HYPOCRISY – A Taste Of Extreme Divinity
A lo largo de dos décadas HYPOCRISY han sabido forjarse a fuego su nombre y su propio hueco en la escena death metalera gracias a su calidad, a haber creado su propio sonido y a una trayectoria sin altibajos (algo de lo que muy pocos saben hacer gala) y es que, el polifacético líder de la banda, Peter Tägtgren, ha demostrado en sus numerosas tareas y proyectos que no sabe a hacer nada mal. Aún así algunos teníamos algo olvidada a la fromación ya que, podríamos decir que hacía mucho que no sacaban un disco, dado a que su anterior lanzamiento fue una reedición de su polémico "Catch 22". Y éso unido a la gran actividad que parece tener PAIN últimamente, nos hacía creer que HYPOCRISY se encontraban algo parados.
A lo largo de dos décadas HYPOCRISY han sabido forjarse a fuego su nombre y su propio hueco en la escena death metalera gracias a su calidad, a haber creado su propio sonido y a una trayectoria sin altibajos (algo de lo que muy pocos saben hacer gala) y es que, el polifacético líder de la banda, Peter Tägtgren, ha demostrado en sus numerosas tareas y proyectos que no sabe a hacer nada mal. Aún así algunos teníamos algo olvidada a la fromación ya que, podríamos decir que hacía mucho que no sacaban un disco, dado a que su anterior lanzamiento fue una reedición de su polémico «Catch 22». Y éso unido a la gran actividad que parece tener PAIN últimamente, nos hacía creer que HYPOCRISY se encontraban algo parados.
Los suecos han vivido, podría decirse, que dos etapas en su larga carrera musical y, cómo era de esperar, este «A taste of Extreme Divinity» sigue la línea más melódicas de sus últimos trabajos aunque quizás en esta ocasión se han ligado más que nunca a sus raíces. En cierta medida, es un disco vintage de los actuales HYPOCRISY.
Tiene cosas de «Into the Abyss», «The Arrival» o «The Final Chapter»; parece ser que han cogido lo mejor de algunos de sus mejores álbumes, con su típico patrón de melodías siniestras. A pesar de todo, como era de esperar, se trata de un redondo de Death Metal melódico. Los riffs quizá no sean aquí los mejores que nos han ofrecido, pero éso no quiere decir que e tratade un mal plástico o que la albor a la guitarra lo sea; en todos estos años han dejado claro que calidad y experiencia no les falta y aquí no podrían ser menos. Además, absolutamente cada pista de este lanzamiento, tiene algo que te hará mover la cabeza.
El corte que da inicio a este «A taste of Extreme Divinity» tiene elementos Thrash, sobretodo los ritmos además de melodías fáciles que le otorgan el característico sonido HYPOCRISY. «Hang Him High» comienza con un sample con una cita de Richard «The Iceman» Kuklinski (un asesino a sueldo que aseisnó a más de 100 personas y mató a su primera víctima con 13 años, hermano del también asesino y violador Joseph Kuklinski) para más tarde dar paso a otro de los miles ritmos lentos y oscuros del combo y sus habituales riffs melódicos. Cortes como «Solar Empire» (uno de los mejores de este álbum) y «No Tomorrow» tiene tintes algo más épicos, con melodías paranóicas y una atmósfera en segundo plano muy al más puro estilo del Sr. Tägtgren y los suyos. Otros como “Taste the Extreme Divine” y “Tamed (Filled With Fear)» recuerdan a su música de principios/finales de los 80, mientras que algunos como pueden ser los más rápidos «The Quest», «Weed out the Weak» o la propia «A Taste of Extreme Divinity» suenan más old school, casi podrían haber pertenecido a su época «The Fourth Dimension».
Parece ser que en este larga duración han seleccionado lo mejor de su carrera y han sabido hacerlo uno; han vuelto a crear una gran obra aplastante a la vez que melódica y una vez más nos han demosrado que el sello HYPOCRISY nunca deja de crecer, madurar, evolucionar e incluso mejorar.
Me atrevería a deicr que se trata de uno de los mejores discos de la banda y, pongo la mano en el fuego, que todos los que pudísteis perder la fe en ellos tras editar «Catch 22», si escucháis este disco volveréis a creer en la banda y con más fuerza que nunca, exactamente como ellos parecen haber regresado y afrontado este año nuevo. No esperéis otro «Osculum Obscenum» porque esos tiempos forman ya parte del pasado, pero si os gustó «Virus» y sus largas duración de finales de los 90, quedaréis altamente satifechos ante esta novedad.
Sin ningún tipo de duda, el tiempo de espera ha merecido la pena.
Nuclear Blast Records (2009)
Puntuación: 9/10
