LANCER – Mastery

«Mastery», tercer trabajo de LANCER, estos suecos que practican un Heavy bastante estándar, con mucha melodía y presencia del Power de los 90. Una colección de temas que entran bastante bien por su composición y desarrollo, creando cosas como «Dead Raising Toewrs» y «Freedom Eaters», con sonidos power metaleros de los 90, sintonías vocales e instrumentales a los HELLOWEEN, con unos toques progresivos sin abusar en unos cortes muy metálicos y melódicos, además de con unos buenos coros.

«Future Millennia» y «Widowmaker» son más metaleras y speedicas, al estilo HAMMERFALL de los 90 y con mucho del Metal alemán de los 80. Buenos riffs y solos a lo MAIDEN, además de una voz muy Heavy y lírica. Del mismo estilo tenemos «Iscariot», pero esta más speedica, más HELLOWEEN de la época «Walls». Una pista compresora, trituradora, rápida y furiosa, con el patrón melódico que tiene el álbum, tanto a nivel instrumental como vocal. También en clave METALLICA está «Mastery», aunque esta pesada y metálica, riffs poderosos, en un tema con plus épico coral. Un título bastante lineal pero efectivo, solo un pasaje de riffs largos y lentos da un cambio a mitad del tema, haciéndolo más sinfónico salvando las distancias. Otro tema con un componente más épico es «Follow Azrael», aunque este es más o menos a medio tiempo, acercándose más a una Powerballad pero con riffs y solos muy heavies, alternando pasajes lentos con momentos salvajes, y una voz, en esta ocasión, más melódica. «Victims of the Nile» es una powerballad con fuerza y sentimiento. Una canción que se va engrandeciendo por momentos, musical y místicamente, aderezada con pasajes lentos, cambios duros y una lírica vocal magnífica. También tiene su punto Heavy antes del solo, con unos riffs y voces al unísono más rápidos, para acabar con un magistral solo. En cambio, «World Unknown» es una balada con todas las de la ley: pausada, envolvente, parece que en cualquier momento va a despegar, pero mantiene el mismo ritmo que solo se engrandece en unos solos muy claros y épicos, con fuerza, para volver al patrón baladista del tema. Y acabamos con «Envy of Gods»; casi ocho minutes donde se define bien lo largo y ancho del disco. Empieza muy balada, para convertirse en Powerballad y acabar muy Heavy, todo esto acompañado por buenos solos, melodías vocales, cambios speedicos y coros épicos, momentos sinfónicos y progresivos… Toda la mezcla del compacto en un solo tema.
En definitiva, un trabajo hecho a conciencia para que entre a gusto y disfrutes de esa amalgama de sonidos metálicos tanto de los 80 como de los 90, con todos sus matices.

Nuclear Blast (2017)
Puntuación: 7/10

Paco Gómez
paco@queensofsteel.com