercer y último hasta la fecha trabajo de larga duración, "Towards Ipsissimus".
WOLFTHORN es una banda alemana que comenzó siendo uno de esos grupos formados por un único componente, su vocalista SadhuSatana, pero en 2004 comenzó a buscar músicos para que le acompañaran en su «cruzada» y ahora, tras editar en el año 2008 un split con Erhabenheit y con dos componentes nuevoe en su formación, nos presentan su tercer y último hasta la fecha trabajo de larga duración, «Towards Ipsissimus».
Lo primero que me llamó la atención de este disco fue el libreto. WOLFTHORN siempre han proclamado su interés por el satanismo, el ocultismo y la religión en general, y con el artwork de esta nueva obra lo dejan todavía más claro. Un artwork monocromático cargado de simbología religiosa (no únicamente satánica). Pensé que con un libreto así su música también estaría cuidada hasta el último detalle… pero nada que ver.
Lo cierto es que la banda nunca ha destacado por su originalidad, ni por que tengan una calidad abrumadura y, como era de esperar, éso no ha cambiado, igual que no ha cambiado su estilo, ese que parecen tocar la mayoría de badnas de Black Metal que surgen hoy en día. Un Black Metal raw pero con poca atmósfera, riffs iguales en todo momento y lo mismo ocurre con la batería, aunque haya también algunos cambios de rimot éso sí, com apariencia de ser forzados. El ritmo en general es bastante lento, a pesar de que a veces podamos encontrar algún doble bombo. Es difícil distinguir un tema de otro e incluso a esta banda de muchas otras, no tan solo parece que ellos usen siempre las mismas estructuras de riffs simple mientras suena una batería floja y con un ritmo lento y gritos en todo momento, sino que esa misma técnica la utilizan un sinfín de bandas por lo que es una pieza especialmente soporífera. Está claro que a estos chicos les faltan ideas, identidad y, para qué engañarnos, no es que destaquen precisamente por su calidad a la hora de tocar.
Ya son tres trabajos en los que nos ofrecen siempre lo mismo y lo mismo que infinidad de otros grupos del estilo, y lo cierto es que no lo hacen mal del todo, creo que tienen capacidad para hacerlo bastante mejor, pero para el próximo disco no estaría de más que hicieran caso de las críticas que han recibido en este tiempo e intentaran corregir sus errores.
Obscure Abhorrence (2010)
Puntuación: 5,5/10