CRÍTICA: RAPTORE – Renaissance

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El tercer álbum de Raptore, titulado Renaissance, es una afirmación audaz en el panorama del metal tradicional, marcando un punto de inflexión en la carrera de esta banda de Barcelona. Desde sus inicios en 2012, Raptore ha evolucionado considerablemente, y con este nuevo lanzamiento, logran superar su aclamado Blackfire (2022) al ofrecer un sonido más melódico y refinado, alejándose un poco del enfoque más agresivo que algunos podían asociar con bandas como Enforcer.

A medida que el disco avanza desde la intro instrumental de órgano «Ecclesia», se establece rápidamente un tono épico y atmosférico que prepara al oyente para la explosión de energía que sigue. «Satana» y «Abaddon» destacan por su poderosa fusión de riffs afilados y coros pegajosos, mientras que «Darklight» se presenta como una de las pistas más rápidas, melódicas y pegadizas del álbum, con una producción brillante que resalta la habilidad de la banda para crear melodías cautivadoras y dinámicas.

En «Into the Bowels,» el bajo se vuelve muy prominente, aportando una base sólida que realza la intensidad de la pista, aunque este enfoque no se mantiene a lo largo del disco. Lo que realmente distingue a Renaissance son los enormes estribillos que evocan los mejores momentos de los años 80, con una clara influencia del hard rock (encontramos de Scorpions a los KISS de los 80) que se manifiesta en su energía contagiosa. «Kingdom Come» inicia con una atmósfera muy doom, antes de que la energía se eleve y se desarrolle en un poderoso himno que demuestra la versatilidad de Raptore.

Una de las canciones más sorprendentes del disco es «Requiescat in Pace,» que brilla por sus cambios dinámicos y su estribillo súper ochentero y adictivo. Un tema con un toquecito Cauldron, capturando esa esencia de la época dorada del metal con un giro moderno que lo hace destacar aún más.

La producción del álbum es de alta calidad, permitiendo que cada instrumento brille y que la voz de Nico Cattoni se sienta poderosa y emotiva. Actual y limpia pero sin sobreproducir o sin ser demasiado moderna. La brillante portada, a cargo de la artista Subhuman Illustrations, de temática demoníaca complementa perfectamente el contenido del álbum, evocando un sentido de lo místico y lo oscuro que se entrelaza con la música.

A medida que avanzamos hacia el cierre del álbum, «Imperium» (de las canciones más guarras, evoca a Exciter y a Motörhead sobre una base pulida de Hard ochentero. La voz de Cristian ayuda a que sea de los cortes más macarras del trabajo) y «All Fires the Fire» dejan una impresión duradera, con estructuras de canciones más complejas que resaltan la habilidad técnica de Cristian Blade en el bajo (sobre todo en “All Fires the Fire”, donde el bajo tiene una especial presencia) y Ángel Smolski en la batería, aunque tampoco podemos obviar las singulares guitarras en las estrofas. Estas pistas finales encapsulan el viaje musical que Raptore ha creado en Renaissance, culminando en una experiencia auditiva que es a la vez nostálgica y revitalizante.

En comparación con su debut Rage N’ Fever (2016) y el aclamado Blackfire, Renaissance representa un crecimiento significativo. Si bien el primer álbum se centraba en establecer su presencia en la escena del metal, este último trabajo muestra una banda que ha encontrado su voz y está lista para reclamar su lugar entre los grandes del género. En este sentido, Renaissance no solo es un testimonio de la evolución de Raptore, sino también una declaración de intenciones para el futuro, que sugiere que están preparados para trascender las limitaciones de su pasado y abrazar el potencial ilimitado que el metal tiene para ofrecer.

En resumen, Renaissance es un álbum que no solo satisface a los fanáticos del metal tradicional, sino que también atraerá a aquellos que buscan melodías cautivadoras y una producción refinada. Con este lanzamiento, Raptore no solo rinde homenaje a sus raíces, sino que también establece un nuevo estándar para sí mismos y para la escena del metal en general.

Dying Victims Productions (2024)

Punutación: 9/10

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