CRÍTICA: VULCANO – Anthropophagy (reedición)
Si te va el metal extremo sudamericano de los 80 y aún no has escuchado Anthropophagy de Vulcano, estás de suerte, porque la reedición de High Roller Records llega cargada con un sonido renovado que, sin perder un gramo de agresividad, suena más nítido y brutal que nunca. Este álbum salió en 1987, solo un año después del debut de la banda, Bloody Vengeance, y sigue siendo una auténtica apisonadora de metal rabioso, crudo y oscuro. Patrick W. Engel, el encargado de la remasterización, ha logrado hacer maravillas aquí: según Zhema, el líder de la banda, ahora se escuchan riffs que antes parecían perdidos en la mezcla. Y vaya que hay riffs para desmenuzar.
La reedición conserva esa esencia sucia y desenfrenada del original, pero ahora cada tema suena más claro y definido, lo cual es un alivio para todxs los fans del thrash, black y death metal primitivo. El álbum abre con «Red Death», que ya desde el inicio te saca las ganas de quedarte quietx. Es un tema directo, lleno de furia y con esa velocidad que marcó a los pioneros del metal sudamericano. Seguimos con «Death Angel’s Armies», que mezcla riffs agresivos y un poco más técnicos, como si estuvieras escuchando a los primeros Slayer o Possessed, pero con el toque caótico y desbordado que define a Vulcano.
«Brainwash» es otra bestialidad; tiene una intensidad que no cede y se siente un poco como una declaración de guerra sonora. Los riffs son rápidos y afilados, perfectos para el headbanging más violento, y la batería es como una metralleta sin piedad, manteniendo el ritmo frenético que hace de este álbum un clásico del underground.
La segunda mitad del álbum también guarda joyas. Con «Children Sacrifice» y «Armagedon», Vulcano nos muestra que también pueden manejar tiempos más variados sin perder ese filo agresivo. Estos cortes tienen un groove oscuro que recuerda un poco a los momentos más pesados de Hellhammer o incluso Venom, y de alguna forma añaden un poco más de textura a este disco, dándole esa madurez que Vulcano adquirió en sus años de giras y conciertos.
La remasterización también hace justicia al cierre épico con «Incubus», donde se siente cada golpe, cada acorde, y la producción te hace viajar al pasado, a esas primeras escuchas de los discos clásicos europeos de la época. Pero ojo, que Vulcano no imita a nadie: son pioneros de ese sonido sucio y rápido que en Sudamérica se gestaba de manera única, con una brutalidad que hace que cada canción de Anthropophagy sea tan relevante hoy como lo fue en los 80.
Para quienes ya son fans de Vulcano, esta reedición es un tesoro; para lxs nuevxs oyentes, es la oportunidad perfecta de entrar al mundo del metal sudamericano y entender por qué bandas como Vulcano son auténticos pilares de la escena extrema.
High Roller Records (2024)
Puntuación: 8,5/10
